Artículo 5.112º: “El censor y la censura y G. Torrente Ballester”.
Se ha hablado mucho de la censura
y del censor, quizás desde que los romanos inventaron a ese par de censores de Roma. No sé si existían siglos antes
estas figuras del poder.
Pero me he encontrado con un
prólogo a un libro de Gonzalo Torrente
Ballester, un libro de artículos titulado: Memoria de un inconformista,
y, en dicho prólogo, nuestro autor nos comenta su parecer sobre la censura y
los censores. De este tema se habla en general, pero no se profundiza, incluso
se habla que tal escritor o tal otro, fue también censor durante un tiempo, Cela, o se habla de la influencia y
limitación negativa de la censura en la cultura en general, y, después en cada
uno de sus aspectos, se indica a medias, que algunos censores se dejaban
endulzar sus comentarios con dádivas, se comenta que sus oficios no estaban
bien remunerados...
Todos los de esa época y tiempo,
escritores y otros oficios de la cultura, tienen algo que contar. Este modesto
escribiente llegó y arribó a estas playas, cuándo ya sus olas se estaban
terminando… Por tanto, no puedo decir, que haya sufrido mi escritura censura de
ninguna clase. Si es cierto que cuándo empecé a registrar en la propiedad
intelectual algunos escritos, si había algunos pasos que después fueron
desapareciendo…
Evidentemente no era lo mismo la
censura sobre las producciones culturales, que la censura que se podría hacer
sobre una persona, y perder el trabajo, como le sucedió a nuestro escritor.
También hay que indicar, que durante lustros estuvimos oyendo decir y leíamos
que existían muchas obras, que estaban escondidas y que la censura había
impedido, y, que nos darían una nueva luz al panorama cultural. Lo cierto es que
ya hemos olvidado ese deseo y anhelo y sueño, porque al parecer de muchos, no
han resucitado o amanecido o se han hecho visibles. Con lo cual, sólo queda
varias interpretaciones: O, no hubo tantas obras maestras o geniales
censuradas, o si existen, habría que buscar en los archivos haber si se
encuentran, a ver si alguna administración dispone de una copia de obras
censuradas. Desconozco este dato.
O, si hubo obras censuradas que
quedaron en los archivos de escritores y escritoras de segundo o quinto nivel,
y, los familiares nunca las han publicado y se han perdido… O, nunca existió
esa cantidad enorme de novelas o ensayos o libros de poemas u obras de teatro
de un nivel excelso que los tiempos del
momento no permitían encontrar y hallar y publicar… No lo sé…
Pero si sé, que el prólogo que el
maestro novelista y articulista Torrente
Ballester realizó en este libro de artículos que comentamos me parece de un
nivel enorme de realismo y de profundidad, eso es lo que consiguen las grandes
plumas o tecleadores de máquinas de escribir, lo pequeño lo hacen grande, lo
grande son capaces de explicarlo con cuatro palabras… Nos indica Torrente Ballester, de la diferencia de
censores, de la diferencia del género a censurar, no era lo mismo el cine y el
teatro que la novela, nos habla de dejarse algunos modelar por los perfumes
dinerarios, nos indican que en general no eran muy cultivados culturalmente, o,
quizás, alguno si lo era, pero cómo sabía que tarde o temprano la censura sería
criticada, añado mi propio pensar, pues realizaba una censura débil…
Pero hablar del pasado resulta
relativamente fácil, ¿pero la pregunta ahora es, existe ahora censura…?
Evidentemente se dirá que no, porque realmente no existe el cargo y la carga y
la administración y los despachos que censuran –ni las artes, ni la cultura, ni
las costumbres, ni la política, ni todos los tipos de censura que han existido
a lo largo del tiempo, y, que en algunas geografías todavía tienen lugar…-.
¿Pero existe censura, no por parte del Estado, pero existe censura por parte de
ciertas entidades sociales y económicas e ideológicas y…?
Creo que esta pregunta es más
difícil de contestar. Creo que esta cuestión es más difícil de responder. En
estos días estamos asistiendo como un Presidente de Estado, de un determinado
país-sociedad-Estado democrático, dicen los medios de comunicación, que a día
de hoy, ha conseguido que tres grandes empresas privadas de comunicación,
pongan en la puerta de la calle sin salario y sin trabajo a tres grandes
comunicadores, porque en sus programas de gran audiencia, criticaban a la
Autoridad Máxima de ese Estado –y, estamos hablando de un Estado Democrático-.
Se habla en los pasillos del
humorismo hispánico, que existe en nuestro terruño, muchos humoristas orales o
gráficos, que no se atreven a tocar determinados temas, porque enseguida viene
algún colectivo o ente social, que con razón o sin ella, les llevan a los
juzgados. Y, entran en una crisis de despachos. No entro si algunas querellas
son justas o injustas o morales o inmorales, prudentes o no. Pero es cierto que
en el humor, estamos pasando a nivel internacional por una enorme crisis. Cada
vez el humor gráfico, que entiendo un poco de ello, o un poco más, los
humoristas gráficos están restringiendo posibilidades… El humor es cada vez más
abstracto y general…
Y, también en algunos territorios
se realizan directorios o diccionarios extensos, de alguna rama del saber, o de
la especialidad, y, se insertan cientos de nombres, y, a algunos se les deja
fuera. Esto también sucede o dirá usted que no sucede…
Pero la mayor censura que existe
es la realidad. La pura realidad. Al existir en cada campo cultural, cientos y
miles de autores, el mercado y el consumo no pueden demandar tanto. La oferta
es enorme y la demanda es limitada. Por lo cual, cientos o miles de autores y
autoras en todas las especialidades y saberes y actividades culturales, quedan
fuera de la óptica del mundo académico y de las elites culturales… Hablan de
cientos de escritores que desean escribir artículos de opinión y no encuentran
que se les abra las puertas –cosa que dudo, porque existen cientos de medios
digitales de prensa, otra cosa es las puertas de los grandes medios
nacionales…-.
Alguien ha podido realizar diez
mil poemas, pero no llega a los centros culturales de la nación o de la lengua
o de la Academia-Universidad. Aquel haber pintado-dibujos diez mil obras y le
sucede lo mismo, esta es la tragedia del hoy, esta es la censura del hoy…
Alguien puede pensar que en Internet tendrá una salida, y, la tiene, pero apenas
nadie la verá o leerá o degustará. Esta es la censura de hoy, la enorme
cantidad de material cultural que miles de autores y autoras dispensan y
dispersan por el mundo… ¿Qué sucederá? ¿Se perderá…? ¿La censura de la enorme
oferta la llevará a la desaparición…? ¿Miles de piedras en la playa, se puede
perder un trocito de oro…?
https://www.youtube.com/channel/UCP1qKD3iC1dhkOschAftOAQ © jmm caminero
(21 sept. 2025 cr).
Fin
artículo 5.112º: “El censor y la censura y G. Torrente Ballester”.
E. 27 sept.