Artículo Periodístico 3.434º: “La fama y la notoriedad son un error”.
La
buena fama y el buen honor de una personas es una cosa necesaria e imprescindible, pero la fama
pública y la notoriedad pública tiene mucho de negativo y algo de positivo.
¡¿Cuántas personas conocen a los
grandes ejecutivos y empresarios de nuestra sociedad y país!? ¡¿Esos que tienen
el poder de la propiedad de decenas/cientos de empresas, o trozos de
grandes/medianas empresas, o gestionan y dirigen grandes y medianas empresas?!
¡¿Todos los días consumimos sus productos o sus servicios, conocemos marcas de
mercancías y de servicios, nos llevamos todos los días los yogures o las salsas
o los vehículos o los frigoríficos o realizamos viajes con tal o cual compañía,
pero para nosotros, la inmensa mayoría de nosotros, no sabemos o no conocemos,
ese producto quién es el dueño o propietario o quienes, si es una sociedad
anónima o compartida, y, algo los gestores que dirigen en nombre de los
propietarios esos entes sociales y económicos…!?
¡¿Pero si conocerás el último y
gran futbolista, el primero y gran cantante, todos o casi todos los nombres que
presentan y representan sus vidas y sus biografías y sus hechos en las
televisiones, eso de la ficción realista o show del realismo o reality show…!?
¡¿Sin contar la fama pública y la notoriedad de unos días o semanas, los quince
minutos de Warholla,
que después redujo como marca comercial a Warhol?
¡¿Y, en los hombres/mujeres de la
cultura-Cultura sucede lo mismo, si no alcanzas determinada fama y notoriedad,
tus productos culturales, no son valorado lo suficientes, no son comparados o
consumidos o interpretados o meditados, y, todos, todos los de este grupo o
conjunto se lanzan a la plaza de toros para intentar con sus trajes de luces
tener presencia cultural…!?
¡Hay quién dice que hoy la
cultura se ha convertido también en una carrera de aumento de la presencialidad
pública, así, el adagio umbraliano, tomado de la tradición que hoy, un escritor
tiene que estar apoyado y refrendado y monitorizado/mentorizado por un
periódico, axioma que parece si se cumple en muchos casos…! ¡De ahí, que tantos
autores, están siempre medrando, según la época, en los ámbitos y círculos
culturales, sean tertulias café culturales, en otros tiempos, ahora, en radios
o televisiones o periódicos o en Internet…! ¡Siempre el ser es el estar, y, el
estar hace el/al ser…!
La excelente escritora y
articulista Rosa
Montero, en un artículo: La popularidad es una burla, en El
Pais, 15 de noviembre de 1998, nos relata algunos aspectos de esta
cuestión. Todo el mundo como es lógico tiene que ocupar su lugar bajo la
sombrilla del sol y de la luna. Todo el mundo, en su oficio y su profesión y su
vocación desea ocupar los peldaños más altos de la escalera de su nicho
económico y social. Todo ser viviente, nos diría, el viejo maestro Tomás de Aquino,
todo organismo intenta vivir y sobrevivir.
Pero la cuestión es si todas las
llamadas y todas las formas y todas las materializaciones son semejantes e
iguales y lógicas y racionales y morales. Qué es y qué no es lo justo y
equitativo y lo conveniente. Han surgido algunos grandes escritores en Estados
Unidos, que nadie conoce, ni su fotografía, ni su rostro, salvo los agentes
literarios. Tienen prohibido todos los gestores difundir sus rostros/tez/cara,
solo sus producciones culturales. Pero en general, en ningún producto cultural
o arte o saber, hoy, se puede realizar esto. La cara y el rostro es lo primero.
Cualquier periódico digital, exige que para publicar tus columnas de opinión,
que envíes tu foto y, si no, no hay trato, no hay difusión, no hay publicación.
Yo, envío, alguna foto real de hace unos lustros, y, al mismo tiempo, un rostro
pintado casi abstracto, indicando que expongan el segundo. Pero en la mayoría
de los casos los gestores de los digitales, exponen el primero, el de la foto
realista…
Opino y pienso y creo, que lo
ideal, es que el producto cultural, brille o intente brillar, pero el autor o
autora, quede en un quinto lugar. Que pueda seguir caminando por las aceras y
no sea reconocido por nadie. Porque así, nadie ante ti, hace teatro. Nadie ante
ti, representa un papel. Así puedes oír y escuchar mejor tu corazón y al
pueblo. Así, nunca te alejas de la gran fuente y fuerza que es el pueblo. Somos
pueblo, y, en el pueblo y del pueblo emergen las grandes energías. Puede que
las elites y las clases altas dirijan/gestionen/manden las sociedades y los
Estados, la cosa pública y la cosa privada. Pero el gran Amazonas del mundo,
son los miles de millones que forman y conforman el pastel del pueblo. Pueden
que las altas clases sean la guinda del pastel, pero nosotros, somos toda la
tarta, toda la mermelada, la harina, el huevo, el bollo, el chocolate, hasta la
caja donde va envuelta…
Sé, que es un sueño indicar hoy
esta realidad. Hoy, que todo el mundo necesita y desea el protagonismo, hoy,
que si alguien no tiene suficiente visita de seguidores, en las llamadas redes
de comunicación social, las personas pueden caer en depresiones y en baja
autoestima, hoy, que la vida es tan compleja…
Pero yo, modesta y humilde y
mesuradamente pienso y opino y estimo y creo que la fama pública es un mal
menor, pero mal, que lo ideal, es que tu producto cultural, o tu producto
comercial o tu producto mercantil tenga un lugar preferente, pero tú, como los
grandes empresarios y gestores, seas desconocido. O, al menos, ocupes un quinto
lugar en todo este tinglado o teatro o representación del mundo.
Así, se valorará o desvalorará tu
mercancía cultural, pero no tu persona. Así, no pasará, como tantos que he ido
conociendo por los medios de comunicación, que están durante varias décadas
siendo los divos de la cultura, después fallecen o les toca una larga y grave
enfermedad, y, ya no están en los candeleros de las
televisiones-radios-periódicos-tertulias-conferencias-Internet, y, ya sus luces
se van apagando y apagando y reapagando y enmudeciendo…
http://twitter.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (06-15 febrero 2023 cr).
Fin artículo 3.434º:
“La fama y la notoriedad son un error”.
E.
15 febrero