Artículo Periodístico 3.716º: “España y las Españas y América y Galdós”.
Quizás, no haya pasado el tiempo
suficiente, pero existen diatribas y diferencias actuales entre España y
América. Pero América del Sur nunca fue una colona sino era otro trozo de
España.
De ahí, devino el nombre de Las
Españas. Todo el mundo sabe que en algunas partes de América del Sur se
vivía mejor que en algunas zonas de la Península Ibérica, hace tres o cuatro
siglos. España ha asumido, ya desde hace siglos la colonización y conquista de
la Península Ibérica, de comarcas-Estados o de ciudades-Estados, decenas o
centenas por parte de Roma. Esa conquista no fue fácil para los autóctonos,
quizás, la imposición de reglas y normas romanas, no fue, para parte de la
población suficientemente positiva, quizás, pudieron pasar a esclavos parte de
dichas demografías, quizás, otras, empezaron a estar en alguna de las
categorías que Roma imperaba o legislaba para cada ciudad o territorio…
Cuando entran en contacto
estrecho dos pueblos o dos civilizaciones, al menos, en el pasado, no estamos
hablando del presente. Pueden existir problemas graves de interrelación. Pero
no se puede ser anacrónicos, hace cinco
siglos no existía la ONU, ni los Derechos Humanos, ni respeto al diferente, ni
respeto de la culturas, ni multitud de otras concepciones actuales, no solo
suceden en el fragor de los siglos, cambios tecnológicos, sino científicos,
filosóficos, humanísticos, religiosos, culturales, etc. Obviar y olvidar este
aspecto es no quererse dar cuenta.
América fue considerada como una
parte más de España, no como una colonia, era una proyección de España, por
eso, en tan pocos lustros se montaron municipios y catedrales y universidades e
imprentas. Era vivir como en España, en la medida de lo posible, en otros
lugares del mundo –porque migraron decenas de miles de personas de aquí que
querían vivir allí, como aquí o mejor que aquí-. No digo que todo fuese bueno…
Pero no todo fue malo, como ahora, parece que hay voces, que solo reivindican
este modo de entender esa interrelación.
Cualquier otro pueblo que hubiese
llegado con unos cientos de personas o en unos miles de personas, de cualquier
lugar de Eurasia, hubiese transmitido enfermedades, bacterias y virus. Las
enfermedades de Europa no las llevaron los españoles y los europeos adrede a
esa zona del mundo. A semejanza, las que existían allí, y, nos llegaron aquí,
no fueron adrede.
Pienso que ha habido mala suerte
histórica, el cine empezó después de la emancipación americana de España, de la
independencia de España. Y, el cine, podría haber señalado, multitud de
realidades buenas y positivas, que se hicieron en América en nombre de la
España, porque aquellas zonas eran también España, en la mentalidad vista desde
aquí. El concepto de colonia impuesto por otras zonas de Europa en otros
lugares, no es semejante a la española, que consideraba esos territorios como
parte de su realidad misma y mismidad, como un trozo más del Reino de España,
no como una colonia como después se entendió en otros lugares del mundo por
partes de otras culturas-naciones –se puede matizar lo que ustedes quieran,
pero si no se comprende así, no se entenderán muchas realidades-.
Se buscaba la salvación de las
almas, porque se consideraba que cada ser humano, fuese de la raza y etnia que
fuese, tenía alma inmortal. Por eso, se respetaron y se enseñaron las lenguas
nativas. Por eso, todavía existen esas lenguas originales. Se llenaron de
conventos todo el territorio, porque eran conscientes de que había que cuidar
los cuerpos pero también las almas. De alguna forma América, el hacer de
América una nueva España, trozos de España, convirtió a la Península Ibérica,
la dejó vacía de muchas maneras y de muchos modos. Fue un esfuerzo tan grande
en personas que migraron, de arquitectura, de universidades, de iglesias, de
catedrales, de hospitales en conventos y fuera de conventos… Todo lo que había
en España peninsular se llevó allí –algunas cosas buenas, algunas cosas menos
buenas-.
Nosotros, después de siglos nos
reconciliamos con los romanos, quizás los de América del Sur, las poblaciones
actuales se tendrían que reconciliar en sus corazones y en sus almas, con la
Península Ibérica. Deberían pensar, si hubiese sido mejor para ellos, de todas
las civilizaciones de hace cinco siglos, que hubiesen llegado otra u otras.
Piénsenlo seria y racional y profundamente. Piénselo si con otras
civilizaciones, de las diez o doce grandes de aquella época, si hubiesen tenido
mejores resultados, incluso, si hubiesen llegado otros países-naciones-reinos
de hace cinco siglos de Europa…
De todas formas cuándo algunos
americanos actuales les dicen y reprochan a los españoles de hoy, porqué y por
qué fueron hace diez o cinco o veinte generaciones. Ellos, deben preguntarles,
ellos mismos a sus abuelos o bisabuelos o tatarabuelos, porque fueron, ellos a
sus propios parientes, no a nosotros, porque mi abuelo no fue –este es el
argumento que decía Javier Marías,
cuándo le hacían esta pregunta y queja e improperio, cuándo iba a dar
conferencias por aquellas tierras…-.
Benito
Pérez Galdós
nos escribió un artículo de esta temática, titulado España y América,
publicado en La Esfera, 17 enero de 1914.
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (28 julio-09 agosto 2023 cr).
Fin
artículo 3.716º: “España y las Españas y América y Galdós”.
E.
09 agosto