Artículo Periodístico 4.034º: “Arte Correo Literario o Arte Postal Literario, III”.
Rompo
una lanza a favor de que el Mail Art se abra a la posibilidad que dentro de
este género se incluyan obras literarias, con unas variables y características
de tamaño limitadas.
Estimo
que existe una misma necesidad, semejante a cómo cuándo hace unas décadas, en
el siglo veinte, se pensó que podría existir un Arte Postal, realizado por
cualquier persona, con unas condiciones, y enviarse de una zona a otra del
mundo. De tal manera, que cualquier autor o autora, pudiese expresar sus
vocaciones artísticas plásticas a otras personas. Era una manera de incluir en
un modesto sobre postal o una modesta postal de correo ordinario, una necesidad
estética y artística plástica y de contenido y conceptual...
Pues
lo mismo, siguiendo esa idea, unir el Mail Art clásico, en todas sus formas y
variedades pero que dentro tenga libritos u hojas unidas o incardinadas formando
unidades de escritos, sean poesías o sean relatos o sean novelas cortas o sean
conjuntos de fotografías, o sea lo que sea. Evidentemente siempre con un
tamaño, sea en papel o sea en DVD, y, si es posible, el autor-a lo haya
registrado bajo su propiedad, incluso libritos publicados con ediciones
limitadas, que a su vez, han podido rellenarse de dibujos, formando “libros de
artista”, que se envían dentro de sobres que son a su vez Mail Art. Es decir,
dentro un libro literario o un libro de artista-arte, y, fuera un soporte de
Arte Correo…
Creo
que es una necesidad, lanzo esta sugerencia al Mundo del Mail Art para que la
recoja, para que pruebe alguna experiencia, para que realicen certámenes
combinados o mezclados con ambos sistemas, quién quiera, solo obras en Mail Art
clásico, y, si alguien quiere en esta variedad de Mail Art Literature o Arte
Postal Plástico + Literario…
Miles
de autores-as tienen sus obras, con pequeñas autoediciones, o manuscritas o en
los vientres de sus ordenadores, y, algo han podido publicar, algo está en
Internet, pero quizás, se deberían encontrar otros circuitos posibles. Creo que
es una necesidad histórica y una necesidad cultural, una necesidad creativa, y,
es una obligación moral y social hacia esas personas. Que han podido dedicar un
año o diez o treinta, y, han sido capaces de crear cien o mil o cinco mil
poemas, y, algo de ello lo han publicado, y, han enviado a amigos y conocidos,
pero diríamos que están encobertados y encosertados en el silencio. Pongo el
ejemplo de los poemas y versos, sean de mejor calidad o de menor, de todas
formas quién tiene la capacidad de valorar la calidad de las obras de arte. Y,
esto podría ser una manera de difundir, de conservar para el futuro obras de
las letras, obras de diversos géneros, siempre con una medida, siempre
registradas la propiedad intelectual por sus autores, etc.
Es
unir desde la periferia el arte plástico y el arte literario, en un nuevo
género o subgénero o soporte que es el correo postal clásico y oficial. A
través de ese conducto enviar hipotéticamente, desde un lugar del mundo a otro,
obras de todas las tendencias, de todas las temáticas, en todos los idiomas y
lenguas y alfabetos del mundo, Para que como una botella de un naufrago, quién
sabe, algunos textos literarios o de letras, puedan permanecer o tener una
posibilidad o una esperanza de futuro. Que pongamos por caso un conjunto de
cien poemas de una persona metida en una aldea de la India profunda, pueda
tener una posibilidad de que esa copia quede en la Europa vieja y antigua, y,
quién sabe, mañana pase a las colecciones artísticas plásticas de algún museo
de importancia, de un Archivo de Arte, de una Fundación Artística.
Vivimos
en un mundo contradictorio, por un lado, con razón se guardan lo que se
denomina Ephemera, y, todas las grandes bibliotecas ya tienen
colecciones importantes, de vitolas de cigarros, de cajas de cerillas, de
envoltorios de caramelos y similares, y por otro lado, cientos de miles de obras literarias duermen en
cajones, que su futuro es el olvido.
No
pondré nombres, ni apellidos, ni ciudades, ni lugares, pero bibliotecas
enormemente importantes, tienen catalogadas y numeradas y expuestas para ser
vistas colecciones de Ephemera, pero libros con depósito legal y con la
legislación de su país y lengua, pero publicados o encuadernados en gusanillo,
no le otorgan una catalogación para que puedan ser consultados, o material
publicado en DVD que llevan etiquetado manual, pero publicados con depósito
legal, con la legislación de su propio país, tampoco lo catalogan para que
puedan ser consultados y conocidos y reconocidos por las personas que quieran,
por investigadores, etc., pero si no se catalogan e indexan y se archivan y se
insertan en bases de datos, esas publicaciones, por muy modestas que sean, no
existen… Y, esto sucede… Esto que narro no es una invención, ni es una
metáfora, sino es una realidad…
Esta
iniciativa cultural de Mail Art Literario, no haría competencia con nadie, ni
con nada, ni con la industria cultural clásica, pero sería un elemento más
cultural, muchas obras, que de otro modo, terminarán olvidadas, deterioradas,
destruidas, puede existir una posibilidad que una copia en papel o en DVD quede
en alguna colección y termine en algún archivo. Porque al final, quién sabe el
valor de las cosas, lo que hoy no es valorado, puede que dentro de cien años,
se perciba con otros ojos… De todas formas, en el peor de los casos, tendría el
mismo valor que esa pieza de Mail Art en su parte o dimensión plástica.
Levanto
esta lanza y esta espada y este escudo para que el mundo del mail art, alguien
persona o colectivo o entidad o colección o museo o fundación recojan esta
iniciativa y la pongan en práctica. Sea en un nivel o sea otro. Solo es cosa de
empezar a caminar, aunque sea modestamente… Aunque sea con pasos pequeñitos. Se
puede al principio mezclar y combinar ambas formas de Mail Art, el clásico en
todas sus manifestaciones, y, éste Mail Art Literario… Paz y bien…
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (03-05 febrero 2024 cr).
Fin artículo 4.034º:
“Arte Correo Literario o Arte Postal Literario, III”.
E.
05 febrero