Artículo Periodístico 3.144º: “¿Se repiten los acontecimientos?”.
En
filosofía de la historia, existe la teoría del movimiento continuo hacia el
futuro, y, existe, el eterno retorno. Ambos modos de ser y estar y entender el
mundo se materializan de muchos modos.
Algunos autores y personas, que
no tienen que ser escritores o pensadores, piensan que el mundo es como la
economía una sinfonía de microciclos económicos, ciclos económicos y
macrociclos económicos, que se repiten, de vez, en cuando, aunque diríamos que
los actos, en parte son distintos. Otros, indican, que aunque existen pequeños
cambios, siempre estamos en ese baile o vals o vaivén, que se modifican pequeños
actores o actantes, como ahora se indica, pero que la gran música es similar…
Este es uno de los problemas,
filosóficos y metafísicos e históricos, que abarcan tantos
cientos de factores, que la mente a palo seco, es decir, solo con el pensar
racional, jamás podremos llegar a una conclusión. Pero bueno es saberlo y
conocerlo, porque nos puede plantear una arquitectura de pensar la realidad y
de nosotros pensarnos en la realidad.
Miguel Anxo Murado, redactó un artículo El
cedazo de los días, premio Julio Camba, publicó en La Voz de Galicia, el 31
diciembre del 2016, que nos plantea estas cuestiones y otras. El eterno
retorno, pensamiento de Nietzsche, pero que es tomado del concepto de
destino de los griegos, se ha repetido en este último siglo hasta la saciedad.
Por otro lado, esta la idea de progreso, que se instaló en el pensamiento
occidental, desde el humanismo renacentista, pasando por la Ilustración, y
todos los movimientos de reforma y revolución y de utopías y de idealismo que
ha ido atravesando el arado del mundo en estos siglos.
En antropología existe los que se
denomina “los universales antropológicos”. Realidades o entidades humanas y
socioculturales que se repiten en todas las sociedades, dicen los sociólogos,
que existen unas setecientas sociedades diferentes, actualmente en el mundo, y,
en todas las culturas y civilizaciones, que podrían ser actualmente, una
decena, si somos generosos, una veintena, con combinaciones, y, todas las del
pasado, que se han ido olvidando –por ejemplo, la civilización
fenicio-cartaginesa, que nos queda a un paso de nuestro patio de la escalera…-.
Esos universales antropológicos,
son realidades que en todos los seres humanos se producen, en todas las
civilizaciones-culturas-tiempos-épocas, todos tenemos que comer, todos tenemos
que dormir, todos tenemos que casarnos, todos tenemos que fallecer, todos…
Después, cada cultura o civilización o filosofía lo aborda de un modo diverso o
diferente y diferenciado… por lo cual, diríamos, que se producen ciclos y
cambios.
Algunos, indican, que la materia
es la misma, la necesidad de comer, pero los sistemas de búsqueda del alimento
son diferentes. Por situar un ejemplo, fácil y sencillo. La forma de captación
de los alimentos, de la distribución de ellos, de la materialización de las
costumbres culinarias, de las maneras concretas de qué se hace con los
alimentos, etc. Y, esto aplicado a los cientos de universales culturales…
Siempre, para que nadie se
disguste, siempre pongo el ejemplo, de las aceitunas. Que pienso que ninguna cultura
o civilización la ha prohibido a lo largo de la historia. La aceituna es el
mismo o similar producto a lo largo de los milenios, pero la forma de
utilización es diversa y diferente y cambiante… Pero en otras temáticas,
existen diferencias entre macroculturas-ideologías-filosofías-cosmovisiones-religiones,
y, existen diferencias a lo largo de los siglos y épocas.
Y, este es el gran tema, la gran
piedra en la que los humanos tropezamos. No admitimos, las maneras de
entender-comprender el mundo, cosmos, ciudad, civilización, la metafísica y mil
otros temas de otras sociedades-culturas-religiones... Y, los humanos, en
parte, crean puentes y pasarelas y vías de entendimiento y comprensión, pero en
otras cuestiones, existen caminos que se han destrozado y dividido y con muchas
púas y muchas dificultades…
El mundo o planeta o civilización
humana, ya ha creado, cientos de miles de puntos de conexión e interrelación.
Ya, ya no es como en siglos anteriores, en el cual, una forma de entender el
mundo, que estaba a cinco mil kilómetros, de otra diferente. Que podrían tener
algunos contactos económicos y demográficos, pero eran mínimos.
Pero ahora, un avión te arrastra
en doce horas a cualquier lugar del mundo, abres una cadena de televisión y
puedes percibir algo presente a diez mil kilómetros, recoges una llamada
telefónica de una amistad de cinco mil kilómetros.
No estamos en la situación ahora,
que hace un siglo que un italiano o español embarcaba en un barco a América del
Sur, y tardaba quince días en llegar, y otros, quince días, en recibir la carta
de que había llegado bien dirigida a su madre...
Ahora, en cada ciudad grande,
mediana, pueden existir varias docenas o cientos de personas, de diez culturas
diferentes, de veinte países diversos, de diez lenguas de origen distintas…
Ahora, tenemos el gran reto, de entendernos entre todas las culturas, si como
humanidad y como especie, queremos vivir y sobrevivir.
La gran cuestión es cómo
encontrar modos de encontrarnos en paz.... Porque unos dicen, que las
aceitunas, no se deben comer, otros que solo guisadas con sal, aquellos con una
pasta puesta al sol…
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jmm caminero (04-17 agosto 2022 cr).
Fin artículo
3.144º: “¿Se repiten los acontecimientos?”.
E. 17 agosto