Artículo Periodístico 3.077º: “Obsolescencia del formato libro”.
¿Tenemos
que plantearnos que el códice o libro, en algunas materias, es una forma de
comunicar ideas y conocimiento que está obsoleta…?
Por lo general, en determinadas
especialidades y saberes y materias, un autor o varios, redactan un libro de
cien páginas, relatando la historia de esa cuestión, la evolución, las ideas y
los datos y los argumentos a favor y en contra. Y, por lo general, quizás, solo
aportan un diez por ciento de total de páginas de innovación o novedad. Pero
para llegar a ese diez por ciento de texto que puede ser considerado innovación
en argumentos o en datos o en razones ha dedicado un noventa por ciento de
texto, en contarnos, lo que ya en otras obras, está difundido y expresado. Y,
así en casi todas las materias científicas y humanísticas y teológicas y
filosóficas y...
Por lo cual, podemos pensar, que
dedicamos una enorme cantidad de tiempo y de recursos, a repetición con otras
palabras de lo mismo. Cierto es, que pueden existir diferencias, con ello, no
negamos la necesidad de manuales de todas las ramas del saber, de todas las
especialidades, de todas las disciplinas y desde todas las ópticas y
perspectivas y orientaciones y tendencias. Pero una cosa son los manuales, para
expresar totalidades de conocimientos sea de Psicología o Física o Matemáticas
o de Filosofía, o alguna de sus ramas, y, otra, es que por lo general, solo
redactamos libros, que son recapitulaciones de lo anterior, y, que por lo
general, si aportamos algo nuevo, solo es el diez por ciento de material, a lo
sumo, novedoso o innovador en datos o en argumentos.
Si el saber científico avanza, en
general, es porque se redactan artículos académicos y científicos, sobre
diversas materias, y en revistas especializadas, se van publicando, sean de
Humanidades, de Ciencias Naturales, de Matemáticas, de Teología, etc. En cierto
modo, este método, de que una persona, individual o colectiva, analiza una
cuestión concreta, y en diez o veinte páginas lo pública, en una revista
especializada. Este método, de redacción y de expresión, es el que permite, que
el conocimiento avance, se sintetice de alguna manera, se creen concentraciones
de información, sobre una materia o disciplina concreta, se tenga un lugar o
cien revistas especializadas, dónde se puede acumular una gran parte del
conocimiento en una disciplina o subdisciplina. Por lo cual, el conocimiento
puede ir avanzando…
Es obvio y evidente, si Google, ha calculado que en el mundo
existen, sin contar, con todos los títulos que se hayan perdido, que serán
millones en el mundo, sin contar, las diversas ediciones que se hayan hecho
sobre El Quijote, sino que el Quijote solo es un libro, según Google, indicábamos, existen en el mundo ciento treinta millones
de títulos diferentes, en el 2010,
sean libros de una sola copia u original, sean libros que tienen millones de
copias. Es obvio y evidente, decíamos, que en las materias de literatura, y,
otras semejantes, no se pueden resumir o sintetizar esas obras, que son únicas
en su concepción y son originales. No se pueden reducir solo a un diez por
ciento sus textos de cada una de ellas. Sino se tienen que expresar como
totalidades en su unidad, algo semejante, como hemos indicado, anteriormente, a
y en los manuales…
Imaginemos que este artículo,
está difundiendo una idea que pueda tener valor. Este artículo será leído por
diez personas. Y, de ellas, solo la mitad, le otorgarán un cierto valor. Las
demás, les resultará una reflexión, a lo sumo curiosa. Por lo cual, este
supuesto e hipotético conocimiento o idea que expresamos aquí, no servirá para
nada, no llegará a ninguna entidad pública o privada, que pueda examinar y
evaluar y criticar, esta sugerencia, analizarla, sintetizarla, expandirla,
evaluarla y, perfeccionarla. Y, al final, empezar a ponerla en práctica.
Por tanto, se puede estar
produciendo una enorme cantidad de conocimiento o saber, que se pierde, uno, no
sale de los vientres de los ordenadores, otros, saliendo, publicándose, está
perdido en archivos, bibliotecas, repositorios, centros documentales, y, por
tanto, no produce ese conocimiento o ideas o sugerencias o conceptos o
demostraciones, no produce conocimiento efectivo y eficiente, que pueda tener
consecuencias en otros seres humanos, en los departamentos especializados, en
los investigadores que puedan estar trabajando esos campos o esos temas, en
estos momentos…
Leí, hace unos años, que un
departamento universitario, me parece sobre tecnología de materiales, no lo
recuerdo bien. Se le ocurrió la idea, de con sistemas de acumulación o de
búsqueda de datos, con metodologías informáticas, se puso a buscar nuevos
materiales o nuevos conceptos de nuevos materiales. Y, los sistemas de búsqueda
indagaron en revistas científicas, en cientos de revistas científicas de todo
el mundo. Y, al final, después, de unos meses, encontraron que se habían
escrito cientos de artículos, que mostraban y demostraban, algo parecido, que
se habían publicado e investigado y encontrado, cientos de nuevas aleaciones,
combinaciones de materiales y semejantes, y que estaban hundidos en la mar de
la información de revistas, incluso científicas y académicas, y, nadie sabía
que existían, o apenas, habían tenido aplicación práctica.
Lo cual, nos lleva, para
terminar, ya que este texto es un modesto artículo periodístico de opinión. A
plantearnos dos cuestiones, el formato libro para expresión de ideas y
conocimientos, está obsoleto, en algunas de sus ramas. Segundo, que hay que
buscar procedimientos, quizás Archivos especializados, Centros Documentales,
ahora virtuales, equipos de investigación, que si alguien tiene una idea, que
considera es nueva e innovadora, un nuevo dato o argumento o experimento, etc.
Pueda enviarlo a un lugar, físico o virtual, dónde se pueda ver y analizar y
juntar con otras. Y, pase la prueba de la racionalidad, sea científica o no…
No tiene sentido, salvo en
determinadas circunstancias, en las materias del saber, sea científico o
filosófico –no hablamos de la literatura, ni de los manuales de todas las
ramas, donde se sintetiza todo el saber de esa disciplina, en libros de
difusión o divulgación generales, y, otras excepciones…-, que se escriban cientos
y miles de libros, sobre una misma materia, y, a lo sumo, un libro, tenga un
diez por ciento, de novedad e innovación, y, lo demás sea repetición. Es la
pérdida de tiempo para los autores y para los lectores y para los
investigadores y para el público interesado…¿Es tener a los pueblos, incluso a
los especialistas, en un grado de ignorancia, no necesaria, actualmente…? ¡Aquí
dejo mi estrella de sugerencia…!
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es ©
jmm caminero (21-22 junio 2022 cr).
Fin artículo
3.077º: “Obsolescencia del formato libro”.
E. 22 junio