Artículo Periodístico 3.057º: “La no beatificación de Chesterton”.
En
el año 2019 quedó paralizada a nivel diocesano, la causa de beatificación de Gilbert Keith
Chesterton (1874-1936), ya que el obispo Peter Doyle así lo ha
considerado.
Después de varios años de
estudios e investigación encargados y llevado a cabo por el sacerdote John Udris,
el obispo Peter
Doyle, que es el encargado oficialmente, de abrir la causa de
beatificación ha considerado que existen tres tipos de razones y causas, que
son suficientes, para que por el momento, quede en suspensión dicha causa.
No vamos aquí a analizar, los
tres tipos de razones o motivos o causas que el obispo, y, supongo que sus
asesores, hayan pensado que de momento no es suficiente para llevar a cabo este
proceso a nivel oficial. Entre otras, que quizás, no haya una veneración
popular, un olor de santidad, que durante siglos, ha sido, diríamos el gran
motor de las causas de beatificación; segundo, se ha indicado, que no sigue un
“patrón de santidad específico”, si he entendido y comprendido de forma
correcta; tercero, problemas de antisemitismo.
De momento esto muestra y
demuestra, que para el catolicismo, los procesos de
venerable/beatificación/canonización son unas realidades muy serias y profundas
y extensivas y complejas y sintéticas, en los cuales, se siguen unos pasos, que
no vamos a explicar aquí, de análisis de la biografía de los posibles beatos o
beatas, además de los escritos, de la repercusión de sus vidas, sus
circunstancias, etc.
Incluso, en este caso, que muchas
personas esperaban que terminase al menos, en un paso de venerable o, y beato,
ha sido, parece ser, de momento, que supongo este momento permanecerá bastante
tiempo, ha sido detenido o paralizado o congelado. Cuándo se le critica al
catolicismo, demasiada liberalidad en estos procesos, puede que esas personas
no sean conscientes, de todo el trabajo y la seriedad y la rigoridad que todos
estas realidades conllevar, quizás, el catolicismo debería mostrar más sus
métodos y sus resultados en casos concretos, podrían, publicar en Internet, más
documentación e información de todos y cada uno de los pasos y de los casos…
Parece ser que en España, que se
beatificó hace unos años, al beato Lolo de Linares, considerado el primer
periodista beato de la cristiandad, aunque sea Francisco de Sales, el patrono
de los periodistas. Parece ser, que es el primer beato seglar no mártir, en
siglos, que se ha realizado en nuestra sociedad...
Por lo cual, el caso anterior,
nos muestra y demuestra, no solo la realidad de rigor y de profundidad y de
análisis y de seriedad que la Iglesia Católica, lleva y conlleva, en un proceso
de esta clase. No solo el enorme estudio que supone, la dedicación de recursos
humanos y de tiempo, de análisis de la biografía de estas personas, el análisis
de sus publicaciones o escritos, sean cartas o sean libros, documentación
visual, la opinión de sus coetáneos, etc.
Por otro lado, aunque no exista
suficientes indicios de valoración de su santidad por parte del pueblo, no
podemos negar, que existían muchos miles de personas, no pocas entre el mundo
intelectual y cultural del mundo, que esperaban con moderada esperanza y
alegría, que este proceso se iniciase, y que terminase al menos, en venerable
o, y, beato. Porque, se necesita una figura, un escritor actual, que pueda
representar de algún modo, a multitud de personas de la cultura, que están
arando estos campos, y, de alguna manera, pueda servir en algunas temáticas
como modelo. Pero, quizás, no han sido conscientes, los evaluadores, de si
dicha causa de beatificación se empieza oficialmente, -no solo los años de
estudios preliminares que han dedicado, etapa loable, pero que diríamos, es
precursora y precedente, de la etapa inicial-, la importancia y necesidad de
ella. Pero….
Indicaba que en los terrenos de
la cultura y de la intelectualidad y del pensamiento, especialmente, del mundo
de la creación cultural, sea en algún saber o arte o artes, no son personas,
demasiado propensas a los excesos afectivos y sentimentales. Esperan, que
suceda, y si no sucede, esperan que quizás, vuelva la posibilidad en el futuro.
Pero no son muy propensos, deberíamos reconocerlo a la religiosidad popular,
que es más abierta, al sentimiento extrovertido, sin criticar negativamente
esta realidad.
Por otro lado, pienso, que uno de
los déficits, del cristianismo, en general, y, del catolicismo en particular,
es que quizás, no se haya analizado, estudiado, difundido con suficiente
sistematización y teologización, en qué consistiría una santidad y perfección
de un cristiano/a seglar o laico, que no pertenece a ninguna orden religiosa,
ni es presbítero, ni está consagrado, ni a ningún movimiento religioso o de la
cristiandad. Qué sería, en su caso, los sistemas de ascesis y de perfección y
de santidad y de mística y de unión con Dios. Qué reglas o movimientos o normas
u horizontes necesitaría. En el caso de las personas consagradas, docenas de libros,
por no decir, cientos a lo largo de los siglos se han ido materializando y
publicando y sistematización...
