Artículo Periodístico 4.115º: “El buen y el mal gusto”.
Todo el mundo, tiene esa palabra
y esa idea, cada día en su cabeza, le gusta o no le gusta ese vestido, esa
comida, ese cuadro, esa idea, esa ideología, esa persona…
Todo está lleno y relleno del
buen o del mal gusto. Es un concepto e idea y enunciado de las humanidades, que
como la felicidad, es tan difícil de definir-describir-conceptualizar. Escribo
de paso, cuándo vendrán las ciencias y la matemática y entrarán en cientos de
temas, que ahora solo los abordan las humanidades, es decir, la filosofía, la
teología, la cultura en general, las artes, la estética, las costumbres…
¡Cuándo vendrá, quizás ahora con la IA sería el gran paso a dar, la gran
revolución…! ¡Que la Inteligencia Artificial nos digan y expresen sobre cientos
y miles de temas, que es lo que pensamos y hemos analizado sobre esos temas, y,
desde esos textos avanzar en las cuestiones…!
Supongo que algo te guste o
disguste, depende de mil factores, primero, de la cuestión o tema en
particular, segundo de los afectos y emociones, tercero, de los conceptos e
ideas que dispongas de esos temas, cuarto, de los intereses y fines, quinto, de
lo que este tema haya supuesto en tu historia personal o familias, diríamos
heridas y traumas del pasado. Y, de otras variables o dimensiones, que no deben
ocupar y preocupar y mencionar más en un modesto artículo de ochocientas
palabras…
Pero uno debe ser consciente, que
cuándo alguien dice que le gusta o disgusta una cosa, debe pensar, si la razón
o motivo o causa, es o entra en todas las dimensiones, que antes hemos
mencionado, o, de todas ellas cual es la que más le influye. Si no puede
soportar el rostro de un candidato político o de un estilo de moda o de una
comida o de una idea o de una persona, está primando en él/ella razones de
ideas, razones familiares, razones afectivas-emocionales, razones culturales,
razones religiosas, razones de intereses y fines…
O, dicho de otro modo, que
quizás, nunca se haya fijado, está primando alguna virtud moral: prudencia,
fortaleza, templanza, sabiduría, o, por el contrario está influyendo, algún
defecto psicológico-moral de la tradición clásica: ira-cólera,
soberbia-vanidad, pereza-acidia, gula-adicción, lujuria, avaricia-codicia,
envidia…
Muchos dicen, con afán de
tolerancia y para que se les respete o porque no quieren entrar en una
polémica, indican y expresan: “sobre gustos como los colores o para gustos los
colores”. Frase que se expresa en varios matices y matizaciones y formas y
contenidos. Que viene a decir, que cada uno, le guste o disguste lo que quiera.
Recuerdo hace años, ya lustros,
las polémicas en los ámbitos de la cultura, que no se aceptaba a Picasso, más aún las corrientes
posteriores. Recuerdo las brechas ideológicas teológicas del siglo pasado,
después del Vaticano II, recuerdo y
sufrimos ahora, las polémicas sociopolíticas, escondidas o encontradas en el
silencio de los ojos diarios. Porque, a las autoridades políticas, deben saber,
que el pueblo está preocupado, gravemente preocupado, el pueblo está asustado,
gravemente asustado, por lo que vaya a suceder. Muchos recuerdan, lo que les
contaban sus padres o sus abuelos siendo niños. Muchos. Es mala señal…
He entrado en la teoría del
gusto, que es la estética y las teorías de las artes, en la vida he besado
algunas veces, estos temas, desde distintos puntos de vista, el gusto o el
no-gusto en las artes, en la estética de los colores, o de los sabores, o del
sonido, o de los olores, es decir, la esencia de la reflexión humana a lo largo
de la historia sobre lo que es arte y no es arte, lo que es de buen gusto y lo
que no es de buen gusto, aplicado a multitud de facetas de la realidad humana,
que denominamos arte, la estética como el saber de la sensación, de la
Ilustración alemana, pero con orígenes en la reflexión ya del maestro y viejo
maestro Aristóteles o Platón. Lo que se denominan también las
poéticas.
Los autores-as tienen como
obligación de y en las artes, siempre dentro de la legalidad y de la moralidad,
llevar el gusto un poco más lejos. Ahora, en estas décadas, ya se ha cerrado el
círculo, los movimientos de vanguardias estéticas y artísticas que empezaron
con Goya y Turner, se han cerrado, en estos doscientos años, han ido
aplicándose a todas las artes, a todos los gustos o todos los tipos de
percepciones-sensaciones-gustos, y, ahora, la que quedaba, la
comida-sabor-gastronomía, también ha arribado.
Se ha cerrado el círculo, todas
las actividades humanas han entrado en las vanguardias. Ya todos vivimos con
las vanguardias, aunque no lo queramos creer, en el vestido, en la comida
–cientos de programas en los medios cada semana-, en los colores, en los
sonidos, en los olores… y, en algo, que ahora se está descubriendo, la “unión
de varios tipos de percepciones”. Las artes como acumulación de varias
estéticas. El gusto no es solo el sabor, sino que se combina. Una comida tiene
sabor, pero olor también, tiene forma y colores, tiene sonido ambiente…
El gusto y lo bello, realidades
que superan la mente humana, al menos por ahora, y al menos para mí. En el
futuro supongo que están ya entrando las ciencias a estudiarlas. Y, quizás,
entonces ya comprendamos los mecanismos mentales y neuronales y sinápticos que
influyen para que usted diga, que ese ente o algo, le gustan o le disgusta.
Mientras tanto, dentro de la ley y la moralidad correcta, seamos tolerantes en
el gusto y el no-gusto y el dis-gusto.
http://youtube.com/jmmcaminero © jmm caminero (11-18 marzo 2024 cr).
Fin artículo 4.115º:
“El buen y el mal gusto”.
E.
18 marzo