Artículo Periodístico 3.242º: “El Talmud: El Libro interminable”.
Basándose
en La Torah/Pentateuco los rabinos judíos durante dos milenios han estado
elaborando un libro de crecimiento, analizando cientos y miles de cuestiones.
Por lo cual, diríamos, que es el
libro en camino, que se va haciendo más largo de la historia, hasta dónde
conocemos. Generaciones de rabinos y expertos discuten cuestión sobre cuestión,
aportando razones, argumentos, datos. Creando nuevas preguntas o cuestiones,
con que al final se ha convertido en una enorme Enciclopedia, en un enorme sistema o código jurídico y
religioso, en el cual, cualquier cuestión humana y divina se trata a la luz de
los cinco libros de Moisés.
Pero que en definitiva, quizás, sea el ejemplo de mayor
racionalización de un texto sagrado, o tomado como sagrado por una
comunidad/pueblo a lo largo de los siglos. Es una forma de crear/criar un
libro y una forma de criticar ese mismo libro. De alguna manera, la crítica más
profunda a dichos libros de la Biblia, es el mismo Talmud, porque está
constantemente en evolución.
Análisis
y descripción.
Esencialmente, existen dos
tradiciones, el Talmud denominado de
Jerusalén, y, el Talmud de Babilonia. Este último es como la ciencia que
está in fieri, siempre se está haciendo/rehaciendo. No se podría entender el/al
pueblo judío, la religión judía, la sociedad y la comunidad judía de siglos
anteriores y actuales, si no fuese por la enorme influencia de este texto.
Supongo, que los entendidos o expertos de este libro, los rabinos y maestros de
la ley judía, serán un tanto por ciento pequeño dentro de dicha sociedad. Pero
toda la comunidad tiene y ha tenido y tendrá influencia de multitud de
cuestiones tratadas en estos textos. Es
un constante observar, analizar, argumentar, pensar partiendo de los textos
bíblicos, se le añaden nuevas preguntas, con lo cual, al final, se
materializa/cristaliza distintos conceptos de todos los saberes humanos, de
ayer y de hoy, que podríamos indicar, que son analizados a la luz de la razón,
a la luz del saber de cada época. El
Talmud es como una rueda del saber que constantemente va creciendo.
Se dice, que en un vagón de tren
que va Nueva York, ciudad, un grupo de talmudistas, todas las mañanas, en el
viaje, han alquilado dicho espacio, y comentan dichos textos. Se tiene la
costumbre desde hace un siglo, que la edición del Talmud de 2.700 páginas, cada
día, se comenta-analiza-describe-argumenta una página de ese Talmud, con lo
cual, cada siete años y medio, se termina dicho análisis. Y, se empieza otra
vez de nuevo, parece ser que ya llevan unas treces veces ese ciclo…
Pienso, que en general, la capacidad del pueblo judía, reitero en general, que
tienen de analizar, se debe al Talmud, si alguien, en su familia, por
educación ambiental, porque se haya introducido en el Talmud, por la sabiduría
y conocimiento de dicha obra que se permea a la sociedad judía, etc. Alguien que haya estado en contacto con
dicha obra, puede después, está acostumbrado, a analizar cualquier otra
cuestión de la vida, sea del saber que sea, sea de la temática que sea. Si
alguien ha aprendido y se ha entrenado en ese contaste razonar y analizar, y
percibir distintos puntos de vista, puede ser capaz después de utilizar el
mismo método, para la ciencia o la psicología o la economía o… Al final, entre
serio y en broma, se dice que fue Marx y qué fue Freud
y que fue Einstein, que fue Husserl, que fue Kafka,
que fue Proust, qué es Soros,
en última instancia, sino talmudistas…
El Talmud, se sea o no se sea
creyente judío –yo, no lo soy-, o se sea ateo o agnóstico, o se sea de otra religión
o de otra ideología, El Talmud es un
verdadero monumento a la humanidad y de/desde/para la humanidad. Igual que
valoramos las grandes edificaciones de toda la humanidad. El Talmud, junto al Tripitaka,
La
Summa Teológica de Tomás de Aquino, son
una enorme obra de reflexión de y sobre el ser humano… Son grandes monumentos a
la comprensión de lo humano, con intersección e interrelación de lo divino, de
un texto sagrado, en este caso de la Torah.
Conclusión.
Opino, que el cristianismo, debería haber continuado con este método de análisis y
de exposición, es más, pienso que la Summa
Theológica de Tomás de Aquino, podría haber
sido un libro base y básico para seguir aplicando dicho método de reflexión y
racionalización. Y, un comité, formado cada generación de entendidos y
expertos y sabios, podrían haber ido añadiendo y completándolo dicha obra.
Y, pienso que el cristianismo en
Occidente habría evolucionado y progresado de forma más constante. Porque
habría ido asimilando y analizando y criticando, cientos y miles de cuestiones,
filosóficas y teológicas y de ciencias sociales y morales, a la luz, de los
parámetros y dimensiones de cada presente. Por lo cual. Cuando en una cuestión
tratada por el Aquinate, cuatro mil y pico existen, se plantea un problema, se
aportan diez respuestas a favor y en contra, y después una conclusión. Se podría haber aportado otras propuestas o
reflexiones o conclusiones.
Y, habría sido un libro y obra
abierta, en crecimiento, como lo es y ha sido y será el Talmud. Pienso que este
error, todavía el cristianismo católico podría rectificar, podría estudiarlo.
Porque es esencial para este movimiento, una síntesis esencial, de cientos de
cuestiones, para que todo el mundo, al menos, tenga una orientación…
http://twitter.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (12-26 octubre 2022 cr).
Fin artículo 3.242º:
“El Talmud: El Libro interminable”.
E. 26 octubre