Artículo Periodístico 3.045º: “Escribir para que te quieran”.
Leí, hace, muchos y muchos años,
una entrevista que le realizaron a García Márquez, e, indicaba que el “escribía
para que le quisieran”.
Lo que es aplicado a la
escritura, literatura, es aplicable a todo: a la pintura, al diseño, a la moda,
a la fotografía, a la filosofía, a la ciencia, a la técnica, etc. Pero esa
definición y descripción, entre mitad poética o literaria, entre mitad afectiva
y sentimental, entre mitad innovadora y creativa, y, entre mitad, suponemos que
sincera. Siempre me ha sorprendido y siempre la he tenido en la memoria y
recuerdo.
Siempre he recordado también, una
frase que se le achacaba a Picasso, no sé si cierta o inventada, que
indicaba, que él había dicho que “un cuadro tenia dos firmas, la del autor/a y
la de su época”. Lo cual, me parece, sea de quien sea el enunciado, una de las
máximas esenciales para explicar el mundo de la creación e investigación
cultural, quizás, salvo la ciencia, y, también es aplicable, una creación
cultural o una investigación cultural, sea el campo que sea, tiene que llevar
dos firmas, la obra en sí, sea la que sea, la firma del autor y la firma de su
tiempo y época, diríamos la firma de los intermediarios…
La firma-sello-aceptación de los
intermediarios es fundamental-esencial en el mundo de la cultura, entendamos
por intermediarios culturales, todos los que “no construyen o realizan o crean
o investigan esa determinada obra”, pero la interpretan, diríamos todo el campo
de la crítica, de los directores de museos, directores de revistas, los
gestores culturales, los antólogos, los investigadores, los seleccionadores de
obras y autores/as, los promotores, los editores, los patrocinadores, los
vendedores de esa mercancía artística o cultural, los profesores, etc.
También, siempre he recordado,
desde la adolescencia, con tristeza, que según parece ser en el gran siglo de
oro español de la cultura, el empezar del declive del imperio español. Reitero
y repito, hubo, entre los autores, grandes amistades, también grandes
desavenencias, por utilizar, palabras suaves. Se indica, que se presentó en la
puerta Quevedo,
para ver, como echaban de la casa de alquiler a Góngora, por no poder pagar la
renta.
Se dice, que entre las grandes
firmas, los grandes hombres de la literatura, no sé si también en otros campos,
las espadas verbales, no siempre estaban encerradas en sus cofres. Lo cual es
un espectáculo lamentable. Porque al final, se ha demostrado que el
culteranismo y el conceptismo y el barroquismo pueden ser y servir y
construirse grandes obras de la interpretación del espíritu y para el espíritu.
Hoy, a casi todos ellos, los tenemos encumbrados en los altos doseles de la
lengua y de la interpretación del mundo…
Hemos unido y reunido, tres
“eventualidades o realidades o construcciones de la creación o investigación
cultural”. Podríamos, interpretar una cuarta, “lo azaroso de la realidad”, las
malas interpretaciones sin mala voluntad, las debilidades humanas, las
limitaciones de los seres humanos, y, otros mil aspectos, que conocemos a
medias…
La realidad, es que la inmensa
mayoría de autores/as y obras que han producido se pierden en los silencios de
la historia, al menos hasta ahora. No sé, si será el noventa por ciento, no sé
si será el noventa y nueve por ciento, no sé si será el ochenta por ciento.
Pero esta es la realidad, la inmensa mayoría de autores y autoras, en casi
todos los campos de la investigación de y sobre la realidad, de la
creación-autoría-interpretación de la realidad, la inmensa mayoría de autores y
constructores de significados de la cultura, en todos sus saberes, cierto es,
en distinto grado –no es lo mismo, la ciencia, la tecnología, la filosofía, las
artes, las culturas, las teologías, etc.-, la inmensa mayoría, de sus
productos, si han sido publicados, van quedando algunas copias, en algunas
bibliotecas y archivos, y, el resto se van perdiendo.
Aquello de Larra, que se repite hasta la
saciedad: En España escribir es llorar, aunque los analistas, dicen, que
expresó, “En Madrid, escribir, es llorar…”.
Los que no han alcanzado, ni
siquiera el nivel de edición, pues duermen sus productos en los cajones de
madera de sus corazones, ahora, en las bodegas de los bits de información. Y,
pasando de una generación a otra de herederos naturales, se va perdiendo en el
desierto de la memoria humana. Parece una enorme contradicción-paradoja de
nuestra época y tiempo, en unos días, que tanto se valora el reciclaje de
materiales de todo tipo, no hemos pensado lo suficiente, como intentar que la
creación cultural, de tantos cientos de miles de autores y autoras, en todas
las disciplinas, se busquen la manera, de que no se pierda o destruya, que
quede para generaciones futuras. La solución es fácil, Centros de Archivo y
Documentación, al menos virtuales y onlines. ¿Pero porqué no se realizan? ¿Otra
hogaza para hablar de otro costal…?
Se llega a la tercera edad, a la
edad del júbilo/jubilación, uno, sabe que está en la recta final, en la última
cuesta o pendiente o diagonal de la existencia. No sabe, las circunstancias del
futuro, no sabe, si le resta al reloj unos días o meses o años o lustros. Pero
sabe que está en la recta final. Y, existen dos interpretaciones, unos creen
que con este mundo todo termina, otros, piensan o sienten o desean, que exista
Otro Mundo, que exista el Buen Dios, exista la eternidad para cada ser humano,
y, exista el Juicio Particular, que todas las interpretaciones monoteístas de
Occidente, han admitido durante milenios…
Uno, ante esta situación. Puede
olvidarla o pensar que no existe. O mil, otras medidas de huida o de olvido.
Pero uno, que está y ha estado siempre intentando enfrentarse a los toros de la
realidad, sin esconderse… Piensa y repiensa. Uno, que sabe que ha fracasado en
el campo de la creación cultural. Sin entrar en razones y causas, no siempre
dependientes todas de su propia persona. Hemos dicho que toda obra, tiene dos
firmas…
Uno, sin maledicencia-rencor-inquina-pestilencia-maldad,
pide, espera, se interprete bien, “pide paz para los últimos meses, años,
lustros que aún le queden en este mundo”. Pide sosiego y mesura y tranquilidad
y prudencia y racionalidad. Pide descanso y olvido. -Olvido que no es lo mismo
que sea olvidado todo el trabajo realizado…-.
Pide y tiende una mano de olvido
por todas las desavenencias posibles o reales o imaginarias o inventadas que se
hayan tenido. Uno, sabe que ya pronto se enfrentará-confrontará ante el Juicio
de Dios, que es el Juicio de su propia persona, de su propia conciencia y
autoconciencia, ya sin engaños y sin mentiras, ya, en la pura verdad. ¡Juicio y
autojuicio, que de ser o existir, debe ser muy duro, porque ya no te engañarás
más…! ¡Y, no sabes, si serás capaz de soportar el propio autojuicio de la
propia autoconciencia, sin ya engañarte, sin ya mentirte, sin…! ¿La solución de
milenios es pedir la infinita piedad y misericordia del Buen Dios…! ¡Paz y bien
y bondad y verdad y belleza y equidad…!
http://youtube.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (20 mayo-08 junio 2022 cr).
Fin artículo
3.045º: “Escribir
para que te quieran”.
E. 08 junio