Artículo Periodístico 3.707º: “Auto y heteroevaluación cultural”.
¿Las
entidades culturas, públicas o privadas deben someterse a un proceso de
evaluación y autoevaluación y heteroevaluación?
Toda entidad social y política de
alguna manera, tienen dispositivos y sistemas de evaluación internas y
externas. Una empresa económica privada, es evaluada constantemente, por el
mercado y la aceptación de sus resultados, pero al mismo tiempo, existen
niveles internos de autoevaluación. ¿La gran pregunta es, las entidades
culturales, semipúblicas y públicas, deberían organizar/se (con) sistemas de
evaluación interna y de evaluación externa…?
Si admitimos, como principio que
la cultura y la Cultura es/son un modo o medio esencial de la economía
actualmente. Diríamos, dentro del sector servicios y del sector turismo y del
sector del ocio, la cultura tiene una dimensión importante económica. Y, por tanto
sustentadora de trabajo y de empleo. Ciertas zonas y comarcas reciben una
parte, no despreciable de sus recursos económicos debido al flujo del turismo y
del viaje cultural.
En toda entidad social y
económica, por ejemplo, el sistema de salud, existen sistemas de autoevaluación
y de heteroevaluación, evaluaciones internas y evaluaciones externas, en mayor
o menor medida –copiados en parte, de la empresa privada, que para sobrevivir,
está, al menos, en estas últimas décadas, en una constante evaluación interna y
externa-. Un ciudadano en el sistema de salud, le amparan leyes y normas, que
puede hacer una queja o una sugerencia, o ambas cosas a la vez -y, por eso no
ser castigado, ni sancionado, ni censurado-. Está insertada en el tejido de la
organización de dicha entidad esa posibilidad…
¿Pero en las múltiples entidades
culturales existentes, en mayor o menor medida regidas y legisladas con dinero
y dineros públicos, existen sistemas de autoevaluación y de heteroevaluación…?
¿O, no…?
¿Y, deberían existir, y, si deben
existir, qué parámetros y conceptos y sistemas y metodologías se deberían
disponer…? ¿Dentro de las entidades culturales públicas y semipúblicas existen
de distintas temáticas, y, gestionadas por distintos organismos públicos, sean
municipales, nacionales, regionales, etc.? ¿Por lo tanto, quizás habría que
formar y conformar un modelo general en ese sentido de análisis de esta
cuestión, organizar un debate público para el estudio de esta realidad…?
Una persona física, pongamos por
caso, cualquier persona que se dedica a un saber, sea de letras o de ciencias o
de artes, tiene que llevar un curriculum por delante, y presentarlo. La
cuestión es si una entidad equis cultural, en su Web no debería mostrar lo
realizado, su curriculum, durante los últimos diez o veinte o cincuenta años…
No debería, pregunto y afirmo, en su Web en una pestaña especial, indicar datos
de su propia organización, de su propio curriculum histórico...
Por ejemplo, en los Museos
Nacionales, por lo general, existen una documentación histórica, de todas las
exposiciones que han realizado y fecha y mes, desde el surgimiento. Pero esto
no se hace en otras entidades culturales, incluso museos territoriales y de
diversas temáticas, ni entidades culturales, que realicen exposiciones…
No parece lógico, ni racional, ni
eficiente que una persona física, sea matemático o sea físico o sea artista
plástico o músico o escritor tenga que llevar su curriculum como si fuese el baúl
de la Piquer, por toda España, para presentar su trabajo y su biografía
y sus méritos, y, una entidad cultural equis (pública o privada), sea del tema
que sea, y, existen multitud no presenten, en su Web oficial, un desarrollo de
toda su actividad cultural, en los últimos veinte o treinta o cincuenta años…
dónde se pueden ver, por quién quiera y quién sea, todas las actividades
culturales que han realizado y fechas… -Y, esto también aplicable a nivel de
entidades públicas y privadas…).
Durante años en las Casas de
Cultura, dónde tenían salas de exposiciones. El autor o autora que exponía, por
lo general, tenían que dejar en depósito y donar una obra de arte, de las obras
expuestas y presentadas. Así, durante años se ha ido realizando y construyendo.
Con lo cual, se supone, que en diez o veinte o treinta años de esta costumbre,
se han podido coleccionar y mantener y archivar, decenas o cientos de obras de
arte, en distintos formatos, materiales, géneros y arte… Lo lógico y racional,
es que dicha sobras, estuviesen catalogadas y archivadas, algunas expuestas, en
ciclos temporales, y, por tanto, esa información fuese pública, también se
percibiese en las Webs oficiales…
Porque sería una riqueza
cultural, que puede irse dejando a generaciones futuras, es una muestra de la
identidad cultural de cada territorio, sea localidad o comarca o provincia…
¡Cuántos museos, se están formando, solo de los premios culturales pictóricos
acumulados durante años y las obras donadas por los participantes, que han
querido, y, ahora, son pequeños focos culturales en sus localidades…! ¡¿Cuántos
autores culturales tienen la sensación que están, en muchos sentidos, como los
proletarios en el siglo XIX!?
¿Si todo se evalúa, interna y
externamente, no parece irracional e ilógico que no se realice lo mismo con
todas las entidades culturales, sean de un tipo o sean de otro?, ¿que no sean
gobiernos de taifas, totalmente autónomos e independientes, sino que existan
criterios externos e internos? ¿O, no…?
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (23 julio-01 ag. 2023 cr).
Fin artículo 3.707º:
“Auto y heteroevaluación cultural”.
E. 01 agosto