Artículo 5.183º: “Doble o triple vida”.
Dicen, todo el mundo tiene una
doble o triple vida, pero la cuestión es si esa segunda vida es honesta y
moral, o si no lo es. O, si ha sido correcta y legal o no lo ha sido.
Todo el mundo, dicen, tiene que
arrepentirse de hechos o actos que ha realizado que no son correctos, que no es
fácil cuente a sus hijos o nietos, que quizás, se haya arrepentido, pero que no
desea recordar.
Decir a este fenómeno que es
hipocresía, quizás no sea una definición y descripción correcta o suficiente y
total. Pero esa doble vida, no tiene porqué ser mala o negativa o perniciosa o
inmoral. Imaginad que un ser humano lleva una existencia normal y rutinaria,
siguiendo la legalidad y la moralidad vigente, pero lleva otra vida, su secreto
o discreción se dedica a escribir literatura, se dedica a otro oficio o
vocación o profesión legal y moral, y, que apenas nadie conoce.
En este caso, la segunda vida, no
sería una realidad a esconder, sino que por timidez, por no darse importancia,
por no aparentar algo que no es, alguien es, hemos puesto el ejemplo de
escritor. Digamos, que es algo cercano a este escribiente. Y, posiblemente,
durante décadas, ni los vecinos, ni muchas personas de su lugar de trabajo
conocen esa actividad de esa persona…
También, puede ser, que esa doble
vida, es algo no totalmente legal o no totalmente moral, que puede que su
pareja-conyugue no sepa, o no quiera que sepa. En este caso estaríamos en otra
situación diferente y diferenciada. Por lo tanto, cada persona tiene que mirar
si lleva una doble vida o si ha llevado, o si ha ocultado o en el misterio de
su vida, ha dejado de narrar o contar, incluso recordar algunos acontecimientos
del pasado.
Se dice que después de la Segunda
Gran Guerra en Europa y en el mundo, muchas personas volvieron a sus sociedades
y países, pero se fueron a vivir a otro lugar alejado de su residencia de
nacimiento, para ocultarse, que no supiesen nada de él. Hace unos años se hizo
famoso un diario de una persona que había estado recluido en un campo de
concentración, y, después llevo toda la vida oculta su realidad, y, al final lo
narró en un diario a sus nietos e hijos.
El artículo periodístico de
opinión, una de sus funciones y finalidades, es poner delante de los ojos, del
lector que es también interlocutor, y, puede ser comentarista, abajo existe la
posibilidad, de alguna forma también coautor si comenta ideas y plantea
cuestiones. La columna de opinión es como un espejo poliédrico que un autor/a
pone cada mañana/tarde una temática frente al lector/comentador. Los
papeles/roles se han ampliado. Aquí, le estamos entresacando algunas líneas,
quizás muy generalistas o generales o abstractas y abstractivas de un tema, que
todo el mundo habla de él, o, piensa de él, pero raramente se materializa en
palabras.
Lamento que hoy, esta mañana le
recuerde algo que no quiere acordarse, que cree que ya está en el pasado, pero
no lo está. Por eso, se dice, todo el mundo tiene, no un pasado, sino varios.
Uno, es el que se expresa y se cuenta, otro, es el que se silencia. Unos, sus
silencios son de cuestiones muy graves, otros, son leves…
De ahí, surge esa realidad, que
todo el mundo cuenta, que alguien ha estado con una persona durante diez o
treinta o cincuenta años, y, una tarde le cuenta algo, que jamás le había
narrado. Puede ser que no tenga importancia, puede ser baladí, puede ser algo
que no haya considerado justo, puede ser que no quería contar y narrar, puede
ser que se arrepienta. Algunos por eso hablan en caso de seguros de
fallecimiento, de doble capital. O, si le sucede algo, al tomador, que creo así
se llama, la póliza vaya a dos personas –no sé, no sé si esto es cierto, o si
este concepto, no lo he entendido bien, y, me estoy inventado algo, “doble
seguro de vida”. Dejo a los expertos que maticen la realidad y lo real y lo
no-real y la no-realidad-.
Alguien se dirá y se preguntará,
que quizás determinadas realidades del pasado hay que taparlas, esconderlas,
ocultarlas, olvidarlas. Aquí, vendrían las teorías psicológicas y
psiquiátricas. Unos, dicen que hay que racionalizarlas y no-ocultarlas a sí
mismo, para asimilarlas y poder vivir con ellas. De ese modo, algo negativo del
pasado, el pus y el dolor y el trauma y la sangre que todavía florece, se cure
en parte o en gran parte. Además, sirva para arrepentimiento.
Hay que preguntarse, en nuestra
sociedad y país, se dice, no sé si es cierto, que es la sociedad que más
ansiolíticos toma de Europa. No sé si en cantidad absoluta o en proporción con
la población. De ser cierta esta información, quizás tenga relación con esta
cuestión, que en el fondo hechos o recuerdos negativos, o traumas o sufrimientos
del pasado, todavía tocan las campanas a ese ser humano –que quizás fue
inocente, le sucedió un mal grave, que alguien le hizo, y, él o ella no tiene
culpa, ni culpa moral, ni culpa espiritual, pero de vez en cuando repican como
tambores de sufrimiento y dolor y rencor
y…-. Aunque la he oído y leído muchas veces, esto de la cantidad de
ansiolíticos y sedantes para levantarse y para dormir… -dejo a los expertos que
maticen esta frase-.
Hoy, lamento haberle puesto ante
el espejo-concepto-idea de la doble vida. Del recuerdo del pasado y de la doble
vida. Pero, por eso usted lee artículos de opinión, para esta mañana o esta
tarde, venga a su consciencia, quizás temas o temáticas que tiene un poco
olvidadas. Quizás, quién sabe, si lleva actualmente doble o triple vida, se
diga a sí mismo, esto no es forma de vivir. Pero claro depende de si la segunda
vida es buena, hemos puesto ejemplos, o, o no es tan buena…
Lamentablemente, vivimos en una
sociedad demasiado materialista, demasiado relativista, demasiado hedonista,
demasiado sensualista, demasiado epicureista. Lo que incide y es más fácil, que
halla personas con doble vida. Pregunto a los sociólogos y antropólogos si han
realizado estudios de campo sobre este tema o esta realidad. Existen, pregunto.
Espero sus datos estimado lector o lectora.
http://youtube.com/jmmcaminero © jmm caminero (23 octubre 2025 cr).
Fin
artículo 5.183º: “Doble o triple vida”.
E.
02 noviembre