Artículo 5.175º: Cómo elegimos las altas y medianas élites”.
Es una grave y grande pregunta
como elegimos o nos eligen las elites, las altas elites que nos van a
gobernar/gestionar en la política, en la economía, sociedad, cultura, religión,
etc.
Siempre se habla del pueblo, se
habla de la clase media, se habla de las clases bajas, pero se habla menos de
las clases altas, y, menos aún de las clases o estratos de las elites, es
decir, esos grupos humanos que están por encima de las clases altas, que usted
puede conocer algunos miembros y otros no, usted y yo, y su vecino y su vecina.
Imagine usted que hoy ha
degustado en el desayuno tres o cinco clases de alimentos: café, yogurt, pan,
chorizo, huevos… posiblemente, lo habrá fabricado o mercantilizado una empresa
o una granja, posiblemente, puede que pertenezca a un gran grupo o mediano
industrial o de servicios. Usted a lo sumo sabe la empresa y el nombre y la
fábrica, pero posiblemente, el noventa por ciento de la población no sabemos
las últimas personas que poseen esos activos financieros o empresariales o
mercantiles…
Puede que usted conozca al último
influencer, al último futbolista, el último famoso de televisión o del papel
couché, o lo que quiera, pero usted quizás en una veintena de fotografías no
conocería no ya quién gestiona las grandes empresas del mundo, ni de su propio
país, menos aún, no ya los CEO, de esas grandes emporios económicos o medianos,
sino menos aún, los detentadores de esos poderes económicos. No lo critico,
esta es la realidad actual, este escribiente tampoco…
Por eso, la pregunta y la cuestión
es, no ya sólo la preparación intelectual y conceptual y educativa y moral que
tienen que tener las personas que forman las grandes elites, elites que son
diversas, aunque tengan contactos entre ellos –políticas, económicas, sociales,
culturales, religiosas…-, sino cómo elegimos a éstas. Hay que plantearse en un
mundo tan complejo, y, con tantas variables, si pensamos lo suficiente en este
asunto. ¿Tenemos sistemas racionales y eficientes y morales para elegir las
grandes elites, las que terminarán ocupando los altos cargos y cargas del mundo
religioso, político, económico, social, cultural, etc.?
Dirán con razón que cada sector
de lo que hemos indicado tiene sus leyes y sus normas, incluso en la elección
de los grandes cargos con grandes cargas, no es lo mismo el sistema religioso,
al menos en el cristianismo, que con diferencias, se van seleccionando desde
abajo. Dicen, que el cristianismo ha perdurado, entre otros motivos, durante
siglos, porque sus sistemas de selección, ya desde abajo y desde el principio,
es más racional y más eficiente, aunque tengan equivocaciones… desde que un
niño entra en un seminario o noviciado de joven, hasta que uno de los cientos
de miles llegue al Sumo Pontificado, ha ido atravesando redes y redes de
selecciones sucesivas, en el tiempo y en el espacio, selecciones a y en
multitud de temáticas… hechas conscientes o semiconscientes…
¿Pero sucede lo mismo en el tema
o temática social, cultural, política, económica…? Fijémonos en la política,
cómo se elige la alta clase política. ¿Existen sistemas racionales y
eficientes, en todos los sentidos, de mostrar y demostrar el saber de esas
personas, de saber si disponen de suficiente autocontrol moral y ético, si se
sabe que tienen buenas costumbres y hábitos, si y si…? Dirá alguno que esto es
volver a tiempos pasados, a volver a censuras morales o psicomorales…
Pero la cuestión, es miren
ustedes el panorama mundial, la humanidad, que gestiona miles de actividades
humanas, desde hacer un puente o un barco o un edificio, y, dispone de sistemas
de intermediación para que ese ente sea eficiente y sea real y sea óptimo.
Muchos dudan si en el terreno de las elites, de la formación y de la selección
de las elites, si la civilización ha llegado a la suficiente sabiduría teórica
y práctica. Dicho de modo más sencillo si elegimos a las elites de modo
correcto o si se eligen ellas de modo adecuado. Véase el siglo veinte en Europa
o en el mundo. Por si no es capaz de hacerse esta pregunta mirando el mundo
presente…
¿Qué ideas, qué deseos, qué
heridas, qué traumas, que fines, qué y qué tienen las personas que van a ser o
formar las elites, especialmente, las elites políticas, pero aplicable a
todas…? Porque es evidente que después, todo eso que son, todo ese mundo
profundo e interior, tendrá consecuencias en normas, reglas, decisiones,
aptitudes, acciones que se complementarán y materializarán y cristalizarán, en
multitud de “actos”. Y, esos actos afectarán a miles, cientos de miles,
millones de seres humanos, a generaciones actuales, e, incluso a otras, que
todavía no han nacido…
¿Cómo elegimos a las elites, cómo
debemos elegirlas, cómo se eligen ellas a sí mismas, cómo se forman las
aristocracias de las elites, cómo las elites aristocráticas en todos los
campos…? Dejo aquí el guante lleno de preocupación, viendo el siglo veinte,
viendo el siglo veintiuno…
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jmm caminero (18 octubre 2025 cr).
Fin artículo
5.175º: Cómo elegimos
las altas y medianas élites”.
E.
02 noviembre