Artículo Periodístico 4.018º: “La cuestión obrera y Clarín”.
Tocar estos temas, es siempre
equivocarse. Por tanto, pido que nadie se ofenda. Pero la cuestión es como
encontrar un equilibrio y una armonía entre los estratos sociales diversos.
Dicen, y, creo llevan razón, que
una de las razones esenciales por las cuales China, puede que se convierta en
la potencia económica mundial, dentro de unos lustros, es que sigue una
filosofía, la filosofía de Confucio,
que hace veinticinco siglos, planteó varios principios y varios axiomas: entre
otros una moral justa y equitativa, a y, en todos los sentidos. Dos, una
especie de búsqueda de armonía entre todas las clases y estratos sociales.
Existen más puntos esenciales, que ahora no podemos detenernos. A Confucio se le ha denominado el Aristóteles chino, por su racionalismo
y su empirismo, por su sentido común y el sentido de la práctica. No entramos
en este tema.
Pero en Occidente, llevamos dos
siglos al menos, cuándo no más, al menos cinco siglos de confrontación entre
ideologías, culturas, religiones, estratos sociales, clases sociales. Y, de
esas confrontaciones se ha hecho Occidente. La armonía medieval, aunque no
fuese justa del todo, se ha roto, desde hace generaciones. Con lo cual,
cometimos y cometemos, siempre hablando en líneas generales, en abstracciones y
generalidades, porque es imposible perfilar todos los enormes matices. Llevamos
en Europa, o hemos estado en Europa, cinco siglos de confrontación dialéctica y
en la realidad, sean por motivos religiosos, Lutero, sean por motivos políticos o sociopolíticos, la revolución parlamentaria inglesa, y, las
dos siguientes: la Independencia americana, la revolución francesa de 1789, sea
la revolución entre clases sociales, la de Octubre de 1917 en Rusia.
Eso sin contar, todas las
confrontaciones y enfrentamientos que en Europa, entre Naciones-Estado, y,
entre confederaciones de Estados que se han producido a lo largo de siglos.
Así, se dice en América, inventen algo para matarse, por ejemplo, la
ametralladora clásica, y, véndanla a los europeos, que ellos siempre
encontrarán una razón para utilizarla… con ellos o fuera de ellos.
Existen doscientos jugadores en
el tablero mundial, doscientos Estados, con mayor o menor poder, mayor o menor
soberanía real, mayor o menor fuerza económica, política, militar, demográfica,
territorial, ideológica, religiosa, etc.
La solución al mundo de hoy, es
a, y, en todos los niveles, seguir un sistema más parecido al confuciano, más
buscar la paz y la armonía, más desear y valorar los puntos en común y no las
diferencias. Porque es la única manera, de que los pueblos prosperen, y, de que
exista paz. Porque la no-paz es el enorme mal, es el flagelo y la epidemia de
siglos y milenios que arrastramos.
Si la humanidad ha sido capaz de
erradicar y disminuir multitud de patologías y enfermedades biológicas, entre
otras pandemias y epidemias de todos los colores. Debemos pensar, que todos los
pueblos, naciones, Estados, culturas, religiones, filosofías, ideologías,
economías… Debemos, darnos la oportunidad de vivir y existir en paz. Tenemos
derecho y tenemos derechos a vivir en paz. Bastantes males y sufrimientos nos
acarrea la vida, que además lo incentivemos con la no-paz, la no-paz social, la
no-paz económica, la no-paz política, la no-paz ideológica, la no-paz
religiosa, la no-paz…
Creo que el pueblo chino,
mayoritariamente sigue, algunos de los principios de Confucio, de búsqueda de la paz y la armonía social. Que los
individuos, colectivos, grupos, sociedades busquen la armonía entre sí y
consigo mismo, y, la armonía y la paz de la sociedad con el Estado y del Estado
con la sociedad. Y, esa el gran motor que hace funcionar la enorme maquinaría
china, a nivel económico. No niego que ninguna realidad sociopolítica es o sea
perfecta. No lo digo, ni lo expreso… pero pienso que todos deben ceder algo,
para encontrar la paz, y, encontrando la paz, todo funciona mejor. La paz crea
la riqueza y riqueza. Riqueza en todos los sentidos, riqueza material, riqueza
económica, riqueza social, riqueza cultural, riqueza espiritual…
Creo que uno de los mayores
errores de Europa, es que existen ideologías, filosofías, culturas,
cosmovisiones, ideologías, filosofías que entre sus puntos, más detallados o
menos, conscientes o no, presentan al otro como adversario, a veces, como
enemigo. Y, el otro, es una persona o un ente social o un grupo social o un
estrato social o una clase social, que también tiene sus derechos, igual que
tú, e, igual que los tuyos…
Si algo, deberíamos aprender y
aprehender de la historia de estos últimos cinco siglos, que es mejor, ir
evolucionando y progresando en paz, de mutuo acuerdo, que todos cedan algo, y,
así todos ganan algo, nadie pierda todo y nadie gane todo. Y, eso siempre lo
estamos olvidando. Repetimos siempre la misma historia, cambian circunstancias,
geografías, territorios, banderas, razones, causas y fines. Pero siempre es la
misma razón, siempre es no buscar el consenso y la paz…
Todo esto, me lo ha recordado al
enfrentarme y confrontarme con un artículo de Leopoldo Alas, Clarín, -podría quitar este párrafo y nadie lo
notaría, pero hay que darle al César lo que es del César…-, titulado: La
cuestión obrera en Gijón, publicado en El Imparcial, el 09 de
febrero de 1901. Por tanto Paz, Pax, Pan hoy en la Península Ibérica…
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (13-22 enero 2024 cr).
Fin
artículo 4.018º: “La cuestión obrera y Clarín”.
E.
22 enero
E.
29 enero