Artículo 5.221º: “Los Archivos y las excusas de los Archivos”.
Estudié durante muchos, muchos
años historia e Historia y llegué a la conclusión que el problema eran los
papeles, documentos, archivos los que se conservan y los que no.
Parto
del hecho, siempre lo indicaban todos los profesores de universidad que la base
de la Historia es el dato, documento, archivo. Y, sobre esa base se analizan y
estudian fenómenos y conceptos e ideas e hipótesis y al final surgen teorías.
Dicho de modo más sencillo, un dato o un hecho expresado en un documento se
analiza a la luz de otros hechos-datos-documentos, y, a la luz de las hipótesis
históricas que han ido surgiendo a lo largo del tiempo, la historiografía. Es
decir, la historia y la Historia está siempre en constante evolución y
progreso, al ir encontrando nuevos datos, nuevos hechos, nuevos documentos,
nuevas interpretaciones, y, por tanto, ir cambiando la escritura de la
historia, el análisis de la historia debe ser más profundo.
Pero
debo confesar que entré en crisis, cuándo reiteradamente, a lo largo de los
años y meses, me fui dando cuenta, que los “presentes al analizar una realidad
presente”, van cambiando datos y documentos, se van conservando unos y
perdiendo otros, adrede. Van poniendo el foco y la luz en unos documentos y no
en otros. Incluso, dicen que en algunos temas y cuestiones, llaman a que el
pueblo que ha padecido ese hecho o ese acto, cuenten su historia, toman como
declaración a cientos de personas, pero
después, los que no convienen al cuento o relato o explicación de la historia
que desean, pues se van perdiendo. Eso dicen. Podría situar conceptos e ideas y
casos. Por ejemplo, se habla en Europa de campos de trabajo-concentración que
sólo se recuerdan, el “uso de una ideología”, pero no que fueron utilizados por
otra ideología antes o después. O, un territorio Equus, relativamente cercano,
hubo dos o tres, campos de trabajo y sólo se recuerda uno, el que conviene a un
sistema ideológico y no el otro o los otros…
Por
tanto, si la historia y la Historia se monta sobre datos-documentos los más
posibles que existan, y, sobre ellos entra el análisis historiográfico que va
intentando explicar dichas realidades, y, que van evolucionando en explicación.
Lo que hay que hacer, es en cada presente, conservar la mayor cantidad de datos
posibles, del presente hacia el futuro. Datos-documentos de todas las clases y
de todos los tipos. Y, los que hayamos recibido del pasado, seguir
manteniéndolos, guardándolos, conservándolos, no perdiéndose, no distribuirlos
por diferentes lugares, para que al final, se pierda, sino que en un lugar
común, si es que ya lo tienen, o en la distribución que exista por el
territorio, se puedan analizar esos hechos.
Pondremos
un ejemplo, en el estudio de los años cuarenta del siglo pasado, pongamos por
caso, la Segunda Guerra Mundial, para estudiarla en el presente y en el pasado
se han utilizado todos los archivos y todos los documentos posibles, de Europa
y de América. Pero yo creo y estimo, que este periodo del tiempo se analizará
de otro modo, al menos cuestiones concretas, cuándo los historiadores
occidentales de forma masiva, especialistas en este periodo tengan acceso o
sean capaces de leer o que les traduzcan o que estén en Internet sobre este
fenómeno exista en los archivos, documentos, fondos documentales de Rusia,
China, Japón, India, Asía en general, América del Sur, incluso de África… -lo
que esos fondos digan sobre Europa, porque ya sus historiadores los habrán
estudiado en relación a sus propios territorios-.
Porque
todo territorio sufrió esa hecatombe de la Segunda Guerra mundial de un modo o
de una manera. Y, por tanto, quizás las grandes líneas de explicación
historiográfica no cambien radicalmente, pero si quizás, muchos matices, y,
quizás en algunos temas, haya cambios paulatinos que llevarán a cambios más
profundos y más nuevos o más distintos…
Por
tanto, la cuestión si de verdad queremos averiguar la verdad, es que no se
pierda ningún papel o documento, que se conserven los más posible, que lo que
exista ya unido formando Archivos sigan siendo Archivos Unidos, para que los
historiadores del futuro lo puedan seguir conservando, y, estudiando y
analizando, a la luz de ellos mismos y de otros.
Además,
se encuentren y busquen y conserven muchos documentos privados de personas que
intervinieron, desde cartas, digamos de soldados normales, hasta documentos de
los grandes generales… Creo que esto es la necesidad de la historia. Más ahora
que pueden pasarse o volcarse los Archivos y documentos a ser virtuales y ser
vistos por cualquier personas en cualquier lugar del mundo… Así, distintos
Archivos de distinto lugar del mundo, se pueden completar y complementar, sean
de la Segunda Guerra Mundial, que es el ejemplo que hemos puesto, sea de la
Incivil Guerra Civil Española de 1936-1939.
Por
los rincones, por los rincones de las conferencias que asistía en el pasado de
literatura o filosofía o de otras temáticas, oía los lloros, que alguno decía,
con un café en las manos: “Vaya si encontrásemos quinientas obras, de cien
autores de segunda o quinta categoría del Siglo de Oro, nos cambiaría en cierto
modo, todas las perspectivas del pasado, o, al menos de ese tiempo y literatura
del Siglo de Oro español…”. Pero mientras tanto quien sabe, si obras de
teólogos y moralistas y espiritualistas del Siglo de Oro, de tercera o quinta
categoría duermen el sueño de los siglos en archivos de monasterios y
eclesiásticos, posiblemente…
Pues
la misma razón si de las cien o doscientas o trescientas o quinientas grandes
personajes de la Segunda Guerra Mundial de Europa, desde militares, políticos,
empresarios, etc., si conserváramos
todos sus archivos y documentos y fondos documentales, en lugares concretos.
Podríamos estudiar fundamentalmente mejor ese periodo de la historia e
Historia. Y, cuándo digo todos, digo todos, los cien más importantes, o los
cien con más poder y Poder en aquel tiempo en Europa y América en relación a la
Incivil Segunda Guerra Mundial…
Creo
que eso facilitaría saber lo que sucedió más perfectamente, y, sabiendo esto,
intentar prever lo que suceda en el futuro, para que lo malo y negativo no se
repita… Destruir una catedral de hace siete siglos o de tres es un delito
humano y cultural. Desgajar o destruir o separar o cerrar un Archivo
Documental, sea del color que sea, sea del Personaje que sea, pues es también
un delito cultural. Hoy, puede que no lo creamos, pero dentro de cien años, ya
cuándo sea tarde, creo que se darán cuenta. De cualquier personaje o Personaje,
de cualquier… ¡Es mi modesta opinión…!
¡Cuánto
cambiaría la historia del conocimiento de la sociedad del Periodo de 1930-1950
si tuviésemos sus bibliotecas particulares, y, decenas de miles de documentos
de los Grandes Personajes de esa Época, de los cien que tuvieron más poder y
Poder en ese tiempo, sean de un color o haya sido de otro, su cabeza o su
corazón o su mente o sus circunstancias…! ¡Paz y bien…!
http://filosliterarte.blogspot.com.es ©
jmm caminero (11 noviembre 2025 cr).
Fin artículo 5.221º:
“Los Archivos y las excusas de
los Archivos”.
E.
23 nov.