Artículo 5.184º: “Usted ha sido alguna vez cameo”.
Debo confesar que no conocía esta
palabra en su significado completo e integral, aunque la había oído. Pero son
esas palabras que oyes, y, según el contexto pues no te fijas mucho.
Pues cameo es una persona o
personaje con cierta fama o notoriedad, que en alguna película o film o serie
de televisión aparece unos segundos o minutos, si mi memoria no me falla el
expresidentes Bill Clinton, lo hizo
varias veces.
Si usted aparece en breves
minutos, pero no es un personaje famoso o notable o notorio o con fama en los
medios de comunicación o en alguna otra realidad humana, se le dice que es
personaje de relleno, no sé si habrán puesto un nombre específico para esta
realidad. Ya que personaje secundario, es un actor, que por lo general, o
quiere ser actor, que al principio, pues se le otorgan papeles o palabras con
papeles, digamos que rellenan la esencia del relato, que están alrededor, pero
son necesarios, en telenovelas es la forma de entrar, diríamos en este
arte-negocio de la representación. Supongo que ya Esquilo, Sófocles, Eurípides en sus dramas también hay y habrá y
hubo y seguirá habiendo, ya que esas obras son eternas, también personajes
secundarios.
Ayer/antesdeayer, se le hizo una
entrevista en televisión, a un exdirector de la RAE, no puedo evitar
narrar este hecho. Es eso que tantas veces, he indicado, escribo para olvidar.
Podría relatarlo en otro lugar, y, no en este artículo, pero creo que es
pertinente, el entrevistador, Jenaro
Castro, que ya lleva esta serie de entrevistas bajo ese mismo formato
varios años, Plano General. Le preguntó, cual es el libro que considera más
importante, el señor Darío Villanueva,
notable escritor, notable catedrático, notable filólogo, notable Académico. Y,
él dijo, que “El Quijote”. Y, este modesto escribiente-plumífero-pincelero
de pincel con tinta y color, se hizo la misma pregunta. Cosa que me he hecho
muchas veces.
¿Cuál es el libro más importante
para mi o que considero más importante del mundo occidental…? No sé, no sé si
debo escribirlo, y, no sé si debo publicarlo. Creo que son los “Cuatro
Evangelios”, el segundo: las obras de Teatro de Shakespeare,
tercero, no sé, si las Tragedias griegas, cuarto, la
Divina Comedia, quinto, el Quijote –en fin el orden puede ir
cambiando según épocas, todo hay que expresarlo, pero el primero no cambia en
estas décadas-. Esos libros mitad literatura y mitad otras cosas. Porque
para que un libro sea grande, no sólo puede ser literatura…
Pues, esto qué tiene que ver con
la palabra cameo, que ya hemos explicado. Pues algo en mi inconsciente si
tiene, porque al introducirme en el escritor-periodista, George
Plimpton, Georges Ames Plimpton
(1927-2003), indica en su biografía que fue cameo en varias realidades
audiovisuales… películas, aunque yo por lo poco que conozco de su biografía,
creo que quiso ser actor profesional compatibilizándolo con otros oficios de la
escritura. Fue un hombre poliédrico en distintas actividades culturales, además
de escribiente-escritor-plumífero…
Pero estamos hablando del
concepto y de la idea de cameo. Usted lo es o no lo es. Lo primero hay que
saber, si usted es un personaje medianamente famoso, que ha salido en medios de
comunicación, puede aplicarse esa palabra-idea-concepto. Si no lo es, por
ejemplo, yo no lo soy. No deseo serlo. No quiero ser cameo…
Pero enseguida, le enseñarán dos
realidades, que quizás usted no se haya percatado. Una, que puede aspirar desde
joven a altos niveles de responsabilidad económica, incluso que así sucederá,
porque su historia familiar, así lo indica, y, usted no desea, le enseñan, que
tiene que vivir lo más discretamente posible, no salir de ninguna manera en los
papeles, ni en periódicos, ni menos en televisión, ni nada en películas. Así,
así miles de CEO, así se llaman ahora, propietarios de sus empresas, o sólo
parcialmente, o sólo contratados, sólo quieren ser conocidos, por los niveles
altos de su responsabilidad y actividad… Siempre señalo como símil y ejemplo y
caso: usted hoy habrá degustado varios alimentos, que lo fabrican varias
empresas, y, jamás sabrá quién es el dueño. O, al menos no lo sabe hoy. O, los
accionistas que serán varios…
Usted conoce los nombres y la
imagen de deportistas de alto o medio nivel, de políticos de alto o medio
nivel, de personajes de la televisión y semejantes, quizás de algún científico…
quizás de algún filósofo… quizás de algún artista plástico o literario o musical,
quizás de muchos cantantes y cantautores… quizás de su vocación semiolvidada o
discreta o en el silencio de la tarde o noche… pero apenas conocerá, aquellos
que manejan los hilos de la economía… que incluso, inciden en que se aprueben
algunas normas o no. Normas que les afectan a ellos. Lo hemos visto en estos
últimos años. Cosa que intentan hacer todos los entes sociales. La política
democrática y la política no-democrática tienen un elemento en común, siempre
hay entes, entes de diferentes niveles, que quieren influir en las palabras que
se aprueban en forma de leyes…
¡Cuánto da una palabra, dirá
usted con razón! ¡Podríamos continuar con esto de cameo! ¡Pero no redacto
artículos para yo lucirme como escribiente, que también, quiero hacerlos con
poética y retórica y poética y belleza, pero sobretodo con contenido…!
¡Hoy, quiero que usted reflexione
sobre los cameos, pero sobretodo sobre los personajes que mueven los hilos de
nuestra percepción, sensibilidad, de los dineros, de las mercancías que nunca
serán cameos, porque podrían pero nunca serán…! ¡No serán como muchos grandes
escritores, que en algunas adaptaciones de sus novelas, salen unos momentos en
las películas, no/si pondré nombres, se me ocurren varios, el maestro Cela actúo en alguna de ellas…! ¡Al
final, la literatura y las artes, dicen, algunos que es un juego, pero no sólo
es un juego, o es un juego con polisignificados y polisignificantes…! ¡Dejemos
aquí el artículo a medio terminar…!
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es ©
jmm caminero (25 octubre 2025 cr).
Fin artículo 5.184º:
“Usted ha sido alguna vez cameo”.
E.
02 noviembre