Artículo Periodístico 4.458º: “Es fácil criticar a un articulista de provincias”.
Es fácil criticar, cerrar puertas
a un columnista de opinión de provincias, que posiblemente no cobra ni un
céntimo, y que ha estado diez/treinta años esperando que le publiquen.
Lo
primero que sucede en nuestra sociedad y país, en el terreno del articulismo de
opinión, no trato otros géneros periodísticos, sino solo éste y aplicable
también a las viñetas de humor. Que yo sepa, nadie sabe cuántos existen. Al
menos un número aproximado. Todos los columnistas de opinión, que de forma
periódica, pongamos por caso, una vez cada quince días, pública un artículo de
opinión en un medio nacional o provincial o comarcal o regional, tenga
estipendios económicos o no, sea periodista profesional con titulación o no.
Sino
simplemente, que al menos publica de media un artículo cada quince días, o uno
al mes, si quieren, en un medio en papel o digital, y, esto lo lleva haciendo
digamos un tiempo, pongamos tres o cinco años, y, existe voluntad en esa
persona, de continuar, digamos con esta actividad. Pues, siempre decimos, se
saben y conocen cuantos pasteleros existen en el país, cuántos cirujanos pero
no cuántos columnistas de opinión, ni tampoco cuántos viñetistas de humor
gráfico –ambos aplicados a la prensa-.
Pero
es fácil, que desde posiciones de poder de este género, desde medios de
audiencia nacional, desde firmas de enorme importancia o de notoriedad pública,
que nadie puede negar, desde personas con una alta posición en dicha profesión,
a veces, se critica, a veces, sin mucha piedad, ni conmiseración, o se
infravalora la producción columnista de cientos y cientos y cientos de
articulistas de provincias, que llevan dándole a la tecla de sus neuronas, tres
o cinco o diez o veinte años, llevando su texto, semanas o mensual o quincenal
a una cabecera o a dos, y, esperando que sus palabras le sirvan a alguien, y,
si suponemos tiene buena voluntad, que no podemos negar este aserto, pues intenta
dar luz a un tema o a una cuestión.
Debo
indicar, que no me gusta la forma estética y estilística de demasiado vinagre
en las críticas, creo que como el refrán popular se indica: se cazan más abejas
y avispas y avispones con miel que con
vinagre. Pero también debemos reconocer, seamos justos, que alguien, pongamos
el caso, que lleve haciendo artículos diez años, y, haya escrito, pongamos el
caso de mil. Puede que no se merezca el Nobel Literario, pero debemos aceptar
que quizás también ya sepa ese oficio. Puede que lleve diez o cincuenta años
leyendo artículos y prensa y libros y viendo películas y documentales y teatro
y escuchando a la calle y oyendo a su corazón. Y, el corazón de uno mismo, es
semejante al de los otros. Digo yo, que alguien, que lleve arando un campo diez
o veinte años, sabrá algo del campo y de los cereales y de las frutas y del
clima y del agua y de las peras y manzanas…
He
indicado muchas veces, que departamentos universitarios de periodismo o
ciencias de la información, que asociaciones de prensa provinciales, o,
fundaciones o museos o bibliotecas, podrían libre y voluntariamente abrir una
etiqueta a sus archivos y directorios, para ir recolectando los nombres que se
dedican a esa actividad, sean periodistas con carrera o no lo sean, cobren
dineritos al final del mes, o solo las gracias. Porque creo que sería, si los
autores así lo desean, sería muy importante, conocer, si en Cádiz o en La
Coruña o en Guadalajara o en equis y zeta, existen cien o quinientas o mil
personas que redactan artículos de opinión o viñetas. Porque para conocer un
nicho ecológico el botánico debe ir y conocer cuántos tipos y especie de
plantas existen, y, después vendrán otros estudios…
Porque
al final, es una riqueza cultural, conocer cuántos palacios de piedra existen
en un territorio, cuántos hacedores de palabras, que después las expresan en un
arte o en un saber o en otro, en un género o en otro, aquí estamos hablando de
viñetistas y de columnistas de opinión. Aquí estamos hablando de estos dos
géneros periodísticos de la mirada personal, podríamos indicar, de la
percepción personal, podríamos expresar…
Es
fácil, nadie se ofenda, que alguien que a los veinticinco o treinta años, le
abrieron una redacción y un trabajo en una redacción y cabecera, y, desde ese
primero puesto ha ido ascendiendo en fama y notoriedad y profesionalidad y
valía y genialidad. Es fácil, no valorar a una persona, que ha podido estar,
diez o treinta años esperando, no que le abran una redacción y un puesto de
trabajo remunerado, sino simplemente publicar artículos de opinión o/y viñetas
de humor. Es fácil de alguien que tiene una posición, ganada por sus méritos,
pero que les abrieron las teclas de la máquina de la redacción a los
veinticinco o treinta años, critique sin misericordia y sin piedad, a alguien,
a muchos, que quizás, para conseguir que le publiquen han estado esperando diez
o treinta años, y, que solo lo han conseguido, cuándo ha venido la revolución
digital en la prensa, porque si hubiese continuado solo el papel, jamás, le
habrían dejado torear ningún toro, ni becerro, ni vaquilla, ni en plazas de
toros de quinta, ni de tercera. Paz y bien…
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (25-29 septiembre 2024 cr).
Fin artículo 4.458º:
“Es fácil criticar a un articulista
de provincias”.
E.
29 sept.