Artículo Periodístico 4.107º: “El pensar y el repensar de las ideas”.
¿Tenemos
suficiente tiempo para observar y, para analizar, pensar, repensar? ¿La enorme
cantidad de datos y de estímulos nos permiten y nos dejan pensar lo suficiente?
La definición-descripción del ser
humano es “animal racional”, en la
definición aristotélica, o “animal racional con alma-espíritu inmortal”,
en la descripción monoteísta, por
ejemplo, Tomás de Aquino.
Pero la racionalidad, no es solo
pensar y repensar y analizar y reanalizar sino realizar un ejercicio correcto y
adecuado y verídico y racional de la libertad, de la conciencia y consciencia
moral, de la creatividad, de la imaginación.
Lo cierto es que las realidades
animales-biológicas-fisiológicas-pasionales-irracionales de las que estamos
hechos, y, las realidades racionales-libertad-pensar-creatividad, y, las
realidades del alma-espíritu inmortal, se mezclan y se combinan en este mundo.
Una pasión o deseo no solo es animalidad y biología y fisiología, también tiene
algo de psique-pensamiento-creatividad-racionalidad, y, suponemos que ese
deseo-pasión no va en contra de las normas, pongamos este substantivo, no van
en contra del buen uso del alma-espíritu inmortal –puede que usted piense que
no disponemos de esa realidad, no somos seres con alma inmortal…-.
El
pensar-analizar-repensar-reanalizar es una
función-finalidad-facultad-potencia-capacidad que hay que
utilizarla-reutilizarla, si no se vuelve anquilosada, como los músculos de la
rodilla, que los ejercicios físicos ponen-disponen en derecho y en torcido su
capacidad. Tenemos facultades o potencias, a la psicología no le gusta el
concepto de facultades, pongamos el concepto capacidades, que hay que utilizar
y reutilizar, si no se anquilosa y se olvida y se duerme y se reduerme.
Pero para el gusto y el placer
del pensar y analizar, existen algunas circunstancias, primero hay que observar
la realidad, los trozos de la realidad, segundo, hay que interpretar estos, y,
para eso, en la medida que uno pueda, debe utilizar los saberes ortodoxos,
tercero, por lo general, esa cuestión, no solo tiene y dispone de aspectos de
un saber o realidad de un saber, sino de varios, por lo cual, hay que buscar el
cruce y la mezcla y el entrecruzamiento correcto de estos saberes, a y en la aplicación
de un hecho o una realidad constitutiva. Cuarto, valorar y evaluar lo pensado.
Raramente, utilizamos todos esos
modos y medios en el pensar diario. Sino que lo primero que nos viene y deviene
a la conciencia, eso es lo que tomamos y retomamos. Aceptamos. Esta es la
cuestión, que no somos conscientes, que hay que observar y que hay que
pensar-pensar o pensar-repensar, en la medida de lo posible. Para intentar que
el barco de nuestro existir, el timón sea el correcto, porque el timón es el
pensar y las velas son la buena conciencia-consciencia moral…
Por supuesto, ese pensar-repensar
dispone de diversas características psicológicas diversas. Una, de ellas, es
dejar a la mente-conciencia que piense, es dejar a la inconsciencia que piense,
o que refluya desde lo dentro o lo interior, a lo fuera o al exterior. Porque
disponemos, como enormes losas en el corazón de nuestro interior, para no dejar
que nazca o refluya el pasado o parte del pasado. Mucha tristeza de muchos
rostros y caras y ojos, quizás tenga una razón de ser, porque existe una lucha
interior dentro de uno mismo, que se avecina y produce con carros de combate y
aviones y misiles y balas y lanzas y escudos por salir y no salir de ideas y
recuerdos y heridas y traumas y deseos. Si sale y afluye-refluye-efluye-fluye
al exterior y en tu conciencia, se recuerdan cosas negativas, si no sale, el
pus de la herida sigue haciendo daño y maleando el interior. Y, esa lucha se
muestra, como cuadros de colores en demasiados rostros. Si observas, cuándo no son
conscientes que los observas, disponen-expresan-muestran la realidad interior o
de esa realidad interior…
Los humanos, no solo nos movemos
en el mundo de las cosas naturales o realidades naturales, ni solo de las cosas
creadas o naturaleza creada por el ser humano, ni solo vivimos y existimos en
el mundo de la sociedad, unos con otros o unos contra otros, ni solo en el
mundo del tiempo histórico con todos los parámetros, sino que existen dos
mundos mas dentro de nosotros, uno es el mundo de las ideas, y, otro es el
mundo de la metafísica. Dejemos el mundo de la
metafísica-religiosidad-espiritualidad-Dios para otro momento.
Fijémonos en el mundo de las
ideas-conceptos-enunciados-proposiciones que están dentro y fuera de nosotros.
Dentro de nosotros se producen una lucha continúa de ideas-conceptos. Ante
multitud de temas y cuestiones. Es una lucha enorme. Y, cada uno, con la
acumulación cultural que dispone o puede consultar, decide o piensa o analiza y
llega a conclusiones, sobre un tema o sobre docenas o sobre cientos...
Dentro de nosotros no solo se
producen luchas continuas de virus/bacterias y leucocitos/antibióticos, sino
lucha de ideas y de conceptos. Unos y unas batallas, son más conscientes y
otros menos. De ahí, esa lucha enorme de cada corazón humano consigo mismo, en
el terreno de las ideas, no solo de los afectos o pasiones o deseos, sino
incluso de las ideas de las pasiones, ideas de los deseos, ideas de las
pulsiones… Somos no solo cuerpo-carne, ni solo mente-psique, sino
ideas-conceptos-enunciados… Paz y bien…
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (09-11 marzo 2024 cr).
Fin artículo 4.107º:
“El pensar y el repensar de las ideas”.
E.
11marzo
E.
18 marzo