Artículo Periodístico 3.731º: “Los nombres, las realidades, las enfermedades”.
El
lenguaje sirve para velar y desvelar trozos de la realidad, de lo real, y, en
cuanto al lenguaje de las enfermedades ocurre también.
El gran articulista Mariano de Cavía, no hay lista de los
diez o quince columnistas-articulistas-comentaristas-opinadores más importantes
de esta sociedad-país de estos tres últimos siglos, empezando por Fernán González que está antes de Larra y Mesoneros, que no se cite al gran Mariano de Cavía. Ahora, muchos solo lo recuerdan por el Premio que
el
ABC le honra, pero Mariano de
Cavía es uno de los grandes articulistas de nuestro terruño.
Pues redacta un artículo, hoy
sería una columna, titulada: Actualidad, que hace pública en El
Imparcial del 04 de febrero de 1900, en el que nos narra que todo el
mundo habla de la “grippe”, con terminología francesa, según expresa, que era
una epidemia que por aquella época tenía a medio Madrid encamado.
También nos narra, que además de
que todo el mundo habla/sufre/padece de esta
dolencia-epidemia-enfermedad-patología, se utilizan distintos nombres. He
indicado, ahora que ya ha pasado el toro de la epidemia que hemos tenido en
meses anteriores, casi dos años, casi veinticuatro meses, que decenas de miles
de personas han fallecido en estos lagares y hogares, más de un millón en el
mundo.
Pero cifras que esperábamos que
cuando se terminase el acontecimiento del toreo entre la vida y la muerte,
cifra que creíamos se iba a aclarar y fijar y perfilar, pero esperábamos y
seguimos esperando. Parece que las olas del momento y del mar y de las
vacaciones y de las elecciones han olvidado y sepultado…
Ha sido una incógnita, que en los
medios de comunicación apenas se habla de este dragón que nos ha roto piernas y
sangre y médula, que apenas se hagan estudios y artículos y análisis a
posteriori, ya cuando quizás, se podría fijar las palabras con más precisión.
Pero se ha salido del debate nacional, se ha olvidado. ¿Qué razones, qué
posibilidades de explicación?, ¿ha existido un pacto entre las grandes fuerzas
del poder, digo poder y poderes, no solo políticas para no rozar este tema?
Indiqué hace unas semanas, que en
plena epidemia, palabra que me agrada más que pandemia, apenas realicé uno o
dos artículos y una o dos viñetas sobre el tema. Consideré, que en aquellos
tiempos de negrura y de desesperanza, había y habría que rozar y besar otros
temas de la realidad humana. Que había que recordar a todos y recordarnos, que
existían miles de cuestiones, que eran agradables, que la epidemia no era solo
lo que existía en el mundo. Que todavía llovía muchas realidades positivas,
especialmente culturales. Que habían existido otras epidemias en siglos
anteriores, es más, en siglos anteriores, cada varias décadas, en casi todos
los territorios de Europa surgían nuevas.
Especialmente la de 1347-1349,
otros hablan de 1348-1351, la gran peste. Que cosas de la realidad, siempre era
un acontecimiento histórico que recordaba de vez en cuando, porque cambió
Europa y, supongo que también el mundo. Después de aquella peste, cambiaron
multitud de realidades, incluso concepciones metafísicas, desde luego económicas,
políticas, antropológicas.
Con esta crisis epidémica que de
momento se ha terminado, aunque siguen falleciendo personas por dicha
enfermedad, ha sucedido lo mismo, después han venido una multitud de cambios, a
y en todos los sentidos. Unos, cambios quizás necesarios, otros buenos y otros
menos buenos. Se ha aprovechado esta razón o causa, para mover y remover con
más velocidad todos los cambios posibles… incluso quién sabe, si será un hecho
o fenómeno que hará evolucionar la organización estatal de nuestra sociedad,
quién sabe, si será un factor entre tantos y entre otros…
La población ha sido consciente
que somos vulnerables, como especie y como individuos y como humanidad. Que el
desarrollo técnico y científico es enorme, pero que no sabemos todo de la
realidad. Que ni siquiera sabemos cual es el origen de esa epidemia y de ese
virus. Que tampoco sabemos y conocemos, como ha sido relativamente pronto, que
se ha descubierto el antídoto, aunque haya sido parcial –según algunos-. Que la
enfermedad y la superación de la enfermedad también ha sido una enorme
conquista de la humanidad: sin los Estados actuales, no habría podido superarse
la enfermedad, sin la ciencia y la tecnología actual tampoco, sin los sistemas
sanitarios actuales habría sido imposible…
De todas formas ha dejado muchas
heridas negras y abiertas supurando con pus. Quizás, no se hable en los medios
de comunicación, pero si a nivel privado… No se puede indicar que en todas las
familias haya fallecido alguien, pero si en cada aldea, pueblo, barrio, calle…
¡Bueno, sería agradecer a los
millones de personas, que con sus oficios, en todos los niveles de
responsabilidad, en sus oficios sanitarios han estado luchando contra esa
enfermedad, durante meses! ¡Bueno, sería recordar, que casi todos los
hospitales de España, incluso los sociosanitarios, se llegaron al menos, el
setenta por ciento de las camas estaban ocupadas por personas con dicha
enfermedad…! ¡Bueno, sería valorar a esos millones de personas que en el mundo
han intentado curar y paliar dicha patología, en todas las escalas sociales
profesionales…!
¡Pero ya se ha terminado y, todos
a la playa y, el vivo al bollo y el muerto al hoyo…! ¡Aquí mi homenaje a todos
los cientos de miles de personas fallecidas por esta enfermedad, aquí mi homenaje
a todos los millones de familiares que se han quedado sin padre o sin abuelo o
sin madre o sin abuela o sin…! ¡Aquí mi modesto homenaje…!
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (08-16 agosto 2023 cr).
Fin artículo 3.731º:
“Los nombres, las realidades, las enfermedades”.
E.
16 agosto