Artículo Periodístico 3.225º: “El telegrama”.
Somos Naturaleza
Biológica/Psicológica/Espiritual insertas en una Naturaleza Física/Natural,
también en una Sociedad/Cultura, que supone Técnica/Tecnología.
Diríamos que somos áreas o conjuntos de realidades que se
interrelacionan, no solo somos animales biológicos racionales con alma,
sino que estamos insertos en una sociedad-cultura, sea auriñaciense o
solutrense o magdaleniense, si hubiésemos existido hace unas decenas de miles
de años, o, ahora, somos o estamos en
una cultura-sociedad neolítica postindustrial. Neolítica porque todavía
criamos los productos necesarios para nuestra subsistencia, menos la pesca sin
criaderos, y, estamos en la etapa postindustrial, porque hemos entrado en una
fase del neolitismo que llamamos revolución
industrial, y, dentro de esta, o, quizás algo nuevo, en una fase informática y teleinformática, y, estamos entrando en una
etapa de la I.A., Inteligencia Artificial.
No sabemos, muy bien,
exactamente, dónde estamos y somos, porque si entendemos que la técnica y la tecnología, no es una realidad que está
fuera de nosotros, sino que podemos inventarla o descubrirla o conceptualizarla
nosotros los humanos, pero después, creada e inventada y aplicada, nos lleva
hacia ciertos derroteros, posiblemente, nos transforma en cierta medida el
cerebro humano… No es solo la invención/descubrimiento del arco y las
flechas, sino que eso posibilita cambios sociales, culturales, psicológicos,
posiblemente, religiosos-espirituales, y, quizás también cerebrales. Porque un
cambio, pequeño o mediano o grande, se une entre sí y consigo, con otros, y,
produce cambios esenciales y accidentales a y en todos los órdenes de la
realidad…
No
somos cada individuo, una sola cosa, no somos todos los individuos de un
momento una sola cosa, sino que somos, como un tren enorme de largo, que sus
coches se van insertando, cada generación, unos a otros, nos vamos encadenando
unos humanos a otros, así, hasta la noche de los tiempos, de
momento, el primero homo, el habilis, la
famosa Lucy, hace dos millones y pico de
años, antes, los homínidos, que andaban
bípedos, pero que no los consideramos humanos, aunque utilizaban
herramientas –herramientas de piedra, que quizás, fue el gran invento, ese/a
Einstein que empezó a utilizarla, cambió la prehumanidad, cambió los primeros
vagones de la historia humana…-.
Quim Monzó, escritor y articulista, nos narra en
un artículo publicado en 1999, titulado El telegrama, algo de la técnica y
tecnología, de cómo vivió y existió y nació en una casa que no existía el
teléfono particular, tampoco en la mía, y, que después llegó/arribó/depositó el
primer teléfono. Y, como gran
articulista y literario que es Monzó, pues nos narra ciertas realidades humanas
y antropológicas y psicológicas y sociales y tecnológicas. Porque como
hemos indicado, somos y estamos formados, por una unidad substancial, diría, el
viejo maestro Aristóteles
y el mediano en el tiempo, Tomás de Aquino, estamos hechos o formados por
una unidad substancial, somos uno,
pero al mismo tiempo, podríamos añadir, formados por cientos de factores-variables-funciones-relaciones-interrelaciones
con nosotros mismos y con todo lo que nos rodea… -incluso, con aspectos del
pasado, y, con algunos de futuro, por las utopías o fines a los que nos
dirigimos conscientes o no, organizados o sin organizar, premeditamos o no…-.
Nos encontramos en un borde tecnológico, que es la
informática-teleinformática-Inteligencia Artificial. No sabemos, como nos
irá influyendo, sabemos algo, lo que nos sucede ahora, este modesto artículo
está escrito con un ordenador. Pero sabemos
que vendrán nuevos cambios, y, no sabemos cuales serán y cómo serán y cómo nos
influirán, en todos los ámbitos de los que formamos y conformamos y estamos y
somos… Somos de alguna manera un misterio y un enigma con nosotros mismos,
pero no solo en la naturaleza, sino en lo que podemos hacer y pensar y sentir.
Porque lo que conceptualicemos, ideas y conceptos y formas y maneras, y, lo que
inventemos nos hará de otro modo, mucho o poco…
La
Inteligencia Artificial, por no indicar Internet, la Informática y todo
este complejo relacionado, nos ha
cambiado la vida, no sé hasta qué punto ya dentro de nosotros, en formas de
penar y sentir y desear y hablar y actuar. Pero la I.A. se
diagnostica/pronostica que puede ser otro mundo. Cuando los sistemas de Inteligencia
Artificial, empiecen no solo a realizar cosas, como toda la era industrial,
desde el 1750, en las tres o cuatro fases, ahora dicen que estamos entrando en
la cuarta que ha cambiado la realidad, hemos construido enorme cantidad de
utensilios y mercancías y servicios. Pero ahora, nos encontramos con la I.A.
que tomará y hará y gestionará realidades
conceptuales/mentales/creativas/inventivas, podrá inventar cosas creativas…
Esta es la diferencia, no hará millones de palillos de madera o millones de vehículos,
sino “quién sabe si millones de ideas y
conceptos y creatividades…, en casi todos los campos…”. ¡Ya, estos sistemas
de aplicación informática, le indicas unos cuantos nombres de cosas, y, en unos
segundos te envía a tu móvil o pantalla, un objeto imagen, que es totalmente
diferente, a todo lo que existe, no existe ninguna imagen semejante a ella…!
¿Cuándo dentro de una o dos o
cinco generaciones, sean capaces de inventar y crear, y además, estén
interrelacionados millones de memorias de ordenadores, en millones de circuitos
posibles, y, por tanto, puedan/podrán inventar y descubrir, en todos los
aspectos…? ¿O, al menos, en muchos, desde y en todas o casi todas las ramas del
saber?, ¿qué sucederá, qué será del
hombre/mujer, qué lugar ocupa y ocupará… en todo el entramado social y cultural…?
¿Qué será cuándo esa enorme red
informática mundial, piense, qué sucederá…? ¡¿Al hombre, solo le quedará la esperanza de que tiene alma-espíritu
inmortal, y, desde luego, una enorme red teleinformática, pensamos, que no la
tendrá…!? ¡Y, esto está ya en el horizonte, solo es cuestión de unas
décadas, quizás, finales de este siglo…!
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (05-12 octubre 2022 cr).
Fin
artículo 3.225º: “El telegrama”.
E.
12 octubre