Artículo Periodístico 3.017º: “Sobre las epidemias y Camba”[1].
Parece ser, que al menos, desde
el Neolítico, hace diez o doce mil años, las epidemias han formado parte de la
historia e Historia humana.
Se piensa que en las etapas
históricas que la humanidad se neolitizó o neoloticó, empezó a vivir de forma sedentaria en pueblos y aldeas, que fue
descubriendo la ganadería y la agricultura, -sin entrar ahora, qué fue
primero y qué segundo-. Pues el ser humano aumentó el contacto directo entre
ellos mismos, y, entre los individuos y los animales, y, por tanto, fue más fácil el puente-viaje-intercambio
entre virus y bacterias de una especie a otra y, de un ser humano a otro.
Estamos ahora sufriendo una
enorme epidemia o pandemia, personalmente, me gusta más el término epidemia, no
el cultismo o neologismo del griego pandemia… Pienso, que aunque puede estar
haciendo estragos la actual, no sabemos
aún las consecuencias que tendrá, y, si todavía esa campana de muerte o
enfermedad nos caerá a nosotros y en nosotros mismos, o a muy cercanos. Con
ese temor, vivimos y existimos. Y, por otro lado, deseamos y queremos abolirnos
la influencia, estamos deseando volar y bailar con el sol y la tierra y el agua
y el aire, deseamos volver a una vida rutinaria. Pero no somos conscientes, que si no fuese por toda la tecnologización y
científicización del mundo, podría esta epidemia actual haber terminado quién
sabe si con el diez o veinte por ciento de la población mundial. Todavía estamos en proceso.
Entre las epidemias más
importantes que el mundo ha sufrido, recordaré algunas, para que afrontemos la
realidad presente con más realismo y positivismo, y, haciendo caso a los que
los especialistas y expertos nos indican. Entre otras la Plaga de Atenas en las guerras del Peloponeso, la Peste denominada Antonina,
la Peste de Justiniano, la Peste Negra de 1347-1349, el Tifus de Granada de
1489, etc.
Julio Camba, de forma dialéctica, entre humor e
ironía, entre seriedad y lamento inconsciente, nos plantea en un artículo
titulada La ventaja de las epidemias, publicado en El Sol, el 12 de enero de
1920 algunos aspectos sobre la tragedia y sufrimiento y angustia y muertes de
las enfermedades, de las epidemias.
Si les expreso la
verdad-veracidad-verosimilitud la
ironía, que es un instrumento de la retórica, dicho de forma sencilla, expresar
con palabras una cosa, pero sabiendo que estamos hablando de lo contrario,
aplicado sobre mí, alguien podría indicar irónicamente: “estoy/soy demasiado
delgado y de baja estatura”, cuando la realidad, quién me conozca sabe, que
ahora, estoy con sobrepeso, ya algunos lustros, no antes en la juventud, y
primera adultez, y más bien soy y era alto, más de la media de mi generación…
Pero en temas, como las
enfermedades, la ironía es un
instrumento lingüístico, conceptual, semántico, que me parece muy peligroso.
Porque, la interpretación es muy difícil. Pienso que tenemos que tener misericordia y piedad y conmiseración de nosotros
mismos y hacia nosotros mismos, de
nosotros hacia toda la humanidad. Y, cuántas mujeres/hombres, habrán
perdido a hijos pequeños y medianos y, no hayan podido engendrar a más. Cuántos
hombres y mujeres, habrán perdido a padres y madres, y, se habrán quedado
huérfanos por las enfermedades y las epidemias.
Por lo cual, puedo entender a Camba, que nos quiera indicar, que el morir y la
muerte, forma parte del ciclo de la existencia, pero pienso, que todas estas epidemias biológicas, sociales,
económicas, políticas, y, de todo tipo, la humanidad, debe intentar superarlas
y curarlas. Es nuestra obligación, que con
el conocimiento ortodoxo y la tecnología ortodoxa, con la moralidad correcta y,
todos los instrumentos teóricos correctos, intentemos resolver problemas de
todo tipo, por ejemplo, la epidemia sociopolítica de la guerra…
En el articulismo de opinión –con
distintos nombres de carne y hueso y nervios y espíritu, en nuestra plaza de
toros de Iberia-, han existido grandes nombres, cuando cito tres o siete,
siempre soy consciente de que me dejo algunos, y, al final, los presentes, que
todavía rellenamos botellas de colores con palabras e ideas, columnas
periodísticas, siempre, por citar solo del siglo veinte, o somos más de Unamuno o más de Ortega, o más de Camba
o de Ruano, o más de Alcántara o de Umbral.
En la realidad, si somos conscientes, somos herederos de todo y de todos.
Por tanto, en este modesto
artículo, deseo, ofrecer un homenaje, un
pequeño consuelo, a quienes, directa o indirectamente, el zarpazo de las
epidemias le ha tocado el corazón, de la actual, que todavía está funcionando,
-que ahora nos indican, que se aproxima otra ola, y, no de agua y de música,
sino de más sufrimiento y pena y angustia-, intentando vivir en/con sosiego. Y,
también, a Camba/Ruano,
Alcántara/Umbral que son los caminos, en los que todavía nos movemos y
removemos. Intentando entender y
soportar el mundo un poco mejor… ¡Intentando no perder la espera en la
esperanza, la esperanza en la espera…!
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (01-17 mayo 2022 cr).
Fin
artículo 3.017º: “Sobre las epidemias y Camba”.