Artículo Periodístico 3.402º: “Aceptar lo real es lo más difícil”.
Todos tenemos campos de la
realidad, interior y exterior, que no sabemos como armonizarlas con nosotros y
en nosotros. No sabemos como convivir con ella.
Sea debido a heridas del pasado, sea
debido a intereses del futuro, sea debido a realidades conscientes o
inconscientes… Yo, les voy a exponer una mía. Me resulta difícil aceptarme,
como columnista, sueño que he tenido desde joven, me resulta difícil aceptarme
como escritor y pensador, realidad que llevo haciendo desde muy joven
–evidentemente en la medida de las circunstancias y las épocas-.
¿Y, por qué no me acepto, como
articulista y como escritor y como pensador? ¡Pongo mi ejemplo, pero usted
puede aplicarlo al suyo, cada uno tiene varios temas que no es capaz de aceptar
o de racionalizar o racionar o pensar…! No hablo de mi mismo, aunque ponga el
ejemplo de mi mismo, hablo de usted. Qué sentido tiene que hable de mí a usted,
si usted ya tiene bastante con usted de usted mismo…
En mi caso, no termino de
aceptarme, como columnista, incluso, después de haber publicado en esta última
década tres mil artículos periodísticos. No me puedo aceptar como escritor y
pensador, porque mis textos a nadie o a casi nadie interesan… Deseé siempre
observar y analizar y pensar y escribir algo de la realidad. Lo he conseguido,
un esfuerzo de cincuenta años, pero ahora, no me siento, después, de haber
rellenado miles de páginas con miles de datos y miles de preguntas y miles de
argumentos… Por qué y porqué. Sencillamente, porque todo trabajo tiene que
tener un consenso y aceptación social de los otros. Uno puede ser un pastelero,
pero si construye pasteles que nadie compra y nadie adquiere y nadie saborea.
Pues al final, el pastelero, tiene que decirse, cierro la puerta de mi
establecimiento…
Los columnistas hoy, de temas
literarios o de opinión o personales, que tantos nombres tienen, cronistas de
trozos de la realidad, comentaristas de trozos de la realidad. Hoy, dicen, que
es un tiempo de enorme desarrollo para este tipo de percepción/narración de la
realidad. Las noticias de la realidad, se materializan en unos minutos. Pero lo
que queda para el día siguiente, son explicaciones y argumentos y razones y
consecuencias. El periodismo y los medios de comunicación se han convertido en
eso. Explican lo que ha sucedido, dan razones, dan motivos, dan causas, dan
intereses, dan o intentan explicar las manos negras y blancas y azules y grises
y verdes y rosas que están detrás o delante de los hechos…
Ayer mismo, el telediario de una
cadena televisiva a nivel nacional, en la noche, dedicó quince minutos al tema
de los Leopards. Quince minutos, si no fue más. Uno, que ya es viejo
en esto. Uno, que ya estaba preocupado en esta temática. Uno que sabe algo de
información y algo de los conflictos en la historia. Uno, se preocupó y
preocupa más por el tiempo que le dedicaron, que el mismo hecho de si los
Leopards van de un lugar a otro de Europa. ¿Qué nos espera? ¿Una gran batalla
de tanques e infantería dentro de unas semanas?, ¿y, quién la va a ganar, y qué
va a pasar con quién la pierda?, ¿y, qué va a pasar con Europa, y qué con esa
zona de Europa?
Estuve leyendo y pensando y
reflexionando, durante estos días, unas cifras de judíos muertos, -reitero, yo
no soy judío-, en la segunda guerra mundial, por países y tanto por ciento del
total en ese país. Cifras ofrecidas por la Enciclopedia del Holocausto, si
no recuerdo mal, ofrecía en una serie de preguntas por uno de los Museos
del Holocausto existentes en Norteamérica. ¿Pero siempre es la misma
pregunta, cómo fue posible, esa barbaridad, cómo fue posible y cómo fue real…?
De todos los países de Europa, debemos señalar que en Bulgaria no hubo ningún
caso de judío que fuese muerto por ser judío, y según, esas cifras tampoco en España…
-cosa que deberíamos valorar y sentirnos orgullosos… ya, que siempre se citan
otras realidades pero no esta…-.
¿Ahora es una pregunta similar,
cómo fue posible el lío de Ucrania, cómo ha sido posible, cómo ha sido real, y,
dónde nos llevará…?
He intentado, cuándo me han
dejado publicar artículos de opinión, diríamos ya en mi tercera etapa de mi
existir, aunque no sepa cuánto durará esta. He intentado que los artículos
periodísticos o al menos, un tanto por ciento, puedan ser obras maestras,
comparables a las grandes obras de la poesía o el teatro o la novela o el
ensayo. Yo, si creo que el columnismo es literatura, y, también es información.
Son ambas cosas. Lo ideal es que busquemos, que intentemos que cien artículos
tengan el mismo nivel que cien poemas, de esencialidad y profundidad y belleza
y racionalidad y prudencia… Que puedan estar al lado de las grandes obras
literarias de siglos anteriores y del hoy.
Pienso y opino que la mayoría de
hombres y mujeres, no queremos aceptar trozos de la realidad. Que llevamos
dentro, muy dentro. Y, no queremos ni razonar, ni pensar, ni recordar. Que
hemos hecho, en el mejor de los casos, una especie de perla rodeado de mil
cosas, para que no nos haga daño. Pienso que una de las finalidades del
articulismo, es dar un campanazo, para que intentemos, esta mañana, con un
tema, que nunca abordamos, que nos enfrentemos al corazón mismo de nuestra
mismidad. Creo que la columna periodística de opinión, es el gran milagro que
intenta curar heridas profundas. Que un día abres la tablet o el móvil o el
ordenador o el periódico de papel, y, te encuentras una columna con un tema,
que desconoces, o un tema que has olvidado o un tema que nos quieres recordar…
Hoy, la columna periodística,
puede ser el gran sistema terapéutico de la sociedad. Aunque no lo creamos…
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (26 enero 2023 cr).
Fin
artículo 3.402º: “Aceptar lo real es lo más difícil”.
E.
01 febrero