Artículo Periodístico 3.041º: “Bondad y virtudes”.
¿Para ser buenos moralmente hay que
esforzarse en ser buenos con una ética y moral adecuada y verdadera? ¿El ideal
de la bondad y del bien moral y de las virtudes se ha diluido mucho?
Durante siglos, los humanos
europeos, supongo que en otras latitudes bajo otros parámetros, han tenido como
uno de los ideales y fines y realidades posibles y presentes, el camino del
bien moral y de la bondad y de las virtudes. Por tanto, cada ser humano, además
de cumplir sus deberes/derechos sociales, profesionales, familiares tenían
entre sus fines-motivos-ideales la virtud y la bondad.
Puede que usted no se lo crea, pero
incluso para quién lo rechazaba ese ideal, siempre existía, claramente, en casi
todos los campos de la realidad, una línea muy estrecha que separaba el bien-bondad
y el mal-maldad. Que después, las debilidades humanas, la fragilidad humana,
las circunstancias, la falta de concepción adecuada, te saltases alguna/s
norma/s esencial/es, eso era otra cuestión. Si tú sabías que no podías caer en
la gula, y el cuerpo-mente no era capaz de soportar esa tentación. Sabía ese
individuo, o casi todos, que había caído en un error moral grave…
¿Pero la cuestión es hoy, existe
mayoritariamente, se sabe hoy que la bondad-bien no es lo mismo que el mal-maldad,
que existen virtudes naturales morales, no entramos en las sobrenaturales, por
el momento, y que existen vicios o desvirtudes morales o pensamos que todo es
lo mismo, o casi lo mismo? ¿Qué igual que un enorme hipermercado, en la moral y
ética, es algo parecido, cada uno, se hace un mapa o una lista del bien y del
no-bien, del bien y del mal, de las virtudes y de las desvirtudes, y que
amparados en la autolibertad y autoidentidad y autoconciencia y autotolerancia
pues cada uno sigue su camino, siempre se dice, que se respete la legalidad
vigente, por lo general, con unas puertas muy grandes, y, siempre se dice, se
respete la libertad del otro…?
Podría citar aquí citar una ristra
o una fila de ciclistas filósofos moralistas y de teólogos de la ética de todos
los tiempos, podría aquí mencionar frases y axiomas y principios que se han ido
repitiendo siglo tras siglo, podría aquí citar realidades o problemáticas
concretas en los terrenos del bien y del no-bien y del mal. Pero lo que estoy
intentando recorrer, es los cien metros
con obstáculos del sentido común y de la prudencia en el terreno de la
moral/ética, la moral entendida como la práctica de la ética por el individuo,
la ética entendida como los grandes principios filosóficos que analizan la
conducta moral, tanto individual como colectiva.
Deseo que piense usted, en temas
muy generales, que observe, ahora que estará paseando en autobús por su ciudad
para ir al trabajo, o, quizás, en la tarde larga, ya de calor incrustado en su
nido/cuerva-castillo de su morada, o, quizás al anochecer, esperando que venga
las sinfonías del sueño para descansar la mente y el cuerpo.
Piense usted si, hemos dejado,
demasiado olvidada en el desván, un poco de nuestro interior y del pasado,
individual y colectivo, la cuestión de si no somos conscientes, que hemos
dejado en el frigorífico el saber, que no es lo mismo el bien que el no-bien y,
tampoco que el mal y el no-mal. Y, que cada ser humano, igual que se
perfecciona en alcanzar mejor nivel social y económico y cultural y educativo,
también, debe esforzarse en un mayor nivel o perfección moral y ética –sin
olvidar el espiritual, pero que en otra ocasión, si las tormentas del espíritu
y las circunstancias permiten que lo tratemos-.
En una clase de filosofía o de
ética, hace unos años, no muchos, no sé como surgió el tema, pero al poner un
ejemplo, cité a Noé,
Noé el del diluvio, sea un hecho que tenga una base real, ahora, dicen los
geólogos, que hace unos seis mil años antes de nuestra era, A.C., antes de
Cristo, hubo unos deshielos enormes, y, podría ser este el principio o concepto
de que en todas la culturas y civilizaciones del mundo, existan unas
leyendas-mitos-narraciones sobre esta cuestión. Decía, que cité a Noé, y, nadie
en la clase, salvo un alumno o dos, sabían quién era. Sea mito o sea leyenda o
sea transformación de un hecho, ni siquiera, teniendo en cuenta, que se han
realizado diversas películas sobre esta temática…
Igual que para asistir a una
carrera de diez mil metros, se necesitan, saber conocimientos teóricos y
conceptuales, sobre este deporte, se necesita, tener una alimentación correcta,
se necesita entrenar, y se necesita, al final, asistir a una carrera y ponerse
en funcionamiento, paso tras paso, metro tras metro. A semejanza de la carrera
física, la carrera del bien moral y de la bondad moral y de las virtudes
morales, es una carrera de la mente, y de la conciencia, y del cuerpo y de la
carne.
Y, es necesario tener unos conocimientos
mínimos de lo que es el bien y el no-bien y el mal y el no-mal, de lo que es la
conciencia humana, lo que es el ser humano, lo que hay que hacer para alcanzar
el bien, las necesidades prácticas para dicha ética o moral, y, ponerse cada
día en funcionamiento. Cada día, cada segundo, el ser humano, toma decisiones
de bien y de no-bien. Cada minuto, optamos en nuestros deseos o pensamientos o
pulsiones o palabras o actos, en escoger el camino del bien y del no bien o del
mal… Porque no es lo mismo, ver y percibir, como un niño juega con su perro y
le da un trozo de golosina, que ver como un adolescente salvaje le restriega un
calcetín sudado a su padre por el rostro, ya anciano…
Supongo que a estas alturas, sabrá
que existen bienes instrumentales –bienes económicos, bienes tecnológicos,
bienes sociales, bienes culturales, etc.-, y existe el bien moral o ético.
Supongo que a esta distancia de su nacimiento sabrá entender esta realidad. Que
estos bienes se hibridan y relacionan. Un cirujano realiza una buena operación
desde el punto de vista técnico y médico, pero al mismo, tiempo, realiza con
ello un bien moral, al realizar dichas funciones y finalidades por el bien
moral propio, por el bien moral del paciente, por la colaboración con el bien
de la sociedad y de la humanidad, etc.
El bien y la bondad es un ideal y
una realidad de perfección moral y ética. Y, y, todo ser humano tiene que
luchar cada día y cada minuto de su existencia, sea de una clase social o de
otra, de una cultura o de otra, de una edad o de otra, por alcanzar la bondad.
Porque el bien es fuente de otros muchos bienes, el no-bien es fuente de otros
muchos no-bienes materiales, psicológicos, sociales, culturales, espirituales…
¡Paz y bien y bondad…!
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (27 mayo-01 junio 2022 cr).
Fin
artículo 3.041º: “Bondad y virtudes”.
E.
01 junio