Artículo Periodístico 4.019º: “Obispos y curas y diáconos…”.
Nací
en un tiempo, mi primera niñez en la que sabía que los curas y más los obispos
tenían una enorme importancia en España. Cierto es que ya era mucho menor que
décadas antes.
Peo
ahora después de unas décadas, la corriente eléctrica del pulso de las
ideologías, costumbres, hábitos y más realidades han llevado a estar y arribar
al otro extremo. Parece que los obispos, los curas, los diáconos, e, incluso
casi el Sumo Pontífice, hablando de la óptica católica, apenas tienen
importancia y consideración, o, al menos ha disminuido mucho, en muchos
ambientes.
Por
otro lado, asisten a Misa, todavía millones de personas, cada domingo. Con lo
cual, como casi en todo lo hispánico se producen paradojas y controversias. Un
fenómeno equis, que parece no tiene importancia, está debajo y dentro de la
sociedad y de los corazones dormido y durmiendo y durmiente. Otros, que se
alardean con todas las voces posibles y sinfonías de comentarios, quizás, en el
corazón individual y colectivo está muy semiolvidado…
España
es un país de paradojas y de ironías y de contradicciones. Pocas cosas son lo
que parecen ser, lo que parece ser no es lo que es o lo que son, lo que es no
es lo que está, lo que está no es lo que es, o, al menos en todos los sentidos.
No crean que es o sea una oratoria o retórica del lenguaje y de la lengua, para
embellecer, sino un intento de explicar y de explicación. España es un misterio
y España es un enigma, quizás, porque todo hombre o mujer lo sea, en cualquier
lugar del mundo. Pero aquí, por mil realidades o causas, nos dejan ser lo que
somos, aparentar lo que somos, un misterio y un enigma…
En
cuanto al fenómeno y espejo y laberintos de los obispos, curas, diáconos sucede
lo mismo. No se podría entender la España última, de muchos siglos, al menos,
desde el cuarto, sin el cristianismo, más bien, sin el catolicismo. Sin esa
variable y constante de la ecuación no podemos entendernos. Lo siento por usted
si no le gusta esta afirmación pero así es. No se puede entender la India sin
el budismo y el vedismo, ni China sin el taoísmo y sin el confucianismo. Así
funcionan las cosas, al menos de momento, hasta que la IA, quién sabe en donde
nos ponga…
Ahora,
se emplea una vara de medir y un tamiz muy pequeño y muy justo y muy radical
contra el catolicismo. Las mismas normas y medidas que se le aplica a esta
ideología, no se aplica lo mismo a otras confesiones religiosas, ni a otros
sistemas teóricos-prácticos seculares, no estrictamente religiosos, ni a otros
oficios y profesiones y vocaciones. Lo estrecho, el embudo la parte estrecha al
catolicismo, y, la parte ancha al resto de sistemas ideológicos religiosos o
seculares. Da lo mismo el tema que sea.
¿Por
qué y cómo hemos llegado a esta situación, un sistema de pensamiento, se crea
en él o no, un sistema de prácticas o de morales de la existencia, como el
catolicismo, que ocupaba el poder o participaba del poder y de los poderes en
todos los sentidos, en esta sociedad y en el corazón de casi todo individuo,
hoy, parece que la moda y el deporte es darle palos al mono, y, en este caso el
mono, siempre es algún aspecto del catolicismo…? ¿Cómo se ha podido producir
estos cambios tan radicales, no en toda la sociedad, pero si cada vez, en estratos
más amplios…?
Uno,
uno escribe textos con palabras, porque observa y porque piensa y porque
recuerda. Y, no existe armonía entre palabras, ideas, hechos, conceptos,
argumentos, razones. Y, uno quiere poner cierta interrelación y equilibrio
entre esos órdenes de la realidad. Y, esa es una de las razones y motivos y
causas de que nos matemos buscando palabras e ideas de palabras que congenien
con trozos de lo real y de la realidad. Eso es lo que habitamos y en lo que nos
habitamos…
Uno,
puede ser ateo o agnóstico o creyente en otra religión, uno, puede ser kantiano
o marxista o hegeliano o heideggeriano o aristotélico o platónico pero uno
tiene que ser prudente y racional en sus juicios, que le afectan a sí mismo, y,
a los cercanos, y a los lejanos, según la mano y brazo, si es más larga o más
corta. Uno, tiene que ser consciente, que el catolicismo es y ha sido esencial
en todo el tapiz y la alfombra y pintura de esta tierra hispánica durante
siglos. Y, que nadie puede tirar esa herencia de siglos, de dos milenios casi,
al estercolero de la historia. Aunque tus ideas no encajen con las de este
movimiento…
Segundo,
que sería justo, que se aplicase el mismo metro a todos los fenómenos de la
realidad y de la sociedad. Se analiza y se estudia un fenómeno equis, sea el
que sea, y, no se utilice solo, sobre un movimiento ideológico o un estrato
social o un color sociopolítico o…, sino que la misma vara de medir, se utilice
para todos y a todos… ¿Pero… qué sucede…? ¿Solo queremos darle palos al mono,
al mismo mono, en este caso al mono del catolicismo…?
¡Pero
el problema profundo es que si desvestimos el mono, nos quedaremos desnudos, y,
quién nos dirá que vamos caminando desnudos, cuándo creamos que vamos
vestidos…! ¡Eso, es lo que nos sucede que caminamos medios desnudos, pero nadie
nos lo dice…! ¡De ahí, nacen tantas penas, angustias, sufrimientos,
desalientos, desesperanzas, desesperaciones, porque vamos semidesnudos, pero
nadie nos lo dice, y, quién lo dice, lo echamos fuera de la plaza de toros de
la cultura…!
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (15-22 enero 2024 cr).
Fin artículo 4.019º:
“Obispos y curas y diáconos…”.
E.
22 enero
E.
29 enero