Artículo Periodístico 3.711º: “Responsabilidades personales versus sociales”.
Una, de las realidades que menos
se estudian y analizan es hasta qué punto, cada persona tiene unos deberes y
unos derechos sobre si mismo y sobre la sociedad y viceversa.
Es muy propio en nuestra sociedad
y país echarle la culpa de todo lo malo que a uno le sucede, a la sociedad o a
la falta de compromiso del Estado, pero cuándo es una cosa positiva para ese
individuo o ese ente colectivo, sea del tipo que sea, eso es mérito propio y
del trabajo propio y del esfuerzo propio.
Pocos recuerdan la famosa frase
de Kennedy, “no pienses lo que tu
país puede hacer por ti, sino lo que tú puedes hacer por tu país”. O, que parte
de lo que te sucede es responsabilidad de tu país, o qué parte de tu país es
responsabilidad tuya…
Evidentemente un artículo de
opinión y literario, no puede fijar multitud de flecos y conceptos e ideas que
forman y conforman este núcleo de enunciados, para eso, esperamos que las
ciencias sociales, nos ayuden y aborden con más precisión…
Pero alguien, pongamos el
individuo equis, ha vivido en una situación compleja, mayor o menor, y,
enseguida exige a la sociedad, -no niego que no tenga que ayudarle, para que
supere esa situación-, pero enseguida apela a la sociedad y al Estado, que debe
ofrecerle soluciones, de un tipo o de otro –no entremos a perfilar y
conceptualizar más-. Pero raramente, ese individuo equis, analiza que su
situación, además de las ayudas de la sociedad y del Estado, se debe a que él o
ella, o su progenitor o progenitora cayó en uno de los siete pecados capitales
o errores morales capitales o errores graves psicológico morales –y, aquí, nos
encontraríamos con decenas de posibilidades y de materializaciones-.
Es más fácil echarle la culpa y
la responsabilidad a la sociedad y al Estado –y, repito y reitero, que no niego
la necesidad de que la Sociedad y el Estado ayude a la persona que es o está
más vulnerable, débil, etc., por el bien de esa persona, de esa familia, de esa
sociedad, incluso del mismo Estado, por el bien de esa persona, en su nivel
integral, no solo de su cuerpo y su mente, pero también de su alma-.
Pero pocas veces, raramente, el
sujeto que sufre un mal o una deficiencia grave, raras veces, además de exigir
o pedir responsabilidad o subsidiariedad o ayuda a la sociedad y a la sociedad-Estado
y al Estado, raramente, es capaz de analizar es que él o ella, o alguien
cercano a él o a ella, tiene una responsabilidad, en mayor o menor medida,
porque ha caído en un error moral psicológico o psicológico moral –no entramos
en la responsabilidad y culpabilidad y causalidad, determinismo o
indeterminismo de variables, causas, ponderaciones, factores, ya que esto sería
muy complejo…-
Raramente alguien, además de
echarle la culpa-responsabilidad de su situación económica, social, etc., a la
sociedad y al Estado, pocas veces, te encuentras a personas que dicen, o pueden
indicar eso, pero además expresan es que su progenitor o él mismo ha caído en
alguno de los siete pecados capitales. Pocas veces te encontrarás a personas,
que son capaces de analizarse y evaluarse… Siempre la culpa la tienen los
otros, siempre la culpa la tienen los otros de un color ideológico o del otro,
siempre la culpa la tiene el Estado, siempre la culpa la tienen los demás,
pocas veces, ellos mismos o cercanos a ellos mismos, tiene un grado de
responsabilidad o de culpabilidad…
Pocas veces, darnos cuenta, que
las personas tomaron opciones sociales o políticas o económicas, no solo por
errores de la sociedad y del Estado, sino por errores personales o familiares o
de algunos miembros de la familia… Errores que como las bolas de nieve, se
fueron amplificando… pero es más fácil echarle toda y repito toda la culpa y
responsabilidad a la sociedad, a parte de la sociedad, a un grupo ideológico o
económico o al Estado, que echarle la culpa y la responsabilidad, en parte o en
gran parte, o el motor de los errores, a alguien cercano afectivamente a ellos
o ellas… Aquello del sufrimiento de la rueda de Buda.
Alguien debido a multitud de
razones, quizás que él o ella no puede controlar, razones ambientales,
familiares, psicológicas personales, etc., está en una situación que niega la
escuela, que no desea aprender o que no es capaz de hacerlo, por mil motivos.
Pero esa situación llevará a esa persona, a recibir una peor educación y
enseñanza, en la realidad mermar sus posibilidades de futuro. Quizás, como niño
o joven o adolescente su responsabilidad es pequeña, se debe más a ambientes
familiares o sociales o incluso de barrio y de amistades. Pero la realidad es
que esa persona merma en sí misma, muchas de sus posibilidades de desarrollo…
Pero llega su edad adulta, y,
entonces, puede que tenga diversas carencias, que se reflejan en el mundo
social y económico y laboral. Y, la postura fácil es echarle la culpa, a la
sociedad, al Estado, a otros colectivos, a otros estratos sociales y
económicos… Pero raramente, es capaz, de analizar y analizarse, que el sistema
educativo por el que pasó obligatoriamente, fue para él o para ella, una
posibilidad que no aprovechó. Quizás, repetimos, sin culpa o sin
responsabilidad total personal… Pero jamás, jamás buscará una de los posibles
problemas en esa realidad del pasado. Y, por tanto, tampoco rectificará en el
presente para el futuro…
La pregunta de fondo, es
cuándo/cuánto una persona debe esperar de la sociedad, y, cuánto una persona
individual debe ofrecer a la sociedad, y, cuánto la sociedad y la sociedad a
través del Estado debe ofrecer al individuo o a entes individuales o entes
colectivos… Un problema que lleva con nosotros, posiblemente, desde la noche de
la historia, un problema filosófico y político de difícil solución. Porque
además, cada persona tiene una dignidad ilimitada…
¡Por tanto, cuándo hablamos de
injusticias que la sociedad o el Estado te está haciendo, habría que plantearse
si esas injusticias, no te la están haciendo el Estado o la Sociedad, sino que
quizás, la hiciste tú contigo mismo, al caer en uno de los siete pecados
capitales o errores morales graves, o quizás, alguna persona muy cercana a ti,
pero claro está, es más fácil echarle la culpa a la Sociedad, a un colectivo
ideológico, a los otros, al Estado, que echártela a ti mismo, a personas
cercanas a ti, a…! ¡O, al menos, combinar las causas y culpas y las
responsabilidades…!
¡Es más fácil votar contra otro,
que votar y botar contra si mismo…!
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (27 julio-01 agosto 2023 cr).
Fin
artículo 3.711º: “Responsabilidades personales versus sociales”.
E. 01 agosto