Artículo Periodístico 4.100º: “Ulises de Joyce y Castellani”.
Ha
hecho un siglo de su publicación y continúa planteando preguntas, Joyce dijo que había escrito el libro
para que estuviésemos tres siglos interpretándolo y reinterpretándolo.
Y,
eso es lo que hacemos, nos encontramos ante un “producto cultural”, dentro del
género narrativo-novela, ante el que existen todavía dos posturas, los que
piensan que abrió un nuevo campo a la hora de comprender el mundo desde las
literaturas, y, aquellos que sienten y piensan que es un fiasco, con todos los
matices que se deseen.
Personalmente
estoy dentro del grupo primero, creo que abrió junto con Proust, y, otros autores, un nuevo mar de conocimiento, nos
elevaron a nuevas alturas, desde el saber literario para entender y comprender
algo de lo que somos por dentro y por fuera, individual y colectivamente. A un
siglo de la publicación de esta bodega cultural, que eso es el Ulises,
ya muchas de sus ideas han pasado a todas las artes, ya, muchos de sus
conceptos, queramos o no, han entrado en nuestras células más profundas, a
través de las artes literarias, el cine, la moda, las formas de percepción e
incluso el deseo…
No
debe extrañarnos tanto, después de Balzac
y Zola, después de Proust, y, de otros, no había más remedio que llegara Kafka y Joyce, y, después de todos
ellos, la “famosa nueva novela
francesa”, Faulkner, y, todo el boom latinoamericano: Fuente, Vargas Llosa, García Márquez… y, otros cien que no podemos
citar, primero, porque ahora no recuerdo a todos, segundo porque esto es un
modesto artículo de ochocientas palabras.
Pero
no nos engañemos todas las artes plásticas en dos siglos, desde Goya a Turner, pasando por los impresionismos, cubismos, expresionismo, surrealismo,
etc., cambiaron las artes de la imagen y las plásticas, es lógico que todo haya
ido cambiando. Todos los saberes han sido revolucionados desde la física, con las teorías cuánticas y las teorías
relativistas. Las matemáticas, la medicina, la biología, las ciencias
sociales han producido un salto enorme. Y, evidentemente, las humanidades
filosóficas, las teologías cristianas, y, la vida normal y rutinaria. Esta es
la realidad, el mundo en cien años, en
cuatro generaciones, entre 1850 hasta 1950 cambió todo, digo hasta la
primera mitad del siglo veinte. Y, ha continuado cambiando…
No
podemos extrañar y olvidar y obviar, el aumento demográfico entre otros cientos
de factores, ha multiplicado la población, con lo cual, hay más masa cerebral
en el mundo, por consecuencia más cambios a y en todos los sentidos, a y en el mundo.
La realidad se ha transformado, cientos de variables, quizás, miles de factores
se han modificado. La literatura también. Al final, las letras son los modos,
uno que hemos inventado o descubierto, de definirnos y describirnos a nosotros
mismos con palabras, al menos con palabras hasta el momento…
Creo
que en las letras y en las artes se comete un error grave, que no se hace en
otros saberes, existe una matemática para expertos, que solo entienden ellos,
y, otra para personas interesadas en dicha ciencia. Son dos planos diferentes,
y, no hay que ofenderse por ello. Creo que un libro de literatura-letras puede
suceder lo mismo, existen libros para la mayoría inmensa de lectores, y, otros,
que como la gran matemática solo pueden entender un número más reducido de
lectores y de expertos y especialistas. Creo que a algunas obras literarias le
sucede eso.
El
Ulises de Joyce es algo y alguien que busca en
algunos terrenos de la selva del hombre, individual y colectivo, significados y
significantes, puede que no estemos de acuerdo, con muchos conceptos y tampoco
con muchas formas o maneras, pero las letras no son libros de ciencia, son
sistemas de libre interpretación del yo, aunque sea bajo un marco moral y legal
mínimo, y, explora lo que somos, incluso, lo que no deseamos ser o haber sido.
Nos muestra un ejemplo de lo que podemos hacer y de lo que podemos ser, aunque
no nos guste... casi un millón de personas fallecen cada año en accidentes de
vehículos, casi un millón por automuerte… no es esto una realidad, que debemos
explicar. No es acaso realidades que no nos gustan, que los humanos podríamos
evitar, pero que no sabemos.
Quizás,
porque no somos capaces de entrar en la realidad profunda de nuestras neuronas
y deseos, para descubrir el porqué y el por qué a tantas formas de actos.
Quizás, porque no queremos enfrentarnos al tema de Adán y Eva y la
serpiente… Eso es lo que hace la gran
literatura enfrentarse a todos los espejos. Eso es la locura de la literatura,
la que es capaz de enfrentarse a todas las patologías humanas desde el
instrumento de la observación y las palabras. Y, ese guante, ese producto
terminado no todo el mundo es capaz de beberlo y digerirlo, igual que no somos
capaces de comprender Auschwitz.
Muchos
se rasgan las vestiduras, por esta obra, pero no sé si esto no es nada, con los
campos de concentración, cientos de todas las formas se crearon en Eurasia en
el siglo veinte, cientos, y, seis de ellos de exterminio. En el continente
cultural más elevado en economía y política y humanidades y saber, Europa, se
formó y se conformó un seísmo sociopolítico, que todavía no entendemos lo que
ocurrió. No entendemos ese grado de mal y de maldad que llegó y llevó el y
al hombre, o al menos, algunos hombres.
Quizás, estos libros, con muchas raíces en Schopenhauer,
Nietzsche, Freud, nos enseñan
algo de lo que somos. De lo que de verdad somos. Es decir, durante siglos, se
ha hablado del pecado y del mal y de la maldad. Quizás, estos libros, nos
enseñan algo de todo ello, aunque no estemos de acuerdo, no queramos estar de
acuerdo, independientemente que nos parezca que esta obra en concreto, es de
alto nivel estético o de bajo, de alto nivel moral o de poco, de alto nivel
conceptual o de bajo…
Leonardo Castellani (1899-1981) escritor, sacerdote,
teólogo, ensayista, articulista publicó una columna periodística de opinión y
literaria, el día 04 de noviembre de 1945, en La Tribuna de Buenos
Aires, titulada: El Ulises de Joyce. Es hora de recuperar a otros autores, que
no entran dentro del boom latinoamericano, ni de la literatura mágica, pero que
como en un paisaje no solo existen árboles, ni solo una especie de animal. En
la vida existen muchas especies y en la literatura muchas especies de animales
literarios, empecemos a valorar a todos, desde el insecto al dinosaurio, desde
la cebra al elefante de las letras. Paz y bien.
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (01-11 marzo 2024 cr).
Fin artículo 4.100º:
“Ulises de Joyce y Castellani”.
E.
11 marzo