Artículo 5.119º: “Dos tablas de medir sociopolíticas”.
Es un fenómeno real, probable y
comprobable durante años, que una misma medida o norma o característica se
aplica de distinto modo o manera a un bloque que a otro.
Es una de esas realidades que
suceden que no se entienden y no se comprenden bien. Se habla que un bloque
ideológico-político o sociopolítico controla los medios de comunicación, se
dice, que un sistema ideológico en general controla los relatos históricos,
políticos, sociales, culturales; se dice, que un lado del panorama político, al
final, representan a los más, al común, cómo durante siglos en el Antiguo
Régimen se decía, a la mayoría que es el pueblo, y, éste es más fácil que
entienda su historia y sus planteamientos que el otro; se dice, que otra
dimensión de la sociopolítica no son capaces de contar sus fundamentos,
realidades, concepciones… se dice…
Pero la realidad es que un sujeto
equis, digamos una Autoridad Equis de un lado sociopolítico “expresa una razón
o un argumento” del otro o contra el otro, y, es aceptado, y, el mismo bloque
está utilizando la misma razón, y, no se tiene en cuenta. Es un paradigma o es
un misterio o es un enigma, pero esto sucede. Se pueden contar casos a cientos.
Pero no sé, no sé lo que sucede, no nos damos cuenta.
Pero la realidad es que se
utilizan dos tablas de medir. Si una entidad ideológica A realiza un acto zeta,
se le critica y se le vitupera y se le condena, al menos, según los medios, si
una entidad ideológica o sociopolítica B, realiza un acto zeta, semejante al de
la otra, no se le tiene en cuenta, enseguida surgen distintas voces, se utiliza
el arte del toreo y del capote, de forma dialéctica, surgen varias tertulias,
con personas que defienden con razones que no son razones… y, todo se calla.
Hasta la próxima…
Cuándo se estaba pasando del
anterior régimen político, hace unas décadas, al actual, recuerdo que se decía,
el sistema democrático es superior, porque al poder hablar todos y todas las
partes y todos los colectivos, en un grado o en otro, pues se encontrará más y
mejor la realidad y la realidad-verdad. Y, por tanto, se percibirá mejor la
verdad y el bien general y el bien común, y, el bien necesario, es decir, el
sentido común o una norma con la racionalidad del saber ortodoxo de cada
tiempo, conjuntándolo con la realidad práctica del momento. Porque la realidad
del momento es necesaria tenerla en cuenta.. pero siempre con verdad y
veracidad y utilidad...
Han venido otras generaciones,
han llegado al mundo otras tecnologías, seguirán viniendo otras –con varios
millones de ingenieros en el mundo, modificando cosas y entes y procesos y
procedimientos es imposible que el mundo no sólo no dé vueltas sobre sí y sobre
el sol y el mismo sistema solar y la misma galaxia, es imposible que el mundo
humano no cambie-. Por tanto, es absolutamente necesario en la dimensión
sociopolítica, utilizar la racionalidad y la razón del saber ortodoxo, y, la
racionalidad y la razón del sentido común y la prudencia de la realidad que se
estudia o se analiza o se normativiza. Por tanto, la ley del embudo no es
posible, si no queremos acabar en el borde del abismo. Porque los sistemas se
modifican cosas y realidades, y continúan, pero llega un momento que la fiebre
es tan alta, que el enfermo está al borde de la muerte.
Hay que preguntarse y plantearse
esta realidad, las leyes y normas sociopolíticas, no son como las leyes físicas
de la naturaleza, por muchas veces que te caigas por el balcón, siempre te
darás con el suelo. Parece que en las normas sociopolíticas, unas te caes al
suelo y otras te quedas flotando. Parece que sucede eso. Pero la naturaleza y
la sociedad en su conjunto, en la medida que la vamos descubriendo tiene
normas, leyes, normatividades, comportamientos, reglas que son si no como las
leyes de Newton o Einstein, son reales. Y, que se puede
llegar al borde, pero si se llega al borde de muchas, se van acumulados
desarmonías, y, al final, se llega al suelo dándose y produciéndose la
hecatombe…
Olvidar esto, es exponerse a
males y desarmonías y desarreglos sin nombre. En los sistemas de salud, a
alguien se le ocurrió, lo que se denominan “protocolos”. Es decir,
comportamientos que las personas que tienen que curar o atender a un enfermo,
tienen que hacer ante determinadas situaciones, sean A o B o C… Así, así todo
el mundo actúa igual o de forma semejante, ganan eficiencia, efectividad y
tiempo y ortodoxia en el actuar. Normas o protocolos que están regidos y
legislados por las autoridades médicas y basadas en el saber ortodoxo y
científico…
Quizás, en las cuestiones
sociopolíticas no se pueda llegar de momento a esa eficiencia y actualidad de
los “protocolos sanitarios”, pero en algo o más se podrían acercar. Desde
luego, aplicando la ley del embudo, según el refrán popular: “Lo ancho para mí,
lo estrecho para ti”. No parece que éste sea el sistema de alcanzar la paz y la
riqueza, paz y riqueza en todos los sentidos…
Usted, debe examinarse, si cuándo
está defendiendo un punto de vista, es el que de verdad cree que es el
verdadero y eficiente y real, o es el que le conviene a la ideología de su
grupo sociopolítico, o, lo mejor a su situación de su posición sociopolítica.
O, simplemente, que no desea perder su puesto sociopolítico… ¡Y, usted que
escucha una posición ante un tema, hágase la pregunta, si de verdad le están
diciendo y expresando la verdad, o simplemente, están toreando el/al toro de la sociedad, para continuar en su
asiento o poltrona…! ¡Paz y bien…!
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (15 septiembre 2025 cr).
Fin artículo 5.119º:
“Dos tablas de medir
sociopolíticas”.
E.
27 sept.