Artículo 5.174º: “¿Existe miedo y temor a hablar y Nieva-Fenoll?”.
Es una pregunta dura y difícil,
pero ese es uno de los fines de los artículos de opinión plantear preguntas y
cuestiones que están en el ambiente, quizás no de actualidad rabiosa.
Puede
que las personas no lo expresen claramente, salvo en círculos muy pequeños, pero
unos y otros, de alguna forma te indican, hay temas que ya no se puede hablar,
sea en los lugares de trabajo, sea en las reuniones familiares amplias por
alguna celebración, sea entre amistades… se dice y no se dice, se expresa con
gestos y sin gestos, se entrecortan las palabras, se tiene temor y cierto grado
de miedo, de hablar, de hablar de muchos temas, de hablar de no-muchos temas. A
esto se va complicando que en este país se consideraba que criticar aptitudes y
actitudes de individuos y grupos, parecía una cosa normal, cada uno critica la
faena del toreo como creía conveniente, pero cada vez, se reducen muchos temas…
Entraron
con razón los derechos humanos y los derechos fundamentales y los derechos
naturales y los derechos constitucionales en la Constitución –no entremos ahora
a matizar estos conceptos que no siempre encajan totalmente-, pero los derechos
como todo, son unívocos y son poliédricos, de tal modo que encajar unos con
otros es difícil.
Pondremos
el ejemplo, que andan entre los humoristas, los humoristas gráficos que conozco
un poco mejor este campo, sienten temor, tienen temor. Ya, ya no tocan
demasiados temas, no citan a determinadas personas, no se atreven a señalar
algunos grupos, ideologías, colectivos… En definitiva, no sólo la mitad de
periódicos o webs de prensa o comunicación no tienen sección de viñetas, sino
que los viñetistas están preocupados. Cada vez la crítica es más abstracta y
general, y, existe temor, dicen con el artículo 115, que no sé a qué
ordenamiento se refiere… Lo vemos fuera de nuestro terruño, pero en el cosmos
occidental, se percibe dentro del terruño. Piensen y observen y observen y
piensen...
Personalmente,
desde hace tiempo, tomé la decisión de no criticar a nadie como individuo, y,
si puede ser tampoco hacerlo con ningún yo colectivo, sea colectivo social o
colectivo ideológico o colectivo político o colectivo religioso o colectivo
cultural… Con lo cual, se terminan unos textos muy abstractos y generales.
Porque el columnismo de opinión de palabras o de palabras-imágenes, es decir,
sean columnas de opinión, sean viñetas, tienen ese fin, entre otros: analizar
realidades, y, con respeto y con tolerancia y con el marco de la ley, analizar
aspectos de lo real –desde hace tres siglos aproximadamente en Europa, con todos
los matices que quieran-. En lo real, no todo es claro y blanco y dulce. A
veces, hay que señalar algunas heridas que tenemos. Qué sería si los médicos,
aunque se equivocasen, no pudiesen indicar al paciente, tiene usted tres huevos
en vez de dos, tiene usted tres pechos en vez de dos. Para qué servirían los
facultativos si no nos pudiesen indicar las patologías que disponemos...
Pues
ese trabajo y labor social y labor humanitaria que lo hace el sistema
sanitario, sea público o sea privado, también lo realiza en lo social, la clase
intelectual, que antes denominaban y se llamaba así, y, en este grupo o sector
de la sociedad, están los escritores, artistas, científicos sociales,
periodistas, viñetistas y articulistas de opinión, y, otros oficios y profesiones.
Incluso,
cualquier ser humano, sin ser escritor, sin ser pensador, sin ser filósofo, sin
ser científico social, sin ser intelectual, en Occidente, al menos en Occidente
tiene derecho a expresar su opinión, puede ser positiva y puede ser negativa,
siempre respetando la ley vigente, siempre añado además con una moral mínima
racional y con sentido común. Y, eso lo puede hacer, en la calle, sin tener
temor, y, en la prensa, con una entidad que se ha inventado o descubierto, que
llaman Cartas al Director, o, ahora en los artículos abajo siempre hay un
espacio para comentarios hechos por cualquier persona…
La
pregunta es la del título y del principio ¿existe temor o existe miedo en la
sociedad española? Usted observe a sus coetáneos, observe los medios de comunicación,
observe a los periodistas como profesionales de la información y de las
opiniones, observe a sus conocidos, observe a sus cercanos, observe y compare
unos tiempos y otros. Observe nuevos tipos de delitos potenciales y de
requerimientos judiciales, debido a consecuencias de derechos fundados en la
Constitución y bajo los derechos humanos, observen ustedes a los viñetistas y a
los humoristas, que puede ser un termómetro a tener en cuenta en esta cuestión…
observe y usted decida. Es más, recuerde y observe y piense si es de ahora, de
estos años, o esta realidad lleva ya metida en la sangre muchos lustros… Son
preguntas difíciles y duras y radicales que van a la raíz de las cosas, pero
ese es el fin de un artículo de opinión. Usted tiene derecho a no leerlo, y, no
pasa nada, el mundo no se terminará…
Ahora,
tengo dos opciones, una callarme y no citar a otros articulistas, no para
entrar en polémicas o diatribas con ellos, sino por este viaje que voy haciendo
por el articulismo hispánico. O, como homenaje y respeto, no por polémicas,
citar otro artículo y otro columnista. Creo que agradecido es o debería ser la
divisa nacional, pues cito el artículo titulado: Miedo, publicado en El
País, el 16 de octubre del 2025, cuyo autor Jordi Nieva-Fenoll, notable articulista y notable catedrático de Derecho
Procesal de la Universidad de Barcelona.
http://filosliterarte.blogspot.com.es ©
jmm caminero (17 octubre 2025 cr).
Fin artículo 5.174º:
“¿Existe miedo y temor a hablar y
Nieva-Fenoll?”.
E.
02 noviembre