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Artículo 5.179º: “Casi nadie se atreve a hablar mal de la lujuria”.

                         Artículo 5.179º: “Casi nadie se atreve a hablar mal de la lujuria”.

Hemos llegado a un estado de opinión pública, que casi nadie se atreve a escribir, que la lujuria es un mal moral grave, lo que antes se denominaba vicio, es un error multidimensional.

No somos capaces de distinguir dos realidades, que una cuestión es que una realidad o concepto o práctica sea negativa, mala, inmoral, perniciosa, y, otra, es que la sociedad y la legislación la tolere, tolerancia. Dicho de otro modo, una cosa es que nadie, en su sano juicio, indique que el alcoholismo es bueno y positivo, nadie en su sano juicio dirá esto, y, otra realidad, es que se tolere a la persona que ha caído en ese error psicológico-moral, por las razones o causas que sean. Es más, el sistema de sanidad le ofrece soluciones para resolver dicho problema.

Es raro que en Europa o en la Península Ibérica, no estalle una información que es lujuria, pura y dura lujuria. Y, es raro y singular, que en el ámbito social, no halla muchas voces, que indiquen que son conductas negativas y perniciosas, primero para el individuo, segundo, como la lujuria, no va sola, sino tiene que ir acompañada de otras personas, también es negativo, para esas personas. Tercero, que una cosa es que se critique, siguiendo el axioma teológico moral, “se sanciona el mal o el pecado, no al pecador”. Que una cosa es que se sancione que determinadas conductas son malas y negativas, en sí y por sí, y, otra es que se tenga tolerancia, o se aplique la legislación jurídica y positiva que exista en ese caso –porque hay conductoras lujuriosas que son y tienen pena y sanción jurídica…-.

La lujuria tiene muchas formas y maneras y actos y hábitos y consecuencias. Igual que existen clínicas o tratamientos para la ludoterapia. Existen también, terapias para la lujuria. Igual que existen centros para la curación a la adicción al juego, que es el ejemplo, que hemos puesto, también existen centros para la adicción a la sexualidad. Hay que indicarlo y expresarlo y narrarlo y mencionarlo. Por tanto, personas que no creen en que la lujuria sea un error moral o un error psicológico moral, puede que deban contrastar con especialistas y expertos si han caído en la adicción al sexo, en la lujuria, el putero de toda la vida, el vicioso del sexo descontrolado y desordenado, del consumo del sexo –sea en forma de pornografía, sea en forma de actos o hábitos, sea en otras formas, sean mezclados el sexo con otras prácticas o errores morales y psicomorales…-.

Pero es casi un escándalo, que existan tan poco papel escrito o en los medios de comunicación que se atrevan a indican, que la lujuria es un desorden moral o psicomoral, y, por tanto, es un mal, es un vicio, que el putero o la putera, sea en la forma que sea, pagando o sin pagar, es un mal para la persona que lo sufre, es un mal para otras personas que son objetos de esas prácticas, es un mal para las familias que sufren un miembro con esas características, es un mal para la sociedad y es un mal para el mismo Estado.

Casi nadie se atreve a escribirlo, si en las conversaciones privadas, que quizás la sociedad ha caído en una lujuria o en un pansexualismo que incentiva más y más, desde distintos ámbitos que los humanos caigamos en una manera o en otra de práctica sexual, incorrecta, tanto a nivel teórico o en la práctica, de una forma o de otra. Y, ahora con Internet se incentiva en adolescentes su consumo de pornografía, por ejemplo. Sin que nadie se ofenda, hay que preguntarse si “hemos caído en una lodazal en esta materia”, y, pocas son las voces, que se atreven a cuestionarlo, indicarlo –sólo cuándo tiene connotaciones políticas, o existen dineros públicos o algo parecido, cuándo exista corrupciones añadidas, etc.-. Se pueden ver cifras y estadísticas…

Se puede comprender y entender, incluso tener conmiseración y piedad de la persona, que ha caído en una de las adicciones existentes, de un tipo o de otro, existen diversas, que al final, son errores de actuación tanto psicológica como moral y espiritual, con connotaciones y consecuencias, psicológicas, económicas, sociales, a veces, incluso políticas, para individuos y familias y sociedad…pero es un enorme escándalo que no llamemos al mal que es un mal, aunque la persona que sufra ese mal, se le invite que asista a centros especializados de la curación de esa práctica o esa adicción, según al grado que hayan llegado. Porque si un mal no se cura, va agrandándose y teniendo más consecuencias negativas, a y en distintas direcciones…

Vemos en el panorama nacional, en el panorama europeo, en el panorama internacional, que de vez en cuando nace una noticia o una información, que una persona equis, de cierta relevancia, ha caído en este mal, una o varias veces, o se percibe o se intuye, por las veces, reiterativas, que incluso quizás, esté en una adicción. Y, vemos que sólo se critica, si ha habido dineros públicos o dineros que no se sabe de dónde han venido, o si ha existido algún tipo de corrupción económica o financiera, o, si ha existido una falta jurídica o legal añadida, etc. Cosas que son enormemente graves, nadie lo niega, nadie le quita valor e importancia. Además, suelen tener diferentes dimensiones y variables y causas negativas. Nadie lo niega, menos este escribiente…

Pero pocos lo indican y lo expresan, que la lujuria, es uno de los males más graves que el individuo y la sociedad sufre. Que hay que preguntarse si nuestra sociedad, desde hace décadas ha caído en un pansexualismo, en una lujuria teórica, y, en algunos casos, una lujuria práctica. Que hay que indicar, que hay que tener piedad del alcohólico, pero que el alcoholismo es un mal pluridimensional, con muchas dimensiones, y, que al alcohólico debe ser tratado según los sistemas científicos y sanitarios que existan, incluso también morales y espirituales. Y, que en el caso de la lujuria también…

Que hay que decirlo y decírselo, aunque no quieran, los pequeños dioses bípedos oírlo. Hay que decir algo y claro, que la lujuria es un mal enorme dónde han caído individuos, y, por tanto, sufren familias, la sociedad, incluso el Estado, a veces, si esos individuos tienen relevancia política, cómo vemos cada mes, en los medios de comunicación. Que a veces, en sí, también tiene sanción legal positiva, algunas prácticas. No pondré ejemplos y casos, ustedes pueden mirar y oírlo y verlo en los medios de información. Paz y bien.

https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (20 octubre 2025 cr).

Fin artículo 5.179º: “Casi nadie se atreve a hablar mal de la lujuria”.

E. 02 noviembre 2025 a Diario Siglo XXI.com. Tarancon Digital.es.

Humor 4.194 de JMM.

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