Artículo Periodístico 3.436º: “Paseando en/por la Mancha, Albacete, II”.
El
aire es la soledad del yo, te envuelve, y te inserta en tu ser-estar, mirando y
mirándote. Pero ese aire, te relaciona con otros seres que caminan a tu lado,
con piedras de al lado.
Pasaje Lodares, el
modernismo en la Mancha. Desde que la Universidad se instaló en estos molinos
secos y resecos y estas lagunas y relagunas y aspiraciones a lagos, y estas
tierras que llevan a muchos caminos. Desde que la Universidad se instaló en
distintos campus, han llegado a estas tierras mentes y conciencias y neuronas y
sabiduría de muchos lugares. Y, añadiendo los que han surgido de estos olivos y
viñas, están recortando la historia y el paisaje del pasado en el presente. El
presente en el futuro y el presente en el presente. Unos, mueven una cortina de
una temática, otros de otra. Este pasaje merece estar en los libros del
modernismo, del arte modernista, de esos manuales que se amasan al estudiar
este movimiento, en la totalidad de esta Celtiberia actual… Paseas por esta
garganta, calle-paisaje-pasaje y paisanaje, rememorando al viejo maestro Unamuno,
que tantos viajes hizo por Castilla, que no sé si llegaría a estas tierras de
Al-Basit…
Teatro-Circo,
el
más antiguo del mundo, que no sé si ya ha cristalizado en Bien Inmaterial de la
Humanidad, pero que es el sueño y el deseo de tantos, de tantos que habitamos
en esta tierra. Quizás, no sepamos los manchegos vender los productos, mostrar
con más claridad nuestras sonrisas, quizás, llevamos un sueño de dolor metido
en el alma, quizás, de sentirnos olvidados de nosotros mismos, y de tantos.
Dicen que el señor Bono,
alcanzó tener Universidad, porque los poderes del Centro, no querían darnos esa
posibilidad, eso se dice en todas las tascas y bares y restaurantes y terrazas
de estos lugares. Cuando en otras regiones, tienen varias, tres y cinco y diez
y… Tenemos que mirarnos y remirarnos a nosotros mismos con otros ojos,
querernos y amarnos a nosotros mismos, para que otros, empiecen a estimarnos, a
otros de lejos y de cerca, empiecen a decir, no todo es playa, sino la tierra
tiene su historia, de la tierra nacen los jamones y las uvas y los trigos y los
panes y las esperanzas y las sonrisas… Somos todo eso. No somos más que usted y
que ustedes, no somos menos, que usted y que ustedes.
Somos la tierra por la que han
pasado todos los conquistadores desde Aníbal, al gran César o Julio César –hoy, diríamos
que fue un genocida-, dicen, desde las tropas napoleónicas y las tropas
cartagineses y las tropas romanas y las tropas musulmanas y las tropas
cristianas y las tropas… Somos, lugar de paso de la historia, y lugar de
instalación de la historia… Somos, la desgracia, que el gran archivo de la Orden de Calatrava, se perdió en el
castillo de Consuegra, dicen, quemado por las tropas francesas, y nos quedamos
sin un trozo largo y grande de historia, de nuestra identidad.
Deberíamos mandar a personas que
investiguen por todos los archivos de Europa y América, para ver que dicen
sobre la Mancha, para recuperar algo de la historia, algo de lo que haya
quedado fuera. Aplicar los sistemas de Big Data, para recoger datos y
acontecimientos y personas, de la Mancha en otros lugares, de otras personas
que han atravesado, en algún momento, este mar de tierra y lago sosegado y
tranquilo. Albacete, la Mancha, lugar para meditar, Teresa de Ahumada y Juan de Yepes,
estarían de acuerdo, la Mancha como lugar para la ascesis y la mística, para
renacer el alma-espíritu, sin olvidar la carne y la tierra, pero sin olvidar el
cielo y el Cielo…
Hace tiempo entré en el vientre
del Museo
de Albacete. Tengo pendiente realizar, lo tengo apuntado una columna
sobre esta entidad cultural e histórica, sobre el famoso caballo y caballero,
como símbolo del ser humano, como símbolo de la ciudad, cómo símbolo de la
historia. Somos seres vivientes y sintientes y sentientes que vamos pasando.
Los demás, quizás, no conozcan, nada más que una parte muy pequeña de nuestros
sueños y deseos y dolores y alegrías, Vamos pasando, unos creen, que después
existe Otro Mundo, otros, dicen que no. Pero todos tenemos que esforzarnos, en
que este mundo, no añadirle más colores negros, sino algunas claridades, luces,
violetas y azules y rojos y rosas y verdes y amarillos. Diríamos que ese es
nuestro deber, aportar colores y sumar colores y mezclar colores, con nuestras
palabras, actos, deseos, gestos, miradas. Colores buenos y bondadosos y
verídicos y verdaderos…
Los viajeros, un poco cansados,
por dentro y por fuera, degustaron el pisto manchego, en unos lugares con huevo
y en otros sin él. El ser humano es la suma y mezcla de variedad y de
combinaciones. El ser humano toca algo y lo modifica, el ser humano, acepta
tradiciones y cambios, el ser humano viene del pasado hacia el futuro. El ser
humano, todo ser humano, tiene que sentirse humilde e importante. Esa
combinación de ambas sabidurías, el ser humano es todo y parte, es en sí mismo,
unidad substancial, decían los viejos maestros escolásticos.
El ser humano tiene que irse y
haciéndose y rehaciéndose en verdad y bondad y racionalidad y prudencia. Esa es
su gran siembra en este mundo. Puede ser panadero o cartero o médico o
ejecutivo o cura o enseñante, pero todos tenemos que ser buenas personas. La
ciudad que nos rodea, la ciudad en la que nadamos todos los días, la ciudad que
nos permite por sus calles como venas ir de un lugar a otro, nos debe permitir,
favorecer ser un poco mejores, sentir un poco mejor, dormir un poco mejor,
tener mejores esperanzas.
Somos un aliento de unas decenas
de años, y, aunque nadie nos recuerde dentro de cien años, nuestros actos,
algunos de nuestros actos, pueden perdurar. Quién iba a imaginar, un esclavo
anónimo y sepultado en su condición, que las piedras que puso en el Puente
de Alcántara, dos milenios después, todavía eran útiles y eficientes.
Ese esclavo o esclavos reales, olvidados, nos dejaron una realidad que todavía
nos sirve a nosotros. Pues, pues algo así. Usted con sus gestos y sus palabras
y sus actos, quién sabe la trascendencia positiva que pueden tener. Esa es la
realidad. De ahí, la necesidad de hacer bien, de hacer el bien, también aquí,
aquí en Albacete, aquí, sea de paso o sea de estancia larga de décadas… Todos
somos algo de todo, todos somos diferentes a algo de todo y de todos. Paz y
bien.
http://filosliterarte.blogspot.com.es ©
jmm caminero (05 enero-22 febrero 2023 cr).
Fin artículo 3.436º:
“Paseando en/por la Mancha,
Albacete, II”.
E. 22 febrero