Artículo Periodístico 3.223º: “Poesía de/en/para/con/desde la Mancha”.
Podríamos haber titulado: Poesía
de la Mancha o de Sevilla o de Cantabria o de Europa o de España o de la India
o de Canadá o de Alaska o de las Islas del Pacífico…
En las clasificaciones del género del articulismo literario,
algunos indican que el tema y el título, que pueden ir entremezclados o
combinados o solo ser puentes entre sí, tiene mucha importancia. Otros,
indicarían, que simplemente, ahora, se expresa, es un gancho para atraer a los lectores, más ahora, que todo se mide,
si una columna se publica en un diario digital, se sabe, cuántas personas han
chupado de esos escritos, cuánto tiempo han tardado si tres o cinco
minutos, en treinta segundos, desde dónde. Por lo cual, para algunos
articulistas sería una especie de
dictadura de la audiencia…
Por tanto el título, ahora tiene que ser un eslogan que atrape al lector, la
entradilla o primeras dos o tres líneas, abrirle el apetito y después, el tema,
según el número de palabras, ahora caracteres, que te permitan, así puedes
utilizar un par de datos y un par de argumentos. Por lo cual, no sabemos si el columnismo se está
muriendo de éxito/fracaso, porque al final, un equipo directivo puede soportar
durante dos meses, que un artículo no baje de una audiencia, pero quizás, no
tres o cinco. Con lo cual, la libertad de pensamiento y ensoñación e
imaginación que el artículo ha tenido se está
difuminando-perdiendo-deteriorándose en (la) realidad. ¡Con lo cual, no podemos hablar de usted, de cosas intemporales que
suceden todos los días, inactuales de la actualidad aunque no sean novedad, no
podemos dialogar de y con la tortilla, tema eterno e inactual y más necesario
que ninguno, del comer y cosas semejantes…!
Gerardo Diego, en El ABC, del 09 febrero de
1960, redactó un bocadillo de ideas e imágenes, titulado Poesía sevillana. En el cual
nos habla de poesía y de ciudad y de seres de carne y sangre. Si es más
importante el urbe y/o el orbi, o si es más importante la persona, o, si es
ambas, y, en qué proporción…
Puede
que un literato, un poeta, un pintor, un compositor musical o, lo que
ustedes quieran, pueda nacer en
cualquier lugar del mundo. Puede que cualquier lugar del mundo, le limite o
le condicione, porque le permita, en mayor o menor grado, desarrollar esa
función-finalidad-vocación-oficio, la
formación, diríamos, como segundo paso, después, del nacimiento. Tercero, el desarrollo de ese oficio o vocación,
sea la que sea. Sería un condicionante esencial. Cuarto, la cristalización o aceptación por parte del resto de la sociedad…
Dicen, que la alta ciencia
actual. No solo se tiene que tener el talento suficiente o los valores
potenciales mentales suficientes el científico. Sino una formación acorde, con
lo cual, la tiene que degustar y aprender, en centros universitarios de alto
nivel. Se dice, que la solución de un problema matemático, uno de los siete
problemas matemáticos del milenio, resuelto por Perelmán, lo pudo realizar, porque en el mundo soviético, existía una enorme
tradición de formación de grandes matemáticos.
Por lo tanto, no solo deben
existir centros de alto nivel de formación literaria y poética, sino, al final,
una sociedad o pueblo o comarca o región
que apoye ese talento, la industria y la gestión cultural, tanto pública como
privada. Por lo cual, pueden que
muchos patitos que pueden ser cisnes, nazcan en todos los lugares, pero
después, década a décadas, se van convenciendo que solo son eso patitos feos y
no grandes cisnes. O, creen que son potencialmente grandes cisnes, y son
modestos patos y gansos y ocas –que no es poco, porque al final, solo existen
una decena de grandes empresarios, por cada territorio, y muchos miles, de
segunda o quinta fila, y todos son necesarios-. Esta es la tragedia de la cultura humanística, parece ser en toda
sociedad y cultura y continente…
En España, hace unos lustros, un
alto gestor y empresario cultural, no fijemos más los detalles, porque recuerdo
el nombre perfectamente, y el apellido, y la ciudad, dónde residía y tenía su
industria heredada, por cierto, de alguien, que hacía los cincuenta llegó de
Sevilla a otra región de este terruño pentagonal. Decía, que hoy un Quijote y un Cervantes, no se perdería, no pasaría
desapercibido, ni olvidado…
Yo, ante esta afirmación, diría
que estoy en la duda. Incluso aceptando que de mil poetas, solo uno tenga de
verdad talento, de mil pintores uno tenga de verdad talento, de mil músicos o
de mil filósofos o de mil empresarios… No
estoy seguro, porque el Quijote que
ahora habría que hacerlo, no sería como el de hace cuatro siglos, ni siquiera
como Galdós, y, quizás, el Cervantes de ahora, no sería manco, ni descendiente
de judíos, pero quién sabe, podría estar en una aldea gallega perdido o en una
aldea de la Mancha, o en un barrio del gran Madrid…
Dirá, si alguien ha llegado hasta
aquí, leyendo-releyendo esta columna. Dirá, para sus adentros, este escribiente ha perdido el norte del
escrito. Le debo indicar, que no es así. Le he dado vueltas, para que su mente y sus conexiones neuronales,
llegue a este final, llegue a pensar y repensar cosas, que quizás, no (se) vaya
directamente, sino indirectamente.
Es decir, haga usted un ejercicio
mental de neuronas y redes neuronales, igual que usted va al gimnasio y hace
ejercicios diferentes. Es que llegue usted a la pregunta y conclusión. ¿Qué hacemos con los cientos de poetas, que
cada generación, surgen en la Mancha o en Sevilla, dejamos que se vayan
muriendo de olvido y de pena y de silencio y, que estén leyendo sus poemas en
cafés literarios actuales, o en blogs, que apenas nadie lee…?
¿Alguien puede jurar ante Dios, que no existe ningún/a Dickinson, ningún Pessoa,
ningún Kafka, olvidado en el lagar de un millón
de granos de trigo y cebada…?
http://youtube.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (28 agosto-12 octubre 2022 cr).
Fin artículo 3.223º:
“Poesía de/en/para/con/desde la
Mancha”.
E. 12 octubre