Artículo Periodístico 4.078º: “La historia pequeña y olvidada de los periódicos”.
Fijémonos
hoy, en una realidad social, la historia del periodismo –periódicos, radio,
televisión, ahora Webs de información en Internet-, no la gran historia sino la
pequeña.
Retrotraigámonos al siglo quince,
dicen que lo que ahora es el barrio de las Letras en Madrid, existían varias
personas, que a la sombra de varios ministerios y embajadas extranjeras y
delegaciones exteriores –en lenguaje moderno-, se enteraban de noticias y, al
principio, las copiaban en papel, haciendo copias y cobrando. Y,
posteriormente, en una hoja volandera o en una hoja suelta con la imprenta de
tipos móviles o de Gutenberg
–desconozco si hubo el paso intermedio, de grabaciones xilográficas o en
madera-. Hasta ir evolucionando las técnicas de la impresión, y, a todos los
medios de comunicación que la tecnología y la tecnociencia ha ido brotando y
gestando y embarazando…
No vamos a fijarnos en los
grandes medios y en las grandes causas, existen películas que reflejan algo de
todo ello. Ya que la televisión-cine ha sido hasta ahora el gran medio de
comunicación e información, incluso de enseñanza, existe una parte de la
población que a lo sumo lee dos o tres o cinco libros al año, pero que ha visto
y percibe cientos de horas de televisión y cine cada año. Con lo cual la base
de su magma de información es el sistema
audiovisual, ahora traspasado a Internet.
Pero sí, valoremos, en España
ahora existen cientos de cabeceras, más de setecientas se indica, quizás cerca
de mil, si se tiene en cuenta, que los medios de radio y televisión, suelen
tener cabecera, dónde insertan no solo programas de sus modos y medios, sino
incluso escritos, con lo cual, en la práctica se convierten en periódicos
también.
Diríamos que se han hibridado los
medios, el periódico en papel, es ahora digital o papel/digital, y, dentro de
su información existen no solo imágenes fijas, sino imágenes en movimiento,
como definición de lo audiovisual. De la imagen en movimiento, tanto sean de
reportajes o realidades informativas, sean de todos los programas de la vida
diaria y rutinaria. Hoy se ha combinado de mil formas la palabra, la imagen
fija, el sonido, la imagen en movimiento, etc., falta que en los medios se
pueda insertar el olor, el gusto, el sabor, la experiencia perceptiva táctica
–pero quién sabe si con el tiempo se irá consiguiendo esa sinergía y síntesis e
hibridación de los diversos sistemas perceptivos…-.
Cientos de periódicos digitales
en nuestro terruño ibérico salen todas las mañanas, a todas las horas se van
insertando noticias e informaciones, realizadas por dos tipos de personas,
unas, son profesionales con titulación periodística, y con contrato y
remuneración económica mayor o menor, y, otra, son personas que pueden llevar
en los medios años o lustros, pero que no suelen tener titulación académica de
periodismo, pero intervienen en algún proceso del medio de ese medio de
comunicación.
Dentro de este segundo grupo,
existen personas que intervienen en la elaboración de algunos de los géneros de
la redacción: reportajes, fotografía, entrevistas, noticias, y, también
artículos periodísticos. Pero dentro de este segundo grupo, también existen
personas, que no tienen titulación de periodismo, que no desean ejercer de
periodistas en búsqueda y elaboración de información de actualidad y novedad y
de búsqueda de reportajes y fuentes, solo son columnistas de opinión y solo desean
ser articulistas de opinión.
Dentro de este último subgrupo
esas personas, están especializadas, pueden llevar años, quizás, décadas,
incluso deseándolo hacer desde hace cuarenta o cincuenta años, pero jamás les
dieron la oportunidad en los periódicos en papel, pero ahora si en los
digitales, o al menos, en algunos digitales.
Y estas personas si desean hablar
y hablarnos de multitud de temas, que son temas de lo real y de la realidad,
que pueden ser actuales o no actuales, temporales o intemporales, pueden ser
novedad o no novedad, pero son y están en el corazón humano. Porque los hombres
no solo comen del pan de las noticias últimas e informaciones de ayer más
rabiosas, sino de multitud de temas, porque al final, somos carne y mente y
alma y seres sociales, seres culturales y seres que están y son Naturaleza…
De todos esos ámbitos, y, de la
interacción de todos esas dimensiones surgen multitud de realidades humanas. De
eso hablan muchos articulistas, con más oratoria o menos retórica o con más
tropos o menos metáforas. Siempre que sean respetuosos, cosa que en el
periodismo hispánico los ánimos se van agravando y envenenando cada vez más
–ahora se llama polarizando, pero la realidad es radicalizando-. Siempre que
sean personas con una escritura tolerante, creo que son necesarios, no solo
para el periodismo en general, ni solo para el articulismo en general, sino
para la paz social y la paz política del país. Alguien debe buscar no la
noticia última, sino suavizar el corazón humano…
Que existan cientos de columnistas
hoy, la mayoría sin cobrar dividendos, de alguna manera, en algunos premios de
periodismo no los admiten sus artículos, por no ser licenciados en Ciencias de
la Comunicación, creo que están haciendo una labor importante, porque están
mirando la realidad o trozos de la realidad con otros ojos y otros oídos y
otras percepciones. Aunque se equivoquen. Sin esas personas, cientos dicen
existentes, quizás el periodismo de hoy, se reduciría sus cabeceras, se
reduciría su riqueza comunicativa…
Hoy, quiero romper una lanza de
homenaje, no solo a los comunicadores en todos los medios, también en el
periodismo digital, sino a todos esos, que no tienen los estudios académicos
obligatorios, pero que llevan aportando ideas y palabras e imágenes y frases y
metáforas y aciertos y errores, desde hace meses o años o lustros o décadas… a
esos periódicos y medios, que existen, a cientos, que pueden ser titulados de
menor audiencia, pero que también ocupan su lugar y su espacio y su tiempo…
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (18-26 febrero 2024 cr).
Fin artículo 4.078º:
“La historia pequeña y olvidada de los periódicos”.
E.
26 febrero