Artículo 4.953º: “Tuve un sueño: ser un escritor conocido”.
Cada uno, tiene sus sueños, uno
de los míos, no el único, es haber sido un escritor y un articulista conocido.
Es decir, que hubiese vivido de ello. No es vanidad o soberbia o petulancia.
Cada uno tiene sus sueños, en mi
ciudad en la que resido y vivo y me habita, se dice, que hay una persona, que
ha ido coleccionando cientos, miles de partidos de futbol dónde interviene el
Real Madrid, primero en VHS, creo que así se llamaba, después supongo los habrá
ido pasando a DVD, y, ahora ya lo tendrá él o sus herederos en memoria externa.
Si es cierto, deberían hacerle un museo, dónde se pudiesen ver, estas
grabaciones, y, rellenarlos de otros documentos del Real Madrid y del futbol en
general. Si es verdad, no se debe perder esta colección. También en la ciudad
que habito y me habita, existe una persona que ha coleccionado bolígrafos, yo
la vi expuesta en una exposición hace unos años. Por lo cual, es una de las más
grandes. También esperamos en algún lugar se abra una sala para mostrar una
parte de ellos. Porque al final es cultura popular, arte pop´s dirían ahora…
Cada uno, tiene sus sueños y sus
visiones, y, existen de todas. Además de vivir y sobrevivir en la vida, cada
persona tiene sus vocaciones, profesiones, deseos, finalidades. Desde aquellos
que desean montar una gran empresa internacional, aquellos que quieren ser
grandes catedráticos, aquellos que desean tener muchas experiencias, quizás
también hay soñadores que desean ser Obispos, aquellos ser grandes pintores que
traspasen la historia, o aquellos que quieren encontrar la fórmula
físico-matemáticas del todo, ese era un sueño de Einstein, que no consiguió, pero que está pendiente, otros, desean
o han deseado siempre ser escritores literarios y escritores articulistas de
opinión. Ser uno más entre tantos. Ser y vivir de ello. Pero ese sueño, no se
cumple en todos. Es la realidad del vivir y del existir. A veces, me acuerdo y
recuerdo, en los años cuarenta y cincuenta y sesenta, el Café Gijón, creo que los sábados, estaba tan lleno, que todo era
humo, que no se podía atravesar los pasillos. Tantos los llamados, tan poco los
escogidos, siempre la frase bíblica se cumple en tantos oficios.
Hoy, esta mañana, me he atrevido
a redactar este texto, atreverme poner en palabras y frases, que este ha sido
uno de mis sueños. A usted lector o lectora, de esas decenas que tengo, no
muchos. Puede parecerle normal. Pero valore, para mi forma de ser y de estar en
el mundo, decir esto, es para mí, sonrojarme de mil maneras. Decir, que ha sido
mi sueño, he tenido otros, otros también, que quizás, alguna vez, algo diga de
algunos de ellos. Pero siempre, desde los trece o catorce años, si no antes,
siempre he deseado y soñado con ser escritor literario y pensador. Lo he sido,
he plasmado ideas y conceptos y visiones e imágenes en miles de páginas
escritas, en miles de dibujos-pinturas. En cierto modo, escribir con palabras y
escribir con colores-líneas, es algo semejante. La cultura china, lo ha
expresado mejor durante siglos…
No puedo decir, que no lo haya
sido, lo he sido, pero mi trabajo, por tanto, mi persona no ha tenido casi
ningún lugar en esos dos grandes géneros de la literatura y de la escritura. No
soy nadie, en el mundo de la literatura, no soy nadie en el mundo del
columnismo literario de opinión. Esta es la verdad y esta es la realidad…
Pero no sé, porqué y por qué hoy
me he atrevido a expresar en palabras, y, posiblemente, también lo publicaré,
que he tenido un sueño, un sueño que dura ya más de cincuenta años. Un sueño,
que se ha cumplido, porque he sido escritor, aunque no solo escritor. Pero a
medias, porque he sido un escritor que he fracasado como escritor. Mi
literatura, sea que no tenga talento, mi literatura-pensamiento sea que no
tenga esencia, mis artículos sea que no tengan invención, mis pinturas-dibujos
que es otra forma de escritura por la razón que sea. Todo ello, todo ello no
existe. Y, de continuar así, esta sentenciado al olvido y al deterioro y a la
destrucción.
¡He tenido un sueño, tuve un
sueño, el de ser escritor literario-pensador…! ¡Así, estimado lector o lectora,
hemos estado muchos, generación tras generación, el Café Gijón, los sábados por la tarde, estaba tan lleno que no se
podía pasar, todo lleno de humo, todo lleno de talentos culturales, todo lleno
de informadores…! ¡Paz y bien…!
Fin
artículo 4.953º: “Tuve un sueño: ser un escritor conocido”.
E.
29 junio