Artículo Periodístico 3.710º: “Un demócrata en un no-demócrata”.
Desde las hecatombes políticas
ocurridas en el siglo veinte, ha estado una pregunta en los manuales de
política y filosofía política si puede pasar un demócrata a ser un
no-demócrata.
Enseguida ustedes que son muy
inteligentes, dicen, que hay que halagar al presunto e hipotético lector-a,
pero no es solo adular o halagar, que adular moralmente no es bueno, halagar
con moderación si sería ético. Sino es ese deseo, de no citar siglas, de no
citar nombres personales con apellidos, ni de entidades sociopolíticas
colectivas. Quizás, dirán algunos, si tomara más parte en el asador, tendría
más perspectivas de futuro en el articulismo hispánico. Pero cada uno es como
es. Y, a estas alturas de mi existencia, décadas de encontronazos y derrotas
literarias con el fracaso, pienso, que no es tiempo de cambiar en esto.
Una entidad colectiva o los altos
mandos de una entidad sociopolítica o partido, puede pasar de aspirar y tomar
el poder de forma democrática, con el sistema democrático de su sociedad y país
y tiempo, e, ir pasando en mayor o menor medida, hacia una no-democracia. Puede
en una no-democracia, en un sistema legal de su sociedad, no democrático, pero
si diríamos “legalista de siglos de tradición”, ir pasando a un sistema de
“no-democracia o de menos legalista según su propia tradición”. Porque un sistema
“legalista tradicional”, aunque no sea democrático, tiene sus contrapoderes y
contraposiciones, sus equilibrios, pero estos equilibrios se pueden ir
rompiendo…
El siglo veinte, se llenó el
mundo, de no-democracias que se hicieron aún más no-democracias, de sistemas
“legales tradicionales de poder no-democráticos” que se convirtieron en, un
aumento, de no-democracia. De sistemas democráticos y entidades que tomaron el
poder con la democracia de su sociedad y su tiempo, con sus limitaciones, pero
democracias, que a los meses de tomar el poder se fueron convirtiendo en
no-democracias, algunas, con una enorme gravedad de consecuencias. Y, por
último, cuarto sector o división, democracias o semidemocracias, que con
problemas y límites, continúan siendo democracias y semidemocracias.
El siglo veinte, este cuarto
grupo, de democracias, fue capaz de soportar la competencia y el antagonismo de
los anteriores sistemas de Estado y de Gobierno, en mayor grado
no-democráticos. Pero la cuestión que está en el horizonte, es si en el siglo
veintiuno, las democracias, con sus limitaciones, las semidemocracias serán
capaces de soportar las tensiones y presiones que este siglo que ya llevamos
casi un cuarto de su andadura, serán capaces de soportar…
En las “democracias representativas”,
existe un enorme problema o cuestión, es que los altos líderes que regentan ese
sistema, tienen que ser y estar, con un equilibrio interior muy grande, tanto a
nivel personal, como colectivo de las cúpulas que forman y conforman dicho
sistema de representación máximo. Las Autoridades Máximas que regentan sobre
ellos el poder y los poderes máximos del Estado, deben disponer de un
autocontrol enorme, regidos por las grandes virtudes morales que durante
siglos, se han pensado que tenía que tener todo ser humano, pero que deben
adornar a la Autoridad Máxima, o Autoridades Máximas Políticas en las
tradiciones occidentales.
No deben olvidar, un principio
esencial. Que una formación o entidad sociopolítica ha ganado unas elecciones,
y ha ascendido al poder máximo de la sociedad de gobierno y del Estado. Por lo
cual, es la forma de ostentación del poder que nos hemos dado, después de
siglos de evolución. Pero esa Autoridad Máxima Democrática, que tiene la
potestad y la autoridad del Poder Máximo, puede normativizar a la sociedad, en
una serie de normas, pongamos la norma equis…
Pero esa norma equis, que esa
Autoridad Máxima del Estado, que tiene toda la legalidad y legitimidad real y
posible, que tiene toda la moralidad de ostentar el poder y el Poder. Esa ley o
norma, si la pusiese a referéndum directo, posiblemente, aunque haya sido esas
personas, y esas siglas sociopolíticas elegidos por la mayoría simple del
poder, o por la mayoría absoluta o total del electorado.
Pero esa medida-ley-norma equis,
si se pusiese en referéndum, hoy, serviría encuestas realizadas por entidades
privadas demoscópicas serias. Si se pusiesen en referéndum sería rechazada por
el sesenta por ciento de la población adulta –de todos los colores
ideológicos-.
Más teniendo en cuenta, si esa
ley-norma es esencial, cambia la esencia y la estructura del Estado. Cambia no
el presente sino el futuro. Cuando esa ley-norma se imponga, sea la que sea, ya
el Estado no podrá volver hacia atrás, ya la sociedad no podrá volver hacia
atrás, o difícilmente lo hará, o puede llevar a situaciones límites de la
convivencia social y pública y estatal…
Por lo cual, la pregunta es clara
y evidente, que se puede materializar en multitud de casos, clases, normas,
leyes posibles… ¿Una entidad sociopolítica ha tomado el poder, con la legalidad
y legitimidad necesaria y adecuada y conveniente, pero puede construir con ese
poder que dispone, una ley-norma, que el sesenta por ciento de la población de
su sociedad no acepta…?
¿Por tanto, ese Poder Máximo o
Autoridad Máxima, persona y cúpula colectiva, debería tener la prudencia y el
equilibrio de esa norma, pasarla por referéndum, o sabiendo las encuestas
reales y sinceras y serias demoscópicas, esa ley no aprobarla…?
Según, especialistas y expertos
en Teoría Política o en Filosofía Política, indican, que las hecatombes
sociopolíticas que se produjeron en el siglo veinte, una de sus causas más
profundas y esenciales, es que el “Poder Máximo de esas sociedades-Estados”,
que lo alcanzaron de forma democrática o que eran “poderes tradicionales de
siglos”, empezaron a aprobar leyes o normas o prácticas, que el sesenta por
ciento de la población de su tiempo no habría aprobado…
Por eso, se llenó Eurasia, como
borbotones y volcanes de campos de concentración y de púas y de espinas… Paz y
paz y paz y bien y bondad…
http://youtube.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (21 julio-01 agosto 2023 cr).
Fin artículo 3.710º:
“Un demócrata en un no-demócrata”.
E.
01 agosto