Artículo Periodístico 3.133º: “Viejos equis viejos”.
Muchas
personas se jubilan con un deseo irrefrenable, otras, lo tienen que realizar por
la legalidad o por otras circunstancias, pero les gustaría continuar en el
tajo.
Se
habla que en el fondo existen, dos grandes tipos de cuestiones, una, que en
Occidente, existen jubilaciones, de mayor o menor grado, con lo cual, se
produce, diríamos un cambio esencial, como jamás han existido en siglos. Cierto
que este proceso ha durado en su evolución al menos un siglo.
Segundo,
que se habla de la obsolescencia de los productos. Se indica, que un empresario
iba en coche por Nueva York, hacia 1929, y se percató de las filas de personas
sin trabajo, en edificios para recibir ayudas de beneficencia, o personas por
las calles, sin tener nada que hace, etc. Y, entonces, dicen, se le ocurrió la
cuestión y concepto de la obsolescencia mercantil. Dicho de otro modo si una
bombilla, ya la técnica permite, tenga una vida de veinte años, se hace para
que solo disponga de cinco, si una lavadora puede tener una existentita de
veinte, se diseña para que solo tenga diez años, etc. De tal modo, que así, se
crea la necesidad de nuevos productos, y, por tanto, de más horas de trabajo
para distintas personas…
¿Esta
es la cuestión, existen más personas en el mundo, potencialmente, que horas que
se pueden dedicar a producir productos o mercancías y servicios…? ¿Faltan horas
para producir, porque con las que se dedican, se tienen suficiente, para crear
todo lo que en un momento se considera, según multitud de variables, del
sistema socioeconómico del momento…? ¿Sobran manos para producir, para producir
todo lo que se produce en una etapa concreta…? ¿Las sociedades, en definitiva,
y los Estados inventan formas y maneras para que se incrementen y se
reproduzcan las horas para producir realidades/mercancías/servicios, o
disminuir, lo que se tarda en hacer un producto, para que tenga un precio más
bajo, por un lado, y, por otro ampliar las horas potenciales de trabajo, para
que existan más personas que puedan producir/trabajar…?
¿Y,
en ese dilema, está, una de las maneras, ir jubilando a la población, por otro
lado, alargando el tiempo de empezar a trabajar, con estudios sucesivos, etc.?
En este contexto se plasmó el artículo Viejos cómicos, de Fernando Fernán
Gómez, publicado en El ABC, el día 28 noviembre de 1998.
Podríamos hablar-dialogar-escribir-pensar-analizar de los viejos cómicos, de
los viejos profesores, de los viejos ejecutivos, de los viejos curas, de los
viejos amas/amos de casa, de los viejos escritores, de los viejos pintores, de
los viejos filósofos, de los viejos científicos, de los viejos y viejos y
viejos ancianos/as…
Está
llegando una nueva revolución industrial, una nueva fase, están ya los primeros
pasos, hasta ahora, sistemas mecánicos, con un mínimo de informática, un telar
con mil máquinas, es gobernada por un sistema informático básico, y quizás, dos
o tres empleados que supervisan. Y, producen, una enorme cantidad de material.
Y, esto aplicado a multitud de productos. Vean, esa serie de televisión que se
denomina, más o menos: ¿Cómo lo hacen”, y percibirán lo que
les estoy indicando…
¿Pero
qué sucederá, cuando la fase de la Inteligencia Artificial, empiece a estar en
multitud de sectores de la sociedad, para producir, cientos o miles de
productos/servicios, un paso más perfeccionado que las fábricas con sistemas
mecánicos y algo de informática, como los telares aludidos…?
Desde
luego, nadie niega que se reducirán los precios de los productos. ¿Pero, qué
sucederá con cientos o miles de millones de seres humanos biológicos, que
sucederá con sus cerebros y sus conocimientos y sus manos, para poder realizar
un trabajo que les permita producir algo, mercancías o servicios o
creaciones/investigaciones, que les permitan obtener un salario, y puedan
mantenerse digna y honestamente, a sí mismos y a sus familias…?
Personalmente,
no sé la solución, quizás, reducir las horas de trabajo semanales, para los
seres biológicos humanos, de unas cuarenta actualmente, a unos treinta y,
después, a unas veinte… Pero claro, esta medida, tendría que ser, diseñada a
nivel mundial, que todos los países y sociedades la aplicasen, porque si, no es
así, vendría el desempleo y la caída total de las economías que fuesen menos
competitivas… Supongo que esta medida, no podría ser aplicable, a no ser, que
existan Organismos Internacionales sobre el Trabajo que tengan la Autoridad
Legal Mundial, sobre estos temas. Y, de momento, estamos lejos de dicha
situación…
¿Supongo
que los “viejos cómicos” y los viejos cocineros y los viejos albañiles y los
viejos pensadores, todavía nos pueden enseñar mucho, incluso, ayudar mucho,
producir cosas o servicios, que no tienen paga, cuidar a los nietos, ir a la
compra para la hija si es que no puede, ir de conductor para llevarlos…?
¡Ser
queridos por los menos viejos, y ellos/ellas querer a los menos viejos, de
forma adecuada y racional y moral y prudente y eficiente y en paz y en bien…!
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero
(21 julio-03 agos 22 cr).
Fin artículo
3.133º: “Viejos equis viejos”.
E. 03 agosto