Artículo 4.978º: “Sentir alegría por un libro que desconocías”.
Los
humanos sienten alegrías y tristezas por muchas cosas de la realidad, pero una,
al menos algunos es encontrar un libro, una película o un autor/a nuevo y bueno
que no conocía…
Que
alguien se enfrente y confronte y se mire en el espejo de un “producto cultural
o social nuevo”, que para él o ella es nuevo y que no conocía, y, se diga a sí
mismo esto es bueno, esto es notable, esto me abre nuevos horizontes. Es una de
las alegrías más profundas que existen. Puede que no toda la población sea
consciente de ello. Pero creo que es un afecto o sentimiento o percepción de
todos los humanos. Lo que ocurre es que usted sentirá esa alegría de lo que el
hombre hace frente a un puente o un rascacielos o una comida o un cuadro o una
obra de teatro o una obra de ingeniería o… pero todos sentimos
admiración-alegría-felicidad por algunos productos humanos…
O,
puede sentirla, por una realidad natural, una montaña o un paisaje o un río o
el mar o un valle, tanto sea real ante sus ojos, sea una fotografía… en el
buscador Microsoft Bing cada día en su portada –no sé el nombre
técnico-, exponen una imagen, de todas las temáticas, pero muchas son de la
naturaleza en sentido estricto, y, de la naturaleza-sociedad, esa interacción
entre el ser humano y lo natural. Y, son imágenes bellísimas. Una foto puede
ser una alegría y una felicidad. Por tanto, todos sentimos la alegría ante una
producción humana o natural.
Usted,
si usted también, quizás usted sea ante un vestido o un peinado, o un niño
corriendo… todos entran en ese campo de la felicidad ante la “obra humana, ante
la producción humana”, o ante la naturaleza humana, aunque tenga resultados
negativos: acaso un volcán a distancia explotando no es una imagen estética
–evidentemente, si no produce males y sufrimientos humanos, ni en las cosas
humanas, ni en otros niveles…-.
Pero
también ocurre, no sólo ante un “producto cultural nuevo o un producto de la
naturaleza nuevo, o que no conocías”, sino sobre ya realidades que conoces. Que
sabes que siempre puedes volver, a esos grandes relatos, que la humanidad ha
ido construyendo como el Mahabharata, o ese paisaje del Monte Fuji, aunque solo sea por
fotografía. Los humanos vuelven a realidades que ya saben satisfacen algo de su
realidad profunda y algo de su esencia. Porqué, eso tendrían que indicárnoslo
los expertos, porqué y por qué a alguien le satisface volver una vez y otra, a
percibir una obra humana, la Divina Comedia o las pinturas
negras de Goya, o un puente hecho por las manos humanas, sea el de Alcántara
de la Antigua Roma, o sea de la actualidad…
Vivimos
tiempos de alegrías y de tristezas, de angustias y de felicidades. Son los
tiempos de siempre, siempre han sucedido, quizás en mayor o menor grado, quizás
en todos los parámetros hemos avanzado hacia mejor, ahora se vive y existe
mejor, en general, los seres humanos que hace cien o quinientos años. Hoy, una
persona de la clase media en Europa, al menos, vive mejor que un noble
florentino de hace tres siglos…
Lo
que si ha cambiado hoy, es que el ser humano tiene la capacidad técnica de
autoexinguirse, y, eso en milenios y siglos pasados no disponíamos de ella.
Pero también como el cuchillo de Aristóteles,
las tecnologías tienen una doble función, lo que nos hace daño, también nos
puede curar, la evolución tecnológica biológica se puede emplear para crear
epidemias, pero también para curar pandemias…
Por
esa angustia y pena y tristeza que los humanos sufren. A veces, a veces pienso
que hay que resaltar lo bueno que hacemos, lo bueno que tenemos… tenemos obras
de la naturaleza, que se pueden percibir aunque sean por imágenes, que te
llenan de asombro y alegría. Cientos de miles de paisajes que te llenan de
sonrisas internas y externas. Aprendamos a percibir y ver y sentir lo bueno y
bello y verdadero de ilimitados paisajes que existen. Disponemos de esa
interrelación entre la naturaleza y la obra humana, esa combinación de esas
imágenes entre ciudades y naturaleza. Existen a miles y decenas de miles y
centenas de miles…
Y,
existen, obras humanas, para usted serán unas, para su vecina serán otras.
Obras humanas, en todas las ramas que son una maravilla. Recuerdo haber leído que
los matemáticos sienten una enorme alegría por la belleza de algunas
ecuaciones. Al final, eso es lo que se busca, una ecuación, que en una línea,
en una línea se sintetice la función y finalidad y explicación de una gran
parte del universo, o del universo todo. La famosa Teoría del Todo que se
busca desde hace cien años, desde Einstein…
Hoy,
quiero, quizás con sus lágrimas en su mejilla, hoy quiero y deseo, que no
pierda su esperanza y la esperanza, que hoy, sepa que existen obras de la
naturaleza y obras de los humanos, que nos proporcionan alegría y felicidad y
consuelo y sosiego. No deje usted de visitarlas, aunque sea con imágenes
fotográficas –no tiene que hacer grandes viajes, ni sufrir grandes gastos-,
sentado/a en su sillón, sea usted de un estrato