Artículo Periodístico 3.002º: “Fundación Francisco de Quevedo en Torre de Juan Abad”.
Umbral y muchos, expresaban que toda la
literatura española, que es una manera de expresar el sentir de España, está
dividido entre Quevedistas o Cervantinos…
Pueden pasar los moldes estéticos
y de las teorías de la literatura y de las Artes, de las sensibilidades
humanas, y, de la historia y todos sus vericuetos, con sus jardines y sus
tapias y paredones, pero puede que esta afirmación o enunciado o concepto, que
no sé cual será su origen primigenio, puede que sea cierto y verdadero y, que
esté dividida entre estas dos grandes sensibilidades los que producimos sombra
en nuestros viñedos/olivares. En definitiva, es el humor (de personalidad y de comicidad), tanto humor lleva en su
corazón-alma-carne los escritos de Quevedo como los de Cervantes.
La verdad que algunos, con razón,
indicarían, que también tendríamos la sensibilidad
de Góngora y su barroquismo, también Lope de Vega y su arborescencia creativa, la de Calderón un poco posterior y su metafísica
cristalizando palabras en diálogo… Quizás, podríamos indicar, que todos los
que hemos venido después de ese siglo llamado de oro, hemos ido mezclando y
combinando con nuestros pasos y biografías, con los quehaceres de nuestro
tiempo y sensibilidades y circunstancias, a todos esos prohombres: Quevedo,
Cervantes, Lope de Vega, Góngora, Calderón y otros anteriores, siempre
con la ascética y la mística de la de Ávila y el de Fontiveros… Al final,
tenemos que aceptar que somos un cocido madrileño y manchego de todos ellos y
de todas ellas.
Pienso y opino y percibo, que a nivel de presencia en el mundo de hoy y de
ayer, a Quevedo se le ha olvidado, quizás, no tuvo el enorme talento de
realizar-construir-materializar una gran obra como el Quijote de Cervantes,
quizás le faltó tiempo, quizás, si hubiese reunido todos sus libros -me digo a
mi mismo-, en solo uno, diferentes capítulos, a veces, así lo leo-releo en mi
caso, como si toda su obra, de diversos géneros solo fuese un solo libro, un
solo título. Así, pienso Quevedo está y
estaría a/en la gran altura de Cervantes,
Shakespeare, Dante, Homero, Dostoievski, Proust, Joyce… Si sentimos
toda la producción de Quevedo que se ha conservado como un único libro o
título, los vientos nos ofrecen una obra genial y maestra para todos los siglos
y para todas las culturas…
Pienso y opino y siento, que no se han construido suficientes entidades
e instituciones de y sobre Quevedo, de y sobre la producción cultural de
Quevedo, de y sobre su vida y sus políticas y sus cárceles y sus exilios y
ostracismos interiores. Quevedo tiene muchas facetas y perspectivas que no
hemos explotado. Una obligación de la Mancha es elevar a Quevedo a la
categoría, similar o un paso-peldaño por debajo del gran
Cervantes-Quijote-Sancho-Dulcinea. Quevedo
nos enseñaría mucho a los humanos de hoy, de poesía, de política, de
periodismo, de humor y de mil facetas. Quevedo
está por descubrir –no se rasguen las chaquetas académicas, tantos que
llevan décadas y siglos analizando y estudiando…-.
Hoy recordamos y homenajeamos a
esta Fundación de y sobre Quevedo, inserta en la Mancha de la Torre de Juan
Abad que con medios modestos, están intentando levantar cañones de fuegos
artificiales, para que nosotros los que habitamos esta Piel de Toro, nos
percibamos del enorme valor de la literatura de este personaje-persona. Puede
tener sus claroscuros, qué persona-personaje no los tiene, de los famosos y
famosas, y, de nosotros, que somos desconocidos en el mundo. Pero tendremos que aprender y aprehender en el
árbol de la historia y de la Historia, plagiar-copiar-imitar lo bueno, no
hacerlo con lo menos bueno. Cierto es, que tenía sus obscuridades.
En ese siglo, siempre he pensado,
que es lamentable-triste-trágico, que las diez grandes figuras, que nos han
creado mucho de las sensibilidades y percepciones que nosotros, pequeños hombre y mujeres, que hemos ido viniendo
a esta rueda del mundo detrás de ellos. Es
triste y trágico, que esos diez grandes figuras, pueden ser doce o veinte, los
que ustedes quieran, muchos se entendieron y se conocieron y se estimaron y se
valoraron, pero también, hay hechos y datos, que tuvieron una inquina y rencor
y maledicencia entre algunos de ellos.
Cuestión que siempre, en mi
modesta existencia me ha ocupado/preocupado. Porque esa lucha cainita en el
foso de las cinco de la tarde del toreo nacional, ha continuado. Unos intelectuales-escritores-pensadores-artistas
contra otros. Y, y, yo siempre me acuerdo, que salimos al campo de la
Mancha, y encontramos distintas especies, que existen, cada una con su hueco,
cada una con su ecología y su naturaleza, y, todas forman y conforman el mundo.
Pues cada escritor o pensador o pintor
es lo mismo, cada uno continúe su camino y su andar y su hontanar… ¡Y,
después, ya vendrán después los presentes o los del pasado y los del futuro, y
dirán, si uno y su obra, si una y su obra, es genial o notable o solo bien…!
Decían los viejos maestros
griegos, que no sirve ninguna filosofía que no intente curar algún mal humano.
Sugiero, con todo respeto a mis coetáneos, que visiten esta Fundación sobre
Quevedo, los distintos lugares de y sobre Quevedo de/en la Mancha, por ejemplo,
la famosa Celda de Villanueva, y,
también sugiero a los que están realizando esta labor encomiable y de gran
valor, que analicen y estudien, si
podrían empezar a coleccionar diversas ediciones de las obras de Quevedo, algo semejante,
a como han hecho en El Toboso, con el Quijote.
Un gran escritor es como un
espejo, que nos muestra algo de nosotros mismos, algo de nuestra carne, algo de
nuestra mente, algo de nuestra alma, algo de nuestro tiempo y circunstancias e
historias. Quevedo es un enorme espejo
en el que podemos vernos reflejados y retratados. Paz y bien.
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (07-11 mayo 2022 cr).
Fin artículo
3.002º: “Fundación Francisco de Quevedo en Torre de Juan Abad”.
E. 11 mayo 2022 a El Dia Digital.es CLM.
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