Artículo 4.977º: “Cuando das por terminado un artículo de opinión”.
Existe en toda producción
cultural un dilema que es cuándo una obra o parte de obra está terminada,
cuándo un artículo de opinión literario y personal lo damos como terminado.
Puede
que para usted esta cuestión no tenga importancia, pero es esencial. Y, toda
persona que se dedica a las ciencias, un concepto o idea o enunciado queda
terminada cuándo según las metodologías científicas propias quedan demostradas
como falsas o verdaderas. Pero en el resto del saberes, llamemos humanísticos
–filosofía, teología, cultura en general, artes, literatura, artículos
periodísticos cuándo queda uno terminado…-.
Y,
con esta cuestión viene el tema de la fecha. Qué se pone al final de datación,
la fecha que ese artículo se ha terminado. O, además se valora la fecha de la
publicación, porque entre la redacción final del texto y la publicación pueden
caber varios días, varias semanas, o un mes o más. O, incluso no publicarse en
ningún periódico digital o en papel. Quedar en el archivo, o publicarlo en
forma de libro. Y, mientras ese tiempo que está congelado el artículo pero
terminado, se pueden añadir notas o ideas o conceptos o datos, aunque sean
pocos…
Por
lo cual, el día que el autor/a envía dicho texto periodístico o de opinión al
periódico, podría también corregirse en esas veinticuatro horas desde la
redacción final, o desde la semana última o mes último.
Porque
lo que intentamos es dar valor al lector o lectora. Que sepa cuándo unos
cientos de palabras se han redactado y, se ha terminado su versión. O, dicho de
otro modo, en algunos temas actuales, un texto o cuestión o tema no es lo mismo
redactarlo una semana antes o una semana después, porque la situación de esa
actualidad se ha complejificado. Si ahora mismo redacto un tema sobre las
supuestas e hipotéticas “mordidas”, hoy, la situación actual es de una manera,
pero era diferente hace quince días, y, posiblemente si surgen nuevas
informaciones también serán distintas dentro de dos o tres semanas… Por lo
cual, si se redacta un conjunto de palabras e ideas, hoy, que haces mantienes
el artículo y la fecha, si no lo cambias esencialmente, aunque lo publiques
dentro de tres semanas…
Con
lo cual, existe un problema subyacente, que quizás, usted lector o lectora, no
sea consciente. La situación es que un autor se puede adelantar en un tema, con
una razón o un argumento, o se puede equivocar, qué debe de hacer, mantener ese
error, o debe al menos, que el lector, si el medio publica la fecha del
artículo, que se perciba que se concibió antes, que se adelantó o que erró, y
puede que haya rectificado o no, como una muestra de que todo artículo de
opinión es una producción cultural “in fieri”, es decir, que se está haciendo o
se va construyendo…
Dirán,
dirán ustedes que esto no tiene importancia. Pero pienso que es un ejercicio de
honestidad. Que el hipotético lector de ese autor o autora, sea consciente, que
el redactor no le engaña, no le miente, que si se adelanta en verdad en un
tema, lo expresa así, y, si se equivoca, también lo mantiene, o al menos, lo
rectifica pero indicando que se había equivocado. Porque al final, la
lectura-escritura, mientras siga existiendo como medio de comunicación y de
literatura-estética, la finalidad es la honestidad, y, junto con ella, está la
verdad y el bien y la bondad y la belleza. Con lo cual, el redactor-autor o autora
del texto debe ser honesto con el hipotético lector/a…
Supongo
que este texto periodístico no le interesará, porque es un tema que a usted, no
le motiva mucho ni poco, ni es un tema de actualidad, ni es un tema que crea le
interesa. Porque pensará que un regimiento de palabras, ochocientas palabras,
lo que importa es el día de la publicación o que se hace público. Pero el medio
puede publicarlo, tres o cinco o siete días después de habérsele enviado para
la publicación…
Pero
tengo un pequeño problema intelectual, estoy dudando, llevo semanas/meses dudando, si sitúo como fecha al final del
artículo, el día que termino la redacción de esa columna. Creo que este dato
debo mencionarlo. Hay que nombrar una fecha, por si existe un lector/a del
futuro, sepa la fecha, la fecha aproximada, el día aproximado. Porque un texto
puede llevar redactándose uno o varios días, o, incluso semanas, en caso
excepcionales. La mayoría solo una hora o dos horas… o media hora o cuarenta
minutos… pero pensándolo pueden llevarse años –créanme-, tengo temas de
artículos que están conmigo, ya diez años, y, más, y, nunca encuentro el
momento o la tesis o la idea del artículo…
O,
puedo optar a poner la fecha de su terminación. Y, no como hasta ahora, la
fecha doble, de la terminación junto a la fecha del envío… Que es lo que he
estado haciendo en estos meses y años últimos. O, dejo solo la fecha de
“terminación o redacción final”…
O,
también, no pongo día de mes, sino solo el mes. El mes que se ha terminado.
Así, queda para el lector o lectora un poco más ambiguo, no sabe si ese texto
se redactó a principios de mes, o al final, hace tres días o hace quince días…
Dirá
usted con razón, que a usted toda esta temática no le importa. Pero le estoy
enseñando o mostrando, una parte de la arquitectura de un artículo de opinión,
género literario y periodístico, para que sea usted consciente, que una
compañía de ochocientas palabras, aunque usted no lo crea tiene enormes
complicaciones, aunque parezca que es muy simple.
En
estos días, o semanas o meses, llevo pensando si solo pongo día y mes del
término de la redacción, se envíe a publicar cuándo se realice, o sitúo solo el
mes, sin día. ¿Usted que dice…? Parece que al situar día, das una información
complementaria, más completa que si solo sitúas el mes y el año… Paz y bien…
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (29 junio 2025 cr).
Fin artículo 4.977º:
“Cuando das por terminado un
artículo de opinión”.
E.
13 julio