Artículo Periodístico 4.097º: “Las metáforas y el lenguaje popular”.
Aunque
no lo crea, examine y analice, percibirá que en el lenguaje oral natural y en
el popular se utilizan cientos de metáforas, cientos de tropos y oratoria, no
solo en la poesía culta…
Todo el lenguaje humano natural,
oral o escrito está lleno y relleno como trufas dentro de corazones de jamón
asados con hornos especiales del último chef, con oratoria y retórica, unas,
surgidas y nacidas hace siglos, que se ha dejado embarazar en la sociedad, y,
se transmite de generación en generación o de determinados grupos sociales o
colectivos o estratos sociales, otros que han nacido hace unos lustros o años,
del saber popular o del saber de los maestros de la lengua o del lenguaje, que
algunos llaman escritores o, y, escritores literarios.
Tengo malas experiencias con las
metáforas en el lenguaje oral y popular, porque la otra persona no puede
entenderla, y, puedes tener un enemigo para toda la vida. He visto y
presenciado, como una mujer le dice a otra: “estas un poco gordita”,
refiriéndose y dándole la enhorabuena, pensando que estaba embarazada o en
estado de buena esperanza. Y, la otra, tomarlo, por la dieta y la delgadez. Y,
hacerse un maremagnun tan grande, que al final, se rompe una pequeña amistad o
principio de amistad. Y, la presunta persona denigrada, lustros después todavía
dispone de esa animadversión y odio e inquina y rencor, no solo a la mujer que
le dio una “enhorabuena”, sino incluso al conyugue de esa mujer. Dirán que la
vida es compleja. Pero este es un trozo de la realidad y de lo real humano…
Siempre expreso que la existencia
es compleja y simple. Porque claro está, siempre está mezclada con mil casos.
Solo este y mil acontecimientos de la vida, se aclararán, si existe Juicio
Particular y existe Eternidad y existe el Buen Dios, si no es así, miles de
acontecimientos y hechos y palabras y deseos y pensamientos que hemos tenido,
jamás se valorarán su justicia y su equidad, y, nunca se sabrá la bondad del
bondadoso, ni la maldad del malévolo.
Entran los símbolos y las ideas
metafóricas y otros tropos del lenguaje literario, que nos viene de milenios,
decimos de los griegos, pero suponemos que antes, siempre me pregunto si en Chauvet
y Altamira y Lascaux y antes en las Islas Seychelles ya pintaban
cosas, que podrían ser hoy pintura neoexpresionista europea, pues supongo que
ya tendrían metáforas, ironías, hipérboles, paradojas, etc. Porque supongo, los
neurohistoriadores lo indiquen, supongo que todos los lenguajes simbólicos irán
en paralelo –literario, poético, pictórico, artístico, musical, danza,
religioso, espiritual, protociencia, etc.-.
Debo aceptar que por un lado,
pienso y opino y creo y estimo, que el lenguaje oral y natural es un enorme
instrumento de desvelar la realidad, pero también es un ingente lenguaje de
velar la realidad. Con el lenguaje oral y natural hablado y escrito podemos
expresar enormes cantidades de ideas, sentimientos, pasiones, deseos,
pulsiones, emociones, percepciones, pero unas son verdaderas y otras son
falsas, unas son bondadosas y otras son malévolas, unas son bellas y otras no…
Con quinientas o mil palabras, se
hace un artículo o columna periodística, pero también se puede hacer un sermón
eclesiástico, sea de religiones orientales u occidentales, para que las
personas sean más buenas, se esfuercen en ser mejores, pero también, se puede
hacer un discurso, arenga o mitin para dirigir a las personas hacia fines
sociopolíticos o socioeconómicos, que pueden ser bellos y buenos y verídicos y
verdaderos, o, pueden ser erróneos o falsos o… Es el misterio del lenguaje, es
el misterio de la palabra, es el misterio de las metáforas, es el misterio de
los tropos…
De ahí, que ha surgido lo que se
denomina, lenguaje técnico-científico, que intenta ser preciso, que una
palabra-término-vocablo, tenga un significado unívoco, no polívoco o equívoco,
una palabra tenga un significado para esa ciencia y ese saber. Por lo cual, un
término o vocablo dispone, de una significación en una ciencia social y otro,
en otra, y, otro en el lenguaje oral natural, y, otro en un lenguaje concreto
de un colectivo –los lenguajes que algunos denominan de los oficios populares,
de los estratos sociales determinados, cada estrato social y profesión tiene
sus chistes y sus lenguajes y sus deseos de futuro, etc.-.
Disponemos de una ropa que de
alguna manera define/describe/conceptualiza a las personas, pero también
disponemos de lenguajes que damos, sin darnos cuenta, entender lo que pensamos
y lo que sentimos y lo que percibimos y lo que deseamos, a medias conscientes y
a medias semiconscientes. Se dice que las personas de la media de España, entienden
y hablan unas diez mil palabras, se dice, el oráculo de Delfos de Internet lo
indica, el Quijote, dispone de 22.939 palabras diferentes.
Vivimos en la metáfora, la
cultura tiene que enseñar, cuándo estamos hablando en metáfora y cuándo con un
lenguaje técnico específico o un lenguaje preciso, o, intentamos hacerlo. Esto
es lo que usted tiene que dilucidar al examinar este artículo periodístico, que
hay de tomate, qué de pepino, qué de ensalada, qué de cocido y qué de paloma
que vuela hacia los ojos de su alma… ¡Según las metáforas que sientas y creas,
así será tu corazón y tu alma y tu carne…! ¡Inventamos metáforas para curar
heridas, ese es el fin de estos textos de este escribidor, no para él lucirse o
decirse que listo soy con las metáforas…!
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (26 febrero-11 marzo 2024 cr).
Fin artículo 4.097º:
“Las metáforas y el lenguaje popular”.
E.
11 marzo