Artículo Periodístico 2.994º: “Mas mascotas que niños”.
Existen
más número de mascotas, más número de perros en las familias españolas que
número de niños y niñas menores de catorce años.
Cuando
uno pasea por las calles, se da uno cuenta, percibe, siente, que se cruza con
más personas paseando animales de compañía, generalmente, perros de todas las
especies y tamaños y pesos, e, incluso, si hace frío, con distinta vestimentas,
que niños-infantes-pueriles, menos de tres o cinco o siete años.
Según
la ANFAAC en España hay más de 28
millones de mascotas, y, en más del cuarenta por ciento de hogares
españoles hay una mascota. A fecha del
2021 en los hogares españoles viven 6.200.000 niños menores de 14 años,
mientras el número de perros registrados superan los siete millones.
En
ningún momento, pienso que a ningún animal, no se le deba tratar bien, incluso,
se le proporciones, determinados derechos, derechos como seres vivientes, desde
luego, no es una cosa, sino es un ser
viviente, que por tanto, siente y sufre y se alegra. Y, debemos pensar, que
debe tener una serie de cuidados y de cariño proporcionado por los humanos.
Pero
si estuviésemos en la primera mitad del
siglo XIX, mis precedentes, en el articulismo literario de opinión, pongamos
por Larra, Mesoneros, Bretón, Fernán Caballero,
Calderón, White, Espronceda…, que analizaban y criticaban las realidades
de su época, con mayor o menor rigor, por ejemplo, los casamientos forzosos,
los problemas con la administración, etc., ahora los veríamos de forma
adecuada, esas críticas. Pero en el momento de hoy, analizar-pensar-criticar
aspectos de la realidad presente, resulta enormemente complejo. Porque
cualquier realidad tiene muchas ópticas-dimensiones-horizontes, existen muchos
fines e intereses e intenciones y necesidades, fines e intereses de todos los
colores y de todas las formas y de todas las maneras.
El
analista literario, que utiliza el artículo o columna de opinión, para
entretener, comprender, analizar, hacer pensar, reflexionar y, que tenga un
grado suficiente de realidad sus palabras, de actualidad, de novedad, de
pensamiento, de importancia, de
comprensión, pero también, sea verdadero y verídico, bondadoso y, algo
de y con belleza. Es difícil.
Nadie, niega que
está muy bien, que las personas tengan un grado importante de afecto con sus
animales, y co, los animales en general. El gran precursor que conocemos, Francisco de
Asís, que como otros santos y santas del catolicismo, se entendían y
hablaban con los animales. Pero también, no
podemos “dejar o dar u ofrecer todo el afecto a los animales, y, no a las
personas”.
Dirán
con razón, estimado/a lector/a que su mascota ha sido con usted más cariñosa
que algunas personas, que se ha cruzado en su camino. No lo niego, no le voy a
indicar que sea mentira y sea error. Pero, también, deberíamos buscar los
equilibrios y las racionalidades, no olvidemos, que cualquier realidad humana y
social y natural y cultural, es poliédrica, para usted tiene unos significados,
para otras entidades y poderes sociales tiene otro. Para el vecino le está
curando su soledad, para la vecina del sexto su vejez y su fallecimiento de su
marido, para la del tercero, lo necesita como compañía para el niño que está
solo, en el rellano del cuarto, se lo ha recomendado el psicólogo, para…
Muchas
veces, cuándo atravieso la acera con algunas personas que
arrastran-llevan-conducen-miman o son arrastrados por algunos perros, porque se
producen todas las posibilidades, algunas se les nota que es un ser viviente de
compañía, a otras, personas, mujeres de treintena, les gustaría tener un
niño-niña, pero el amante-pareja-novio-esposo no está por la labor. Muchas personas, esconden, pregunto y me
pregunto, su necesidad de tener un vástago que llora y hay que cambiarles los
pañales, pero que alguno de los conyugues no desea. En vez de ser un niño
el clavo de unión, entre otros motivos, es un animal. Nadie se rasgue las
vestiduras…
No
rellenamos frases e ideas y palabras e imágenes y conceptos, para hacer sufrir,
para crear heridas en otros seres humanos, ni siquiera en uno, sino para entre
todos, encontrar soluciones morales y racionales, con sentido común y prudencia
y eficiencia. Estamos y somos en nosotros mismos, en la Naturaleza, en la
Sociedad, en la familia, en la Cultura, en el Buen Dios. Un animal es un espejo que nos dice mucho de nosotros mismos, de ellos
mismos.
Los
animales han sido utilizados durante siglos, no de forma adecuada, ni siquiera
para los parámetros de su época, para distintas finalidades, por fin, la humanidad ha arribado al estado
social y cultural, en el cual, el animal es un ser viviente, que siente dolor y
alegría, y, a de ser bien tratado-estimado-valorado-querido, tener empatía
con él. En nosotros está el esfuerzo moral de hacerlo de forma correcta, pero no caigamos, tampoco en radicalismos,
tampoco, sea la mascota, un sustituto del amor que debes dar a otra persona, a
los que viven y conviven contigo, y, tampoco, te silencien el amor-amar y el
deseo y espera de tener un hijo. Un animal no sustituye a un hijo. No lo
olvidemos. Tengamos racionalidad prudente y necesaria y suficiente.
Es
un enorme misterio y enigma humano, porque por un lado, pensamos y sentimos y
percibimos, que si una persona trata bien a un animal, a su mascota, con más
razón, también lo harán con el resto de humanos, y de personas. Pero desde hace
casi ocho décadas, en todos los departamentos de antropología, psicología,
filosofía, teología, se hacen la misma pregunta, ¿cómo pudo suceder, hacia la mitad del siglo XX en Centroeuropa,
personas por la mañana, metían a cientos en crematorios, niños y niñas y
personas ancianas y…, y, por la tarde, llegaban a su casa, jugaban con sus
niños en el jardín, y, con su perro, y, por la noche, algunos días asistían si
podían a una ceremonia de música, con ópera de los grandes compositores
europeos…?
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com© jmm caminero
(05abril-04mayo 22cr).
Fin artículo
2.994º: “Mas mascotas que niños”.
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