Artículo Periodístico 3.754º: “Polémicas entre grandes columnistas”.
Aunque
no me agrade, creo que me veo obligado a tocar el tema de las ideologías y los
columnistas. Hace tres décadas se enzarzaron dos grandes voces del parnaso
español.
En
Diario16,
del 13 de mayo de 1993, Raúl del Pozo
firma un artículo titulado: Martín Prieto, estáte quieto. El 14
de mayo de 1993, Martín Prieto le
contesta o responde con otra columna titulada: Mi gozo en tu pozo, Raúl,
y el 17 de mayo, considero como una especie de equiparación o equilibrio, el
articulista, José Luis Gutiérrez, le
contesta en el Diario16, con una
columna titulada Las dos Españas en el gran guiñol.
Debo
reconocer, que quizás, estas diatribas-polémicas-lances, quizás, tengan otros
orígenes, conscientes e inconscientes, quizás otras cuestiones. No voy a entrar
en el meollo o análisis de estas temáticas concretas, tres décadas después, que
ya ha caído mucha agua y mucho calor sobre este pentágono que es Iberia. Y,
menos aún, me voy a poner en las trincheras de uno y/o de otro. Pero si indicar
que todo esto me recuerda los duelos de palabras y conceptos que se produjeron
en el Siglo de Oro español, entre Cervantes,
Quevedo, Tirso de Molina, Góngora, Calderón, Lope de Vega… Todos genios y
genialidades, con sus fratrías y son contrafratías…
Estimo
o creo u opino o valoro o juzgo que en una parte del periodismo español,
realizado por profesionales, algunas veces, de décadas de sudores en las
redacciones o fuera de ellas, por mil motivos o mil razones, se ha polarizado,
es la palabra que se utiliza ahora, se ha caído en el “trincherismo”, concepto
que quizás sea más ajustado a la realidad y a lo real.
Opino,
que la libertad de conciencia, pensamiento, expresión, publicación. Si se me
permite indicarlo, yo, que soy un modesto opinador o columnista, hablarles a
los grandes y medianos medios, a los grandes y medianos periodistas. Si se me
permite, los medios de comunicación –periodismo, radio, televisión, webs de
distintas entidades, blogs de particulares-. Opino y creo y pienso que hay que rebajar el nivel de polémica y
controversia.
Comprendo
y entiendo, que existen miles de periodistas en el desempleo o rozando el
desempleo. Comprendo y entiendo que los medios de comunicación han caído en una
enorme crisis de ingresos. Comprendo y entiendo que las administraciones
públicas son un elemento esencial de supervivencia de esos medios. Comprendo y
entiendo que muchos medios han caído bajo la mirada económica de los grandes
emporios económicos y empresariales y financieros de la sociedad. Comprendo y
entiendo que el columnista o periodista con nombre y apellido, sea el medio que
sea, hay que mantener una audiencia, y, comprendo y entiendo, que hay que pagar
los tomates de cada día, además de las hipotecas, además de algún viaje con
alguna buena compañía a Cancún.
Entiendo
y comprendo la fragilidad y la debilidad y la vulnerabilidad humana a y en
todos los sentidos, modos y maneras y formas. Pero también entiendo y
comprendo, la gran fortaleza de los seres humanos, como se muestra y demuestra
a lo largo de los milenios, en situaciones graves y límites y radicalmente
negativas –la humanidad ha soportado sobre sí misma, enormes catástrofes, y,
hasta ahora, siempre hemos estado sobreviviendo y sobresoportando y
sobrellevándolo y sobrerespirando y sobreandando-.
Pero
opino que el periodismo, hoy, el columnismo en concreto hoy, tienen que dar
ejemplo y ser un foco y faro de diálogo y de paz social. No hay que indicar que
cada periódico o medio puede y debe tener su ideología concreta, sus intereses
concretos, sus finalidades concretas. Pero solo pido, que como ejemplo y como
faro y foco y luz, los medios de comunicación, y las personas que lo forman y
lo conforman deben dar ejemplo, en una ética deontológica de dichos medios, una
racionalidad dialogante…
Alguien,
grande o pequeño o mediano, en la fama y notoriedad de estas realidades de
comunicación y de ideas, puede pensar sobre cualquier asunto o tema, lo que
crea conveniente, pero debe razonarlo, dar hechos, dar argumentos o al menos
esforzarse, no engañar y no mentir, intentar mostrar trozos de verdad. Y, desde
luego al otro, a la otra persona, a la otra entidad, sea persona de carne y
hueso, sea persona jurídica, sea persona ideológica, le debe mostrar respeto.
Y, ese respeto, se demuestra, no estando de acuerdo con él o ella, sino que
aunque se difiera se tenga y se disponga un cuidado exquisito con las palabras
y especialmente con los adjetivos. Debemos otorgar al otro, el beneficio de la
buena voluntad y de la bondad moral.
El
otro puede estar equivocado, profundamente equivocado, sea otro periodista o
sea otro columnista o sea un político o sea un empresario o sea un artista…
puede que esté equivocado. Pero por eso y para eso, se ha inventado el
periodismo de opinión o literario o artículos de opinión, para expresar ideas y
argumentos y razones y hechos y datos, para poder como los curas durante
siglos, desde sus púlpitos decir y juzgar realidades, siempre en tono general.
Que es un artículo de opinión sino un sermón laico, que es sino una
conversación entre vecinas juzgando el último acontecimiento del alcalde del
pueblo… ¡Pero hacerlo con respeto y mesura y paz y pacificación…!
El
articulismo y el periodismo haría mucho y mucho bien por el país, teniendo en
cuenta, nuestra historia larga de desavenencias y desencuentros, si buscásemos,
los protagonistas de los medios, los periodistas y articulistas, llenar sus
surcos de palabras y frases y fragmentos con más paz y más sosiego y más
respeto… Puedes decir y expresar cualquier cosa, con argumentos y razones y
datos, siendo equilibrado y mesurado, no ofendiendo a nadie, sea individuo o
sea colectivo o sea ideología o sea grupo o sea tal o cual… (Y, los que tenemos
mesura o la intentamos, por desgracia, tenemos menos audiencia, que aquellos
que juzgan con cuchillos los vientres de las realidades, muchas veces, sin piedad
y sin misericordia, por tanto, aquí los lectores, también tienen su gran y
grave responsabilidad…).
¡Cuándo
las personas que nos representan, y, el periodismo es para el pueblo, la
intelectualidad que conoce, porque no conoce a los miembros de las Reales
Academias, ni los miembros de los cientos de departamentos universitarios con
sus catedráticos-as egregios-as, ni conoce a los Altos Cargos de la Política,
los que no salen, casi nunca en las fotos, ni… ni… pero si conocen, al
periodista o comentador que surge de los vientres de la televisión/radio y,
utiliza palabras no respetuosas contra otro/s, o si conoce, a un periodista de
periódicos de papel o digital, que pone como una centrifugaradora a un colega
de otro medio o de otra ideología…!
¡Y,
no olvidemos, el pueblo, y, yo soy parte del pueblo, por eso lo sé, el pueblo
imita a los grandes protagonistas de los medios, en la escuela se nota con una
evidencia enorme, por favor, la diferencia de criterio es riqueza cultural e
interpretativa, pero no caigamos en los defectos y errores, de los genios
literarios del siglo de oro español, no volvamos a caer en ese error…! ¡Paz y
bien…!
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero
(13-30 agosto 2023 cr).
Fin artículo 3.754º:
“Polémicas entre grandes columnistas”.
E. 30 agosto