Artículo Periodístico 3.145º: “Estar y ser: Antonio Lucas y Umbral”.
Todo
ser es y está. Se puede ser y estar de millones de formas y de maneras, solo
con lo que sabemos de este planeta. Una piedra es y está y un árbol y un
caballo y un ser humano.
En
el articulismo, que ya llevamos varias décadas, estimo que varios siglos es/son
el/los costumbrismos el género por antonomasia. Han ido cambiando los nombres,
crónicas, puede ser, más poético o más estético, pero casi todo el columnismo
literario de nuestra Piel de Toro, es desde Larra y antes de Larra hasta hoy,
costumbrismo, trufado de más poética o de menos, de más conceptos e ideas o de
menos, de más argumentos o de menos, de unas temáticas o de otras, todo es casi
costumbrismo –salvo Marina, que sería más indirecto, que analiza
otras realidades, pero también usos y costumbres, a la luz de la psicología y
filosofía-. Distintas variedades o formas o estructuras de costumbrismo. Cambia
el tiempo y cambia la voz. Pero costumbrismo.
Sea
Larra y
gran parte del diecinueve y gran parte del veinte. El columnismo anterior a la
incivil guerra civil, era analizar los usos y costumbres y hábitos y actos y
aptitudes y actitudes de los seres vivientes bípedos racionales e irracionales
que van poblando cada generación este terruño. Los articulistas posteriores a
esa incivil guerra civil, hacen lo mismo. Cierto cambian algunos moldes, porque
las teorías de la literatura y de las artes van cambiando, especialmente, las
que vienen detrás de los Pirineos o detrás del Atlántico.
Porque
en estas generaciones los articulistas son más leídos y cultos, y más,
internacionales. Pero casi todo es costumbrismo, no solo en Larra, Alarcón, Mesonero
Romanos, Fernán González, Clarín…, también en mucho de Unamuno y Ortega,
mucho de Camba,
Ruano, Plá, Cunqueiro, Vicent, Umbral, y, todos los demás. No tienen
más remedio que fijarse en aspectos de la realidad, y, después cada uno va
metiendo palabras y verbos en la botella del artículo. Olvidamos a Alfonso Sánchez,
que hasta dónde sé, comentaba a/de las clases altas de la sociedad, hasta donde
dispongo de datos, empezó a utilizar negritas –cosa que no se le recuerda, ni
se le valora…-, hasta dónde sé, es otro más en ese regimiento de, al menos dos
siglos, de costumbrismo en el artículo en esta tierra celtíbera.
Antonio
Lucas, poeta y
escritor y periodista y columnista, en El Mundo, el 06 de abril del 2009,
en una crónica-comentario-columna-artículo titulado Turismo y G-20, analiza
algunos aspectos de estas temáticas, y, de otras, siguiendo aquello de la
morcilla de Ruano,
la famosa estructura circular de la columna. En definitiva, un artículo es un
poema en prosa tachonado de figuras literarias y conceptos, que quieren llegar
al alma y a la carne y a la mente de algunos sujetos. Es como una conversación
con/en prosa y poesía. Antonio Lucas, quién sabe, si el nuevo Machado
del siglo veintiuno…
Bajo
mi modesto modo de observar y pensar y analizar, los articulistas, no se
dividen por las temáticas, ni los estilos, ni por las épocas, ni todo lo demás.
Que son diferencias apreciables, no lo vamos a negar. Sino por lo siguiente, es
lo esencial, si un escritor y polígrafo del articulismo, realiza y publica
cuatro o cinco cada semana, o solo una o dos. Esta diferencia es lo esencial.
Si una persona tiene que redactar cuatro o cinco a la semana durante diez o
veinte o treinta o cincuenta años, al final, es un ser que ha tenido que
percibir, miles de entresijos de la existencia. Pero si solo tiene que redactar
uno o dos a la semana, es cierto, que al final, si ha existido cincuenta años,
en esta actividad, tendrá una enorme cantidad, pero su mirada y perspectiva
será diferente y diferenciada al otro tipo de visionador/interpretador de
trozos de la realidad…
Un
escribiente, que haya rellenado diez mil hojas/artículos/columnas/crónicas con
firma ha tenido que observar cientos, de cuestiones, temas, trozos de la
realidad, perspectivas, dimensiones, teorías, conceptos, argumentos, datos,
hechos, personas, personajes implícitos o no. Por lo tanto, tienen que
ir/plasmar todo el arco iris y todas las sinfonías de la realidad, todos los
cuartetos del costumbrismo –hacen verdaderas Fenomenologías del Espíritu,
de Hegel,
pero con palabras modestas y analizando miles de temas rutinarios-. Entendido
como usos y costumbres, incluidos personas, hechos, datos, personajes de la
política y de todo el teatro del mundo, con nombre o abstracciones… (No cito
nombres, para parecer más culto, no lo necesito, precisamente ahora, que voy
olvidando a tantos, por los misterios de la memoria, sino para abrir puertas a
nuevos aspectos del entendimiento, como este que indico, el artículo como
desarrollos fenomenológicos y hermenéuticos de la realidad existencial.
Perdonen el palabro…).
Al
reducir, cada vez más el tamaño o palabras o caracteres del artículo, al
existir menos materia/jamón/chorizo/queso/vno, se pueden abordar menos
realidades. Aquí, pienso que es un error del columnismo actual, ya no son
columnas, sino semicolumnas, quinientas palabras, cuatro mil quinientos
caracteres. Siguiendo que de media en Internet, solo se lee una noticia o
hecho, un minuto de media. Pero, en mi modesto entender, pienso que no todo el
mundo que se acerque al articulismo, quiere solo captar la superficie y una
razón-argumento. Porque al final, estamos convirtiendo el artículo en algo de
solo mostrar, y, la columna, es mostrar y demostrar, al menos, con dos o tres
razones –razones no solo emocionales poéticas…-.
Antonio
Lucas, en esta
columna que comentamos, como escritor y poeta y columnista, nos está mostrando
trozos de la realidad, con trozos de interpretación. Otro ser humano que sigue
esa estela que viene desde Larra, pasando por Ruano y todos los de su generación,
y por su maestro Umbral. Debo reconocer, que en una especie de conferencia que
he visto, en la que el participaba, creo que en la Fundación Manuel Alcántara,
otro gran costumbrista poético, se emocionaba al recordar a Umbral, expresando,
que algún día en diez páginas o cuartillas contará la historia del sepelio del
maestro Umbral.
Es
de agradecer, que un escritor alabe y se emocione al recordar a otro –años
después-, que Antonio
Lucas, al que no conozco, y supongo, nunca conoceré, se emociona
recordando a Umbral.
Solo por eso, solo por demostrar esa sensibilidad, debería usted continuar
leyendo a este columnista y a otros articulistas. Paz y bien.
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (14-17 agosto 2022 cr).
Fin artículo
3.145º: “Estar y ser: Antonio Lucas y Umbral”.
E. 17 agosto