Artículo Periodístico 4.043º: “Besando Ciudad Real, I”.
Como una manta extensa, con
algunos ribetes de alturas, como un espacio alargado con algunas atalayas en
los bordes. Besando y viajando y estimando el rectángulo de Ciudad Real.
Líneas rectas a cordel de caminos
antiguos hechos asfalto ahora, otros, bordeando montes como sinuosidades de
pensamientos que se esconden dentro de sí mismos en serpientes de vías. Todo
eso es Ciudad Real y más. Un trozo del antiguo Reino de Toledo, que no fue
provincia hasta hace nada, solo unas generaciones, antes Toledo capital era la
que regía, durante siglos, esa dialéctica entre la Orden de Calatrava y alguna
otra y el Reino de Toledo, en la forma moderna de después de Isabel la
Católica, Carlos V.
Estamos en medio de grandes
ciudades y reinos antiguos: Toledo, Córdoba, Valencia, Cáceres. En medio
estamos situados en el silencio del cielo azul, cada vez más azul, por menos
lluvia y menos frío. Los que habitan y habitamos estos sueños de tierras,
tenemos heridas que los siglos han dejado. Tenemos que curarlas, tenemos que
sanarlas, para mirar hacia delante. Tenemos que estimar y valorar y amar más lo
que somos y hemos sido y podríamos ser, para de ese modo, tener un lugar bajo
el sol, un trocito de sol, como todos los demás europeos. Al curarnos, nos
valoraríamos más, y, podríamos enseñar más y mejor lo que somos.
Los viajeros arribaron aquella
tarde o mañana, algunas veces, con distintos acompañantes hemos visitado El Viso del Marqués, y, su secular de
siglos palacio. Quizás, vino y devino aquí, para huir de la costa, porque en
aquellos tiempos el Mediterráneo estaba muy tempestuoso. Como siempre ha estado
de alguna manera, desde Roma y Cartago, antes de todas las colonias griegas y
fenicias y cartaginenses que se fueron instalando también en la Piel de Toro,
en la Tierra de los Conejos… recuerdo comprar unos churros en un puesto del
mercado municipal. No sé si continuará en ese silencio de los pueblos de la Mancha,
que parecen, como si fuesen monasterios benedictinos o cartujanos, en los que
por las calles andan desiertas casi siempre…
Algunos dicen, que el palacio del
marqués es una especie de copia de los palacios florentinos y romanos
renacentistas. Alguien que supo de armas, también sabía de arte y de
arquitectura. Porque los hombres tienen que descansar, alguien de la mar de
agua salada se vino a la mar de tierra de la mancha de la Mancha. Al lado de Despeñaperros, siempre Despeñaperros,
paso ancestral de pueblos y legiones, legiones y mesnadas, siempre hacia arriba
y hacia abajo. En los aledaños, siempre batallas, una de 1808, que apenas nadie
recuerda, la de Bailén, famosa entre la Francia del Imperio Napoleónico, y
España e Inglaterra, y, aquella de las Navas de Tolosa, de hace siglos, entre
dos culturas-metafísicas, y, aquella de las guerras de Pompeyo y César… Siempre
Despeñaperros, quizás debería llamarse “despeñahombres”, porque alrededor mucha
sangre humana ha ido cayendo, con distintas banderas, pero todo el líquido
siempre ha sido rojo…
En dicho palacio de Don Álvaro de Bazán lleno y relleno de
papeles. Un palacio actual de piedras y de papeles. Ambas realidades forman la
civilización.
La provincia está llena de
recuerdos y de olvidos de las ordenes militares, en este trozo, anduvo la de
Calatrava, con sus dos Castillos, Calatrava
la Vieja, Calatrava la Nueva. La Nueva ya con varios siglos en su columna
vertebral. Se ha olvidado al fundador en estos terruños, quizás por mil
razones, ahora, hace unos años, hicieron una imagen en alguna de las iglesias
de los lugares cercanos, al final, fue tomado y tenido como santo. Durante
siglos los castillos eran islas, dónde se podría recorrer toda España, desde un
castillo a otro, si se tenía influencia, se podría dormir en ellos. En todos
los castillos han dormido personas y personajes famosos y refamosos, reyes y
condes y duques y maestres de las órdenes.
