Artículo Periodístico 2.911º: “Humorista Gráfico: José Luis Martín Zabala”.
No se puede conocer la Naturaleza
sin conocer las especies que la habitan, no se puede conocer el humor y el
humor gráfico sin expresar-indicar algo sobre cada uno de ellos o ellas.
J. L. Martín (José Luis Martín Zabala), Barcelona
1953, es humorista gráfico, autor de obras teatrales, guionista, editor y, como otros humoristas gráficos están
cediendo parte de sus fondos originales a Bibliotecas públicas. Detalle
este último, que para mí tiene mucha importancia, porque es una manera de ser
consciente, que el humor gráfico y por
tanto, por ampliación el humor, está pasando a la cultura académica, no
solo por la realización de tesis doctorales sobre estas temáticas, sino que
grandes bibliotecas, la de Cataluña, la BNE y, otras, están aceptando
donaciones de autores. Están empezando a coleccionar obras de diversos autores
y autoras de las viñetas con lo cual, algo
en el panorama psicológico y conceptual sobre la dimensión del cómic, historieta,
viñeta, humor gráfico, caricaturas, muñecos está cambiando…
Podríamos indicar, que cada
humorista, sea oral o sea literato o sea gráfico, tiene una concepción
diferente del humor y del humor gráfico, en particular. Puede que sean
variedades, pero la realidad, es que el
humor es algo mental, y, todo lo mental, es enormemente rico en significantes y
significados, en formas y en estilos, en sentidos y concepciones, en estéticas
y en maneras de ser y estar.
Si admitimos el humor gráfico, como un género más, un género dentro del arte
plástico o, y, un género dentro del arte literario. Que mezcla dos mundos,
lo plástico y lo literario, estamos abriendo la posibilidad de encontrar una
llave que nos permita entender y comprender mejor esta realidad humana.
Existen
distintos tipos-clases-taxonomías-clasificaciones sobre el humor, pero, una de
ellas, es una especie de
terapia-curación de las heridas, conscientes e inconscientes que todo sujeto
arrastra. Es como los perros cuándo se lamen las heridas, es una forma de autocuración. Es, por
un momento, un olvido instantáneo de alguna ocupación-preocupación, y, en un
momento, olvidarte, aceptar otro plano de la realidad, no siempre estar metido
en la tristeza que te embarga en el silencio del momento.
Todo el mundo sabe-conoce y tiene
experiencia, que incluso en los
sepelios, existen algunos momentos de sonrisa-humor-risa, quizás, porque la
mente-conciencia humana, no puede soportar mucha tristeza-angustia continuada.
Se dice, hecho que he indicado varias veces, a ver, si algún lector-a, puede
confirmarlo de alguna manera, o negarlo, que en Auschwitz, los presos que tenían como función estar en las cámaras del
crematorio después de fallecer miles de personas y víctimas. Alguna vez,
hicieron algún gesto de humor y se rieron. Lo que confirmaría de ser
cierto, no una interpretación negativa, porque ellos mismos sabían, que con el
tiempo terminarían del mismo modo. Sino
que era una forma de defensa, una manera de luchar la mente para vivir y
sobrevivir, una especie de gesto momentáneo para intentar expresar que la vida
debe triunfar sobre la muerte, sobre la industria de la muerte, como era
esa situación.
Se habla mucho en este sector de
la realidad cultural, no ocurre tanto en otras partes y actividades culturales,
cual es el límite del humor. Y, se
escribe y dialoga y se tiene presente, es porque es una realidad que en este
marco se produce enormemente roces-sanciones-críticas. Es una paradoja que un dibujo de cuatro líneas y cuatro palabras -cuándo
las tiene-, solo unos centímetros cuadrados, en un rincón de papel, a veces,
tenga tanto coste para el autor. Se dice, que el límite de la libertad es
la libertad del otro. Pero si yo soy un asesino en serie, mi libertad, tendrá
que verse limitada, por esa combinación de sistema jurídico, sistema de
seguridad ciudadana, sistema de moral y ética correcta...
Pero el humorista no es un
psicópata, asesino en serie, sino que intenta expresar realidades, trozos o
fragmentos de realidades, para intentar insertar en la conciencia humana, algo
de lo que somos y no somos. Todos los
sistemas no democráticos, están abocados al fracaso, más tarde o más temprano,
al menos hasta ahora, porque no permiten la crítica interna, o, una tan
liviana, que nunca los que los dirigen o gestionan, son conscientes de los
grandes errores, de la acumulación de errores medianos y pequeños. El humor
es diríamos, lo que las sociedades se han inventado, para intentar que los
sistemas sociales y culturales y económicos y políticos, sean conscientes de
sus errores, y rectifiquen…
¿Qué grado de autocensura se debe someter un humorista gráfico, para
concretizar la cuestión…? ¿Qué grado de
censura una sociedad y un Estado y una Cultura debe someter a los humoristas
gráficos…? ¿Qué grado de censura o
límites, los sistemas de publicación, revistas o periódicos o Webs deben
exigir a los humoristas que publican en sus medios? ¿Qué grado de censura los individuos y colectivos concretos, someten, de
una manera u otra, o cuánta deben hacer o no lo deben materializar…?
Mientras que se resuelven todas
estas cuestiones, y, otras semejantes, cuestiones que se plantean cada
generación, pues mientras tanto, asómese a las viñetas de J. L. Martín, porque aprenderá
mucho de su interior y del exterior.
https://www.youtube.com/channel/UCP1qKD3iC1dhkOschAftOAQ © jmm caminero (01 enero-23 feb. 2022 cr).
Fin
artículo 2.911º: “Humorista Gráfico: José Luis
Martín Zabala”.
La Manchuela al Dia.com. Murcia.com. La Voz de
Palma.com.