Artículo Periodístico 2.882º: “Gastronomía gallega: Orella a feira”.
Esencialmente
es cocer la oreja del cerdo y aliñarla con pimentón y aceite de oliva, con lo
cual se produce en el gusto, tres interrelaciones de sabores: el cerdo, el
pimentón y el aceite de oliva. Una de las variedades es añadir algunos trozos
de patata.
El
ser humano tiene una enorme capacidad de innovar y crear, con lo que tiene al
lado. En la comida han sucedido distintos fenómenos, uno la historia, otro, es
la energía que se dispone, en la comarca o geografía o en la vivienda familiar,
para poder construir un alimento.
De
ambos conjuntos de realidades, se han ido durante siglos y generaciones
aquilatando algunos platos, perfeccionándolos. Si la gastronomía popular es tan
profunda y esencial, es, entre otros motivos, porque la realidad social humana,
ha sido dura y grave y sin compasión, demasiadas veces, escaseaban los
alimentos, y, había que aprovechar lo existente, en un entorno, no demasiado
amplio a nivel físico y geográfico.
Por
lo cual, la mezcla de ingredientes posibles, económicos y adaptados al clima y
la geografía y la estación, además de la cantidad de ellos, la energía que
proporciona, y los elementos de añadido disponibles, con ellos, los seres
humanos han intentado vivir y sobrevivir. Tener las suficientotes energías para
llegar a la semana siguiente, y, al mismo tiempo fuesen lo más agradable
posible, porque la comida es un gusto-placer-alegría para la lengua, los ojos,
las manos, el descanso, el silencio…
Las
comidas familiares, pobres o ricas, si se han consumido en paz, quedan en la
mente-cerebro-conciencia humana, un recuerdo, por lo general de alegría y
felicidad, no solo es Proust y sus magdalenas o bollos, sino cada persona,
dispone de los suyos. La abuelas por lo general realizan esas sinfonías de
platos, mejor que las madres, que un día, se convertirán en abuelas. También
los abuelos, en otros tipos de degustaciones, en fiestas de familia, de
poblados, de relaciones de descansos festivos, silencios patronales, que desde
la noche de la prehistoria tiene muchos fines y metas e intereses. Las mozas y
mozos casaderos su oportunidad, los adultos descansar unas horas, y, quién sabe
abrir negocios, las ancianas y ancianos, sentirse que su vida debe ser
recordada.
El
ser humano es complejo y sencillo. Todo lo que toca, con su mente o sus manos o
su corazón, lo convierte en más complejo, o, lo construye o hace más sencillo.
Se producen ambos elementos. En las comidas sucede lo mismo. Este elemento de
la oreja, puede combinarse en distintas comarcas y distintas tradiciones
familiares, con materializaciones y concreciones y cristalizaciones diversas.
Pueden echarse grelos, patatas, trozos pequeños del cerdo, algún trozo de carne
de vaca, incluso, un trozo o varios de chorizo…
Qué
es la creatividad, la creatividad gastronómica, no solo se produce en una
praxis o práctica de realización de un plato, ni siquiera solo en una familia,
ni tampoco solo por cocineros con muchas estrellas o tenedores o cucharas, con
platos sintéticos o reinterpretaciones, sino también, pueden construirse por un
modesto articulista de periódicos digitales…
El
ser humano, ser viviente, animal viviente, necesita energía para
vivir-sobrevivir, pero no solo materialmente, sino también social, no solo
biológicamente, sino también cultural y espiritualmente. El ser humano,
individuo o colectivo o pueblo o sociedad, es un paso de espera y de esperanza
por el tiempo, por lo que es, por lo que desea ser, por lo que ha sido, por lo
que ha deseado ser. La comida no es solo puramente comida, sino que es belleza,
tiene color, tiene formas, tiene presencia de otras personas, se produce en un
lugar y tiempo, en aquella mañana o en aquella tarde…
Cierto
es, que como en todo lo que está dentro y fuera de lo humano, es y está con
unos límites, no podemos degustar pocos alimentos, porque morimos, no podemos
degustar demasiados, porque enfermamos. Siempre en el término medio. Si viniese
una civilización extraterrestre, dentro de cien o mil años, quizás, sus fuentes
de captación de energía no sean alimentos de base, minerales como la san,
vegetales como la infinidad potencial existente en este ovoide que denominamos
tierra, ni tampoco energías de otros animales, suponemos habiéndoles dado
muerte, con sumo respeto, porque todo ser viviente, merece el respeto humano,
la dignidad de animal, porque los animales son seres vivientes y sentientes, y,
con racionalidad, les debemos respeto…
Si
nos fijamos bien, esta orellas/orejas con pimentón y aceite de oliva, en su
simplicidad, ha llegado a una perfección de lo pequeño, de la minimización de
ingredientes, de saborear aspectos diversos. Porque en un trozo de oreja, puede
existir más pimentón que en el siguiente, o más gotas de aceite que en el
posterior. Por tanto, de alguna manera, se va modulando el sabor en la lengua y
cerebro, como si fuesen pequeñas olas que se van acercando a la arena y playa
de un sujeto, que si es agradecido, valorará, lo que la Naturaleza le
proporciona, lo que la Sociedad le pone a su disposición, lo que el Buen Dios,
le sonríe…
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (31 dic. 2021-01
febr. 2022 cr).
Fin artículo
2.882º: “Gastronomía gallega: Orella a feira”.