Diríamos, que por mucha
diversidad de carismas y órdenes religiosas, existe un patrón de
perfeccionamiento moral y espiritual, además del membrete de los dones y
gracias extraordinarias que Dios puede otorgar a esa persona. Pero en la
santidad laical, a mi modesto ver y entrever, durante siglos, pienso que esta
realidad no queda claro. Menos si ese laico, no ha entrado en un movimiento
cristiano de tipo seglar, sino ha ido, diríamos según el pensar y sentir de un
cristiano normal. Pienso que esto es una asignatura del cristianismo y del
catolicismo que no debe dejar de abordar y estudiar. No solo predicar la
necesidad de la santidad laical, sino explicar metodologías, generales y
concretas, a y en todos los sentidos –ascesis, vida espiritual, de una persona
que vive en el mundo, con todo lo que esto conlleva, la cuestión de las
virtudes y las virtudes sobrenaturales y naturales, en grado heroico, los
consejos evangélicos, etc.-.
Por otro lado, los grados de
sacrificio y penitencia interior, de contradicciones, de pruebas, de
sufrimientos, de dolores, de angustias, que un cristiano seglar, pueden sufrir,
puede que no traspase los límites de su piel. No sean visibles. Si san Pedro de
Alcántara, pasa noches enteras sin casi dormir, es una realidad
visible, pero si un cristiano seglar, puede que duerma todas las noches en su
cama, pero todo el sufrimiento diario que puede llevar, por mil realidades de la
vida, quizás, eso no queda patente. Incluso, por ejemplo, todo el penar que
puede estar pasando en su trabajo, en su familia en sentido amplio, calumnias y
maledicencias, vivir y sobrevivir en las realidades diferentes. Todo eso queda
incógnito, solo lo sabe el Buen Dios, y él/ella…
Por lo cual, los testimonios
exteriores, a esa persona, puede ser, que no se produzcan. Puede que no tenga
director espiritual o confesor fijo, puede que siga todas las normas del
catolicismo, en el caso que nos conviene, Chesterton, pero, diríamos que queda
en el silencio del anonimato. Puede que multitud de obras, que realiza,
especialmente, simples y sencillas, no queden registradas, y desde luego, todo
lo que podría hacer, todas las tentaciones que se le ponen en el camino, y, que
no cae en ellas, tampoco queda expresado en el saber de los otros… Todo el mal
que no hace, quién lo sabe, salvo el Buen Dios, quizás, ni el o ella mismo o
misma, sea consciente del todo, y quizás, incluso si es escritor, como
Chesterton, no lo redacte, o lo haga, de forma tan general y abstracta, en la
humildad del silencio, solo para aviso del resto de los mortales…
En el caso de un escritor o
intelectual o pensador, podría aplicarse a otros campos también, como es el de
Chesterton, nos encontramos, con esta realidad ampliada. Porque sucede una
cuestión, si mi memoria no me falla, siempre en el caso de las beatificaciones,
se tiene en consideración especialmente, los últimos quince años de la vida de
esa persona. Pero en el caso de un escritor o intelectual o pensador, se
analizan todos los escritos, como es lógico, pero los escritos, pueden tener
una horquilla, de no de quince años, sino de cuarenta o cincuenta. Y, la
evolución intelectual y conceptual, de una persona, escritor de treinta años, no
es la misma de sesenta, por poner un ejemplo. Realidad que tendrán en cuenta,
en dichos procesos de beatificación. La realidad circunstancial e histórica, de
la época, no es lo mismo, cuarenta años antes o después. Y, esto, en un
escritor queda reflejado, quizás, en otros oficios no. Porque lo escrito,
escrito queda, frase, que un tal Pilatos ya indicó hace veinte siglos…
Espero y deseo, que el proceso
vuelva a revisarse/abrirse, dentro de diez o quince años, espero se siga
acumulando información y documentación, hasta ese momento, espero, quizás, que
los intelectuales, que existen, que tanto esperaban este empiece oficial, pues
continúen con ese interés. Porque pienso que para el mundo de la cultura, que
no sé, si saben ustedes, cuántas puertas se le cierran, a las persona que se
dedican a ello, simplemente, por defender valores morales de la tradición,
naturales, diríamos, y, cuántas posibilidades se les cierran, por estar en el
orbe del cristianismo, más si es del catolicismo. Eso quizás, habría que experimentarlo
para saberlo. Y, la mayoría de personas, no lo saben-conocen…, ni me temo, que
las autoridades eclesiásticas tampoco… porque solo la persona que lo sufre lo
conoce/padece…
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jmm caminero (09 junio 2022 cr).
Fin artículo
3.057º: “La no beatificación de Chesterton”.
E. 09 junio