Artículo 5.120º: “Cómo intentar que no se termine el mundo…”.
Sin hipótesis apocalípticas, pero
sin negar la realidad y las cosas reales, todos los entes empiezan y terminan.
La sociedad humana puede estar al borde de situaciones límites.
No aceptar esta realidad, esta
posibilidad, es encerrarse como los avestruces. Decir, cada década, por un ente
ideológico, que el mundo va a terminar ahora o dentro de tres décadas, es una
locura más, una locura humana. En medio tenemos que situarnos, es decir, en la
racionalidad prudente. Saber, que estamos ante situaciones graves, que tenemos,
por una vez en la historia humana, tenemos tecnologías que nos permiten acabar
con nosotros y con medio planeta. Esta es la realidad. la guerra fría, que era
más caliente de lo que pensamos, lo mostró y lo demostró. Toda la edad de mi
vida, me la he pasado, desde adolescente, leyendo en los periódicos, más de
cinco décadas ya, que puede estallar un conflicto que termine con la humanidad.
Es una realidad, no podemos negarlo…
No me gusta tocar este tema, ni
en la vida normal y rutinaria, ni menos en la escritura, pero como modesto
articulista, uno tiene que rozar temas que no le agradan. Porque entre otras
cosas, expreses lo que expreses, es fácil equivocarse, por ir muy lejos o
quedarse muy corto. Recuerdo, la famosa frase de Gandhi, más o menos, “ante la bomba nuclear pues rezar”. Esto es
necesario, aunque ahora nadie se atreva a decirlo.
Existe un magma de temas de los
articulistas, que están en los mismos medios, los pescadores se nutren de la
pesca del río. Todos miran a todos. Y, los temas así se hacen cíclicos, no sólo
los actuales. La actualidad es acontecimientos del momento, pero siempre se
llega a una treintena de grandes temas y preguntas. Y, ésta de la situación
NBQ, es una muy importante.
Es algo así, como la OMS, habla
de la enfermedad o virus o epidemia equis. Se le llama equis porque superaría
todos nuestros conocimientos, un virus por ejemplo, que no conociésemos apenas
nada, y, estallase en la humanidad, que podría terminar con nosotros o con plantas
esenciales de la alimentación humana, en caso de epidemias biológicas que
afecten a los vegetales…
Me gusta citar a otros
articulistas, primero, por respeto, segundo por y para dar al César lo que es
del César, tercero, para que el lector/a perciba que no me invento una
cuestión, sino que está en el ambiente del periodismo, cuarto, por deformación
académica, de siempre hay que citar las fuentes. Quinto para invitar a que
usted lea el artículo de referencia o que citamos.
Bueno, toco este tema porque Marta Peirano, notable escritora y
periodista ha redactado un texto titulado: Así es como acaba el mundo,
publicado en El País, el 15 de septiembre del 2025 que como toda columna
periodística, todo texto humano expresa vectores, factores, variables,
dimensiones de una realidad. En este caso el tema que estamos tratando. Y, cada
autor y autora, no puede darnos la solución definitiva a ningún tema, sólo nos
describe algún aspecto. Esta es la realidad humana. En mil palabras de un
artículo periodístico nadie puede esperar una tesis doctoral… pero, si una
variable, que quizás usted no haya tenido en cuenta…
En esto del final del mundo. Mi
modesto parecer, es que no hay que caer en radicalismos y catastrofismos, ni
Apocalipsis. Pero la realidad, es que nosotros tenemos el poder de extinguirnos
a nosotros mismos. Segundo, que somos una especie biológica y racional, que
sólo es semiracional, olvidar esto, es caer en muchos errores teóricos y
prácticos. Por otro lado, estamos olvidando la moral de siglos, es decir, que durante
milenios se ha ido formando y conformando. Esto anterior, olvidar lo anterior,
creo que es un enorme error. Porque los artilugios técnicos los manejan los
humanos, pero los humanos deben regirse por una moral prudente, correcta,
racional, y, eficiente, yo, yo diría que humana…
No podemos olvidar que hay 192
jugadores del ajedrez mundiales, 192 Estados. Y, cualquier Estado tiene la
posibilidad de llevar al límite cualquier situación. Es decir, el Poder
Ejecutivo de un Estado, de uno de esos doscientos Estados, por muy pequeño que
sea, puede llevar al límite una situación. Esta es la realidad. Por eso se creó
la ONU, para no llegar al límite, para poner reglas internacionales.
De ahí, la enorme necesidad, que
los Organismos Internacionales Supranacionales sean cada vez más eficiente y
tengan más poder. Para intentar, que todo el planeta tenga unas normas mínimas
en cientos de temas. Para que se aleje la posibilidad de llegar a situaciones
límites, que nos pongan al borde del cataclismo… ¡Pero esto no es suficiente…!
El hombre común, el hombre o
mujer del pueblo, usted y yo, debemos pensar tener una racionalidad moral
prudente. No podemos exigir al sistema sociopolítico más de lo que nos puede
ofrecer y dar en cada momento. No podemos poner al sistema sociopolítico, con
nuestras exigencias, en el borde del límite.
Creo que es tiempo de decirle al
pueblo, sí de decirle al pueblo, que pongan límites a sus ambiciones y deseos,
para poder seguir mejorando. De decirle, a las elites, que también pongan
límite a sus ambiciones. Que todos obremos racionalmente. Podemos acordarnos de
Kant, también de la filosofía
cristiana –aunque usted sea ateo o agnóstico o de otra religión-. Porque la
filosofía cristiana ha llegado a una prudente racionalidad, siempre en constante
escucha del bien común y del bien general y del bien individual… Paz y bien.
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (16 septiembre 2025 cr).
Fin
artículo 5.120º: “Cómo intentar que no se termine el mundo…”.
E.
27 sept.