Artículo Periodístico 2.887º: “Fundación contemplare: ora et labora”.
La
Fundación Contemplare tiene una doble finalidad, por un lado, mostrar la labor
de los monasterios de clausura, y, por otro, ayudar a que vendan sus productos que
realizan para vivir.
Bajo el adagio o máxima o
fundamento de Benito
de Nursia, patrón de Europa, “ora
et labora”, cientos de monasterios y conventos, de distintas órdenes
religiosas católicas, que están diseminados como vergeles por esta Península,
ya tan antigua y, ya tan nueva, existen
miles de hombrees y mujeres que se dedican su tiempo-espacio a la
búsqueda-encuentro con el Ser Supremo, buscando en el hablar con Él, la
oración, el trabajo, el estudio, el descanso legítimo, la penitencia… un camino hacia esa dirección.
Análisis
y funciones.
Siguiendo ese ideal, los
conventos y monasterios, tienen una serie de gastos fijos, además del
mantenimiento de las persona que viven en esos receptáculos de historia y de
arte, que suelen ser dichas arquitecturas, que traspasan las generaciones como
caballos buscando y ansiando la paz y el bien y la verdad y la bondad y al Buen
Dios. Decíamos, que como todo ser
humano, formado de carne y mente y alma, también de carne-cuerpo necesitan
cubrir una serie de necesidades mínimas y modestas, por tanto, deben
realizar un trabajo, con al menos, con diversa
finalidad, una labor que sirva para perfeccionar la tierra, producir
realidades necesarias al ser humano, para cubrir sus gastos y sus servicios que
no pueden producir ellos mismos, para ofrenda ante Dios, por el bien de la
sociedad y de la humanidad, por amor al Amor de los Amores…
Casi todo convento o monasterio
del cristianismo, tiene que realizar alguna labor para poder subsistir, vivir y
sobrevivir, además de las características anteriores, entre otras, realizan productos para la venta al exterior –de diversas
clases y tipos-. Existe una paleta muy amplia de funciones, que realizan,
pero entre otras, es la producción de alimentos postres dulces, de todas las
clases y de todos los colores y formas y sabores y texturas y materiales. Los
dulces de los conventos que son famosos, algunos desde hace siglos, que se han
ido transponiendo por el cabalgar de los siglos, otros, diríamos, de un tiempo
reciente, de varias décadas.
La
Fundación Contemplare colabora con unos 120 conventos de clausura siendo
los intermediarios, sin ánimo de lucro por parte de dicha organización, para
poner en contacto a los conventos-monasterios de clausura y su producción y
producciones en distintos segmentos, y el público en general.
Según dicha Web oficial, en España viven un tercio de los monjes del mundo, cerca
de ochocientos monasterios. Yo, que voy alcanzando una cierta edad, soy
consciente y recuerdo, que hubo un tiempo, hace unas décadas, que se produjo
una especie de ampliación de la espiritualidad en Occidente, y muchas personas,
caminaron hacia los monasterios de otras religiones no cristianas,
especialmente de Oriente. Sin crítica negativa a nadie, ni a ninguna
espiritualidad religiosa del mundo. A veces, he pensado, que como le expresó un gurú hindú védico a un grupo de
jóvenes españoles occidentales, según contaban, algo así. “que no tenían que viajar tan lejos que aquí tenían a Juan de la Cruz y
Teresa de Ávila para seguirlos”.
Conclusión.
A veces, caminamos cientos de
miles de kilómetros buscando la profundidad del autoconocimiento, la
esencialidad de nuestro ser, realidades de sentido, intentar encontrar la
esencia del corazón humana, a través de espiritualidades, alejadas de las
tradiciones occidentales, y, a unos
cientos de metros, a unos miles de metros de tu residencia habitual, puedes
hallar en un círculo no demasiado grande, en un viaje de unas decenas de
minutos, un monasterio o un convento que te puede acoger unos días, para tú, tú
volver a tu interior, descansar un poco de tanto ruido del exterior, si tienes
fuerza y valor, dejar el móvil unas horas al día, empezar a leer con
tranquilidad y sosiego, quizás, volver a la fe del cristianismo que está herida
en ti, que has tenido siempre y has olvidado, o que duerme en el silencio
esperando el despertar…
O, si eres ateo o agnóstico, en algún grado, calidad o cantidad, quizás,
por tradición familiar, o por tus lecturas, no impide que visites estos lugares
y a estas personas, con sosiego y
moderación y sin prisas y sin obligaciones, puedas volver a pensar y repensar a
ti y a ti mismo y en ti mismo. Ya, ya que posiblemente, ya a tantos lugares
hayas viajado en tu existencia, según seas un árbol joven o de mediana edad o
estatura, o ya, sabiendo que el horizonte del final, es la siguiente gran
puerta que tienes que horadar-atravesar o se abrirá a tus ojos, aunque no
conoces, ni el día, ni la hora, con sosiego, sea cual sea la/tu situación,
debes replanearte, no solo el sosiego y descanso y la mesura y la prudencia,
sino pensar, que quizás no solo somos
carne y mente, en una sociedad y cultura y Naturaleza, sino que quizás, también
seamos carne y cuerpo y mente y conciencia y alma y espíritu inmortal, en una
sociedad y cultura y naturaleza. Paz y bien…
http://filosliterarte.blogspot.com.es ©
jmm caminero (08 febrero 2022 cr).
Fin artículo
2.887º: “Fundación
contemplare: ora et labora”.
Mundiario.com. Prensa Noroeste Madrid.com. El
Diario Alhaurin de la Torre.com.