Artículo 4.954º: “Biografías de los grandes personajes sociopolíticos y usted…”.
Pregunto y me pregunto, lo he
hecho siempre, si la sociedad tiene derecho de conocer algunos datos de la
biografía de los grandes personajes y de sus familias y orígenes...
Ya,
que no somos ordenadores informáticos, sino seres biológicos y psicológicos y
racionales y morales, con afectos y emociones, con alegrías y tristezas, con
felicidades y traumas. Me pregunto si la sociedad tiene derecho a conocer
ciertos datos, no sé cual es el límite, de las biografías de esos personajes,
pero también de sus familias actuales y de sus ascendientes…
Porque
después terminan ocupando altos cargos con altas cargas, y, de la noche a la
mañana toman decisiones que son imposibles de entender bajo una lógica y una
racionalidad con cierto sentido común. Pero después, te van informando de
algunos rasgos, de su personalidad o de la de la historia de sus familias, y,
entonces, vas encajando algunas piezas. No todas, pero si algunas.
Pero
entonces, la población se pregunta, habrían sido elegidos y votados a las altas
Magistraturas del Estado, siguiendo la terminología de la Antigua Roma, si la
población hubiese conocido algunas realidades de sus biografías o de sus
familias. No sé, no sé, cual es el límite a ese potencial y posible
conocimiento. No sé, si se restringiese tanto la realidad, no sé si
encontraríamos candidatos a las grandes responsabilidades y cargos y cargas de
esos grandes trajes y grandes poderes.
Pero, dentro de las monarquías, pongamos el ejemplo, se conocen, con más verdad
o con menos, muchos datos de las biografías de esas personas y de sus
antecesores. Por tanto, la población en general, y, aún más las élites y los
altos poderes, conocer muchas realidades de sus vidas. Y, eso sirve para
orientarse…
Pero
ocurre que en otros terrenos, alguien, con méritos, nadie lo niega, se pone en
la cúspide del poder o de los poderes, u, ocupa altos cargos con altas cargas y
altas responsabilidades, y, parece que aterriza en esos altos sillones, apenas
sin saber casi nada, casi nadie de sus biografías, menos de las de sus
ascendientes… Muchos dicen, entre los pasillos, si de algunos personajes del
siglo veinte, que la población alabó y ensalzó y votó y valoró, hubiesen sabido
algunos datos, quizás, no los habrían elevado a la categoría de los grandes
dirigentes, y, algunos dicen, si esos altos cargos no hubiesen alcanzado ese
poder, quién sabe si la guerra mundial, la segunda no hubiese estallado… Al
menos, como uno de los factores y vectores, porque la realidad histórica,
siempre está formada por un complejo entramado de causas y razones y motivos…
-no seamos ingenuos…-.
Llevo
haciéndome esta pregunta, no años, no lustros, sino décadas, puede que usted no
se lo crea. Podría poner ejemplos y casos históricos, especialmente del siglo
veinte. Piense usted, piense usted. Pero la cuestión, es que creo que la
población tiene derecho, sin entrar en ciertos límites y campos, a conocer,
tenemos derecho a conocer datos de las vidas y biografías de los altos
personajes, incluso de sus familias.
Porque
así, podremos prever las reacciones que van a tener ante situaciones complejas,
y, ante situaciones normales, ante situaciones urgentes, ante situaciones
impredecibles... No podemos esperar una cosa, digamos una actuación más o menos
dentro de unos límites, y, después, se ocupan los poderes, y, toman decisiones,
que aunque sean legales, pueden pasarse del límite esperable o racional. Las
sociedades democráticas, los que ostentan el poder disponen de mucho poder…
Rodeando al gran poder, están siempre unas decenas de cargos con altas cargas.
También tenemos derecho a saber datos de esas personas y sus familias…
Cómo
se materializaría o cristalizaría esta realidad, esta posible actuación en el
futuro. Esto es lo que en mi cabeza ha ido analizando y dando vueltas durante
décadas, y, la verdad, es que no acabo de entender y encontrar la respuesta y
la solución, que me parezca óptima. No sé, no sé los límites. No sé, dónde
llega la intimidad de cada persona y de cada familia, y, hasta dónde el derecho
de saber datos por la población civil.
En
una sociedad en la que estamos, tanto y tantos se acuerdan lo que les sucedió a
sus abuelos y bisabuelos, hace ocho o nueve décadas, quizás, quizás los demás
tendríamos derecho a saber, lo que les paso a sus abuelos y bisabuelos… Así, de
ese modo, quizás, no solo los entenderíamos mejor, sino comprenderíamos sus
actuaciones, podríamos entender y comprender mejor, quizás en caso determinados
como van a tener esta aptitud o esta actitud, y, quizás, podríamos tomar
decisiones mejores, si los elegimos o no, si los votamos o no, si los
ascendemos a los máximos poderes o no…
¡Nadie
se ofenda, nadie se sienta herido, porque a nadie se desea ofender, ni herir…!
¡Pero si los ciudadanos hubiesen sabido algunos datos de las biografías de
algunos personajes, de sus familias de algunos personas/personajes del siglo
veinte, quizás, no habrían sido elegidos, quizás, no habrían sido votados,
quizás, se habría evitado la Segunda
Guerra Mundial…! ¡Paz y bien y racionalidad moral correcta…!
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jmm caminero (15 junio 2025 cr).
Fin artículo 4.954º:
“Biografías de los grandes
personajes sociopolíticos y usted…”.
E.
29 junio