Artículo Periodístico 4.021º: “Los papeles y coleccionistas de papeles”.
Desde la civilización
mesopotámicas que empezaron a escribir tablillas de arcilla con fines
comerciales, y, después se convirtieron en escritos de todas las clases y
tipos.
Desde entonces las civilizaciones
coleccionamos papeles, todas las entidades que forman y conforman la sociedad,
todos los individuos. No es necesario ser escritor, sino cualquier persona
junta papeles. Papeles de distintas clases y de distinto motivo.
Cada ente o entidad acumula o
colecciona o archiva un tipo de papeles, y, sobre una determinada temática y
que afecta a una determinada población. Se indica, que a más avanzado las
etapas de la historia se van acumulando más papeles…
Después está la tesitura de qué
se hace con ellos, muchos se terminan perdiendo, otros, se guardan y conservan
unas décadas más, algunos unos siglos, otros se destruyen adrede, por mil
motivos, uno, que nadie sabe si tienen o tendrán valor, otros para cambiar
algún acontecimiento o interpretación histórica o social o económica.
También se acumulan determinados
tipos de papeles, para incidir en la interpretación de la historia, del pasado,
del presente y del futuro. Se hacen determinados Centros Documentales, para
archivar los testimonios de las personas concretas y que participaron en
determinados acontecimiento. En general, se conserva todo o bastante, pero en
particular, demasiadas veces, sucede, que solo se guarda lo que interesa para
una opción sociopolítica o socioideológica.
Se produce el fenómeno doble, por
un lado se conservan ingentes cantidades de papeles, de una temática y de una
orientación, por otro lado, se destruyen, una ingente de cantidades de documentos
y de papeles, por unas razones o por otras. Incluso en pinturas y obras de arte
y escritos literarios y…, se producen cada generación millones de obras, pero
pasan a la centuria siguiente una proporción menor de todo lo que se produjo.
Es como la creación y la
destrucción constante de los mundos, siguiendo los mitos de la antigua India.
Es como si naciesen nuevos papeles y se destruyesen parte de los antiguos y de
los nacidos en esos mismos años. Es como si por un lado tuviésemos un hambre
infinita de papeles, y, por otro lado, una enorme cantidad de deseo de
destrucción, para cambiar la interpretación de la historia, para que no se
conozca la autoría y personalidad de actuantes y actores de unos hechos, sea
por mil razones y motivos y causas. Es como ese viento de tormenta de invierno,
que mueve las hojas con pasión y presión y fuerza. Que parece una sinfonía de
un solo tono ilimitada durante horas, que invita en la subjetividad del yo, a
quedarse en el silencio de la propia habitación, dónde con más calor o menos,
nos refugiamos de las incertidumbres del frío y de las realidades y de la
historia que tememos y soportamos… Porque siempre tememos…
Los autores y autoras de todas
las producciones culturales, como millones de empresas de todos los sectores,
como una ingente cantidad de organismos de lo público en todos los países crean
y crían papeles. Pero en la mayoría de los casos no saben qué hacer con ellos.
El concepto de Archivo ha ido ascendiendo del valor y de los valores, en
distintos sistemas, como base para estudios posteriores, como obra de Arte en
sí, como aclaración y documentación del presente y del futuro, como documentos
para el orden social, como testimonio escrito de propiedades y de la propiedad,
como…
Los escritores y escritoras, sean
considerados de primera fila y geniales mundiales, o de quinta fila, que ni en
su localidad valoran su trabajo, también acumulan ingentes cantidades de
papeles, algunos, unas cientos de hojas, otros, unos miles de documentos,
otros, unas docenas de miles. Todos y todas conservan en cajas o en carpetas o
en baúles como Pessoa papeles. Y, lo
que ocurre, que ni ellos, ni sus sociedades saben que hacer con ellos. Ni
siquiera, al menos, hasta ahora, se valoran los manuscritos, aún menos una
cantidad de documentación, cartas, solicitudes, y, escritos de diverso tipo. O,
solo se valoran de algunos nombres, y de la mayoría, se dejan se vayan
olvidando… la constante creación y la constante destrucción. Hoy, podría ser de
otro modo, pero no lo es… Hoy, se podrían conservar millones de millones de
papeles, con la tecnología informática…
En las Universidades Americanas
existe una corriente, de conservar ingentes cantidades de papeles. Así, dicen
que cada una de ellas, se esfuerza en comprar o que les regalen y donen los autores,
que han pasado por sus aulas, o, fuera de ellas, multitud de sus archivos.
Porque consideran que son la base de investigaciones futuras… Esa práctica se
va corriendo por las vértebras de Europa. Por ejemplo, la BNE, con un gran criterio
está conservando y aceptando donaciones de los grandes humoristas gráficos de
estos últimos cincuenta años en nuestro terruño tan herido por la historia,
viñetas y documentos de Peridis, Forges,
Máximo, Chumy Chumez, y, otros muchos, porque son y será la base para la interpretación
de las vísceras de nuestra sociedad, en un futuro inmediato o posterior…
Estamos rodeados de aire, pero
también de papeles. Somos aire y somos carne y somos papeles…
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (17-22 enero 2024 cr).
Fin
artículo 4.021º: “Los papeles y coleccionistas de papeles”.
E.
22 enero
E.
29 enero