Los castillos eran como las sedes
de las sucursales actuales de las grandes empresas internacionales, económicas
o financieras, que en todas las ciudades tienen algún espacio. Nosotros los
viandantes de estos lugares, hemos visitado algunas veces, ambas Calatravas,
porque forman y conforman parte olvidada de nuestros ancestros. Los que
pensamos que estos han sido o estado al menos dos siglos, posiblemente más.
Dicen que en Castilla todo está en alto, siempre aspirando a las alturas,
Castillos para la defensa, Monasterios para escalera hacia la Metafísica del
Ser Supremo. No olvidemos que estos trozos de piedra y de hierro defendían a
las poblaciones de las mesnadas e incursiones que casi todas las primaveras
durante generaciones, en siglos anteriores, durante los veranos venían del Sur,
del sur profundo, para llevarse animales y trigos y personas. Olvidamos, los presentes,
las realidades del pasado. Porque con caballos se recorren decenas de
kilómetros en unos días, se atraviesa los páramos y desfiladeros de Sierra
Morena, al sur de la provincia, al sur de la Mancha, y se encontraban con la
llanura del botín.
Nosotros somos conscientes que en
estos suelos, grises y azules y verdes y naranjas y violetas y rojos han pasado
cada siglo muchas historias, muchas mentes y muchas conciencias. Siempre hemos
sido tierra de paso, del Norte al Sur, del Sur al Norte. Y, así las olas y
oleadas de la historia las han atravesado, seres reales, con banderas de
distintas ideas y sistemas de ideas, y, nos han ido haciendo a nosotros.
Sabemos que somos herederos de muchas sangres, hasta incluso en nuestros bordes
en padre de Aníbal, el antiguo
maestro de la guerra, dicen que murió al atravesar un río huyendo de una
batalla. De ahí, la tolerancia que se produce, es como si supiésemos que ese es
nuestro misterio ancestral, ahora, millones de vehículos atraviesan estos
tapices de tierras, caminando hacia las costas de arenas y aguas y soles y
bikinis. Siempre somos lugares de paso. Pero ahora queremos besarnos a nosotros
mismos, querernos a nosotros mismos, y darnos cuenta, que nosotros también
queremos ser y estar y habitar como los que más, los que más de esta Península
doble, la Ibérica, la Europea…
Dicen que los fenicios ya
aprovecharon las minas de Almadén,
si sabemos de los romanos, y, todos los que vinieron después. A Almadén
nuestros huesos y carnes hemos volado algunas veces, con acompañantes cercanos.
La provincia de Ciudad Real es como una esterilla que se hubiese lanzado al
espacio, y, ha formado un rectángulo, en los centros todo llano, en los lados,
recorridos por montes, aledaños de Sierra Morena, siendo Sierra Morena, los principios
por este lado. Siempre deseantes de que sus ojos y bocas y manos que nacen en
ella, no tengan que migrar, porque llevamos siglos caminando hacia otros lados.
Ahora, queremos que ya ese viajar de ese río de la migración se vaya
terminando. Podamos, todas las generaciones que deseen y quieran quedarse en
estos soles, cada vez más duros del verano, estos fríos de invierno cada vez
más cortos.
Almadén,
patrimonio de la Humanidad, algunos indican, la mina de mercurio más antigua
del mundo. Sin ese mercurio no habrían venido tantos cargamentos de oro y plata
para Europa. No solo para la España de Carlos
V y Felipe II. Porque ese oro, según muchos historiadores fue la base de la
industrialización y capitalización moderna de Europa. Quién sabe, si como se
expresan manuales de historia, fue la razón del gran despegue de Europa, España
puso la sangre y los hombres, y, como siempre se fue desangrando, se fueron sus
hombres y mujeres hacia otras zonas del mundo, en esos siglos hacia las Indias
y hacia Filipinas. Aquí, aquí en la Mancha, en esos siglos, se vivía mucho
peor, que en algunas zonas de estos lugares de lejanía, pero los de ahora, los
de ahora de allí, no son conscientes de ello. Sin por ello no justificar lo
injustificable…
Debemos buscar la paz del pasado,
para tener la paz del presente y la paz del futuro…
No podemos obviar y olvidar
Almadén, sin recordar a los Fúcares,
empresarios del dinero alemanes, que llegaron a España, prestando al Carlos V
de Alemania, y I de España, y que hicieron casa de habitación y almacén en
Almagro. Otro lugar, que ya citaremos…
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (19 enero-12 feb. 2024 cr).
Fin
artículo 4.043º: “Besando Ciudad Real, I”.
E.
12 febrero