Artículo Periodístico 3.072º: “Twitter”.
En
las redes o plataformas de Twitter, Facebook, Youtube en las que dispongo
cuenta, tengo unos veinte suscriptores en cada una de ellas.
No crean ustedes que vengo aquí a
llorarles, lamentando que no tengo varias docenas de miles, como tantas
personas que se dedican a estos menesteres del cultivo de la cultura tienen
acumulados, sin contar, los millones que indican que beben en sus aguas los
grandes cantantes y personas del mundo del séptimo arte, del deporte, de la
moda, etc.
Y, dispongo también de varios
blogs o bitácoras que supongo andarán también por la misma cantidad de personas
o receptores o lectores.
Podría, elevar dicho número, si
hiciese intercambio, yo me convirtiese en suscriptor de otros. Todos los días
te ofrecen esa posibilidad en docenas de nombres y entidades. Pero opté desde
el principio, a que no entraría en ese juego-corrida de toros, si alguien desea
leer o percibir, textos escritos o textos de imágenes de mi modesta
pluma-mente-cerebro, pues que se acercase libre y voluntariamente a este lago,
o, se suscribiese, si desea o no.
Por otro lado, creo que lo ideal,
serio y profundo, es no tener más de cien suscriptores, que son las personas o
entidades, que seriamente les puedes interesar. Y, ya, en ese árbol de ramas de
tapices, se puede extender, si unos toman y beben de otros. Si los creen
convenientes. No deseo tener tanto foco, así, los poderes que existen muchos y
muchos existen, intermediarios, te dejan más tranquilo, te permiten dormir en
los laureles del silencio. De todas formas, no obtengo plusvalías económicas,
sociales, culturales. Simple y sencillamente, soy un modesto escritor pensador
o pensador escritor.
Cuando empezó hace un par de
décadas este dragón de Internet, en el mundo de la cultura, hubo un viento y
aire de esperanza, por fin, encontraríamos un lugar y espacio, en el que cada
uno podría exponer sus composiciones musicales, sus diseños de moda, sus
fotografías artísticas, sus poemas, sus relatos, sus artículos periodísticos,
sus dibujos, sus pinturas y sus… Cada uno, en la faceta creativa o de
investigación a la que se dedicase. Y, y, yo que ya tenía cierta edad, cuándo
emergió este nuevo mundo conceptual, que todavía no conocemos sus límites y,
sus consecuencias, pensé, que al final, las grandes entidades serían los que se
llevarían el público y la importancia. Cosa que es lo que ha sucedido.
Nosotros, seguiremos siendo y
estando en la parrilla de los humildes cultivadores de pequeños huertos de la
cultura. Y, nosotros, seguiremos teniendo, modestos receptores, unas docenas.
Aunque podemos engañarnos, si nos apuntamos a mil, y ellos, a cambio te entran
como suscriptor/receptor. Pero eso es mentirte a ti mismo. Ya sé, que ahora, en
el mundo editorial y cultural, lo primero que miran y remiran es tus redes
sociales, y, si no dispones de un número mínimo de personas que están atadas a
tus bits de información, desisten de publicarte el libro, de contratarte como
opinador de columnas, o de hacerte una exposición en aquella galería o en una
antología… Esta es la realidad. Ahora, el valor del producto cultural, lo mide
y se mide, en metros de suscriptores/remitentes…
No puedo cambiar la realidad mental
y conciencia de individuos o colectivos, en este tema, ni en ninguno. Me
parezco psicológica y moralmente, a esa aptitud y actitud del investigador
matemático. Se dedica meses o años, a buscar demostraciones de su saber, nuevos
algoritmos o ecuaciones. Cuándo cree que ha encontrado una verdad matemática,
la expone en la revista o en su blog. Y, espera, que otros, la analicen o
critiquen o la perfeccionen, y, que quede para el futuro. Porque puede llevar
en su seno un descubrimiento.
Esta es mi aptitud, llevo meses,
años, décadas, días elaborando ideas y conceptos y datos, sobre una serie de
temas, docenas o cientos. Cuándo creo que he avanzado, un poco, un nuevo dato o
un nuevo argumento o una nueva razón o una nueva pregunta, la materializo en
forma de dibujo o pintura o texto escrito o artículo o fragmento de ensayo o…
¡Y, lo cristalizo en algo, que pueda perdurar o que otros puedan
leer-pensar-meditar-analizar-criticar…!
Envío ese pequeño tonel al mar de
la sociedad, para que recoja algo, lo analice y estudie y critique y lo
perfeccione. Y, y, así me enseñe a mí, los errores que he podido tener y
disponer y contener. No tengo la suma verdad de todo y de mil temas que he
rozado. Ustedes me pueden enseñar… ¡Y, espero que pueda permanecer flotando en
las aguas de la historia de las próximas décadas…!
Pero, si pienso, que llevo toda
una vida, décadas de reflexión y análisis, de cientos de realidades, con
docenas de perspectivas. Algo de todo ello, y, un poco más o un paso más, les
estoy ofreciendo en este bosque de publicaciones, sea en Internet, sea en
papel, sea de otros modos. Y, pienso, que es una riqueza, que mis coetáneos y
mi sociedad no está valorando. Aunque tenga muchos errores…
Sin quejarme, porque no serviría
de nada, ni para nada. No creo que los envíos de preguntas y de datos y de
información que les muestro, por ejemplo, en las redes sociales, que cada una
de ellas, tenga veinte suscriptores, muestra, que algo en la cultura y Cultura
está fallando. Porque pueden que mis escritos y mis pinturas, tengan muchos
errores, pero puede que también, estén abriendo muchos horizontes. Por lo
menos, no intento engañarle o mentirle, bastante con todos los errores que
cometa...
Hágase usted muchas preguntas,
porque alguien que se pone un pantalón, con cada pata de un color y se pone en
la cabeza un gorro de un metro de alto, es seguido por diez mil seguidores. Y,
alguien que le está intentando llevar a cuestiones esenciales y accidentales,
con nuevos argumentos y datos y razones y preguntas y cuestiones, solo tiene
veinte… ¡Pregúnteselo usted, usted que se considera que pertenece a la alta
cultura o al mundo de los intermediarios culturales o de los creadores o de los
productores o de los gestores o…!
http://twitter.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (15 mayo-22 junio 2022 cr).
Fin artículo
3.072º: “Twitter”.
E. 22 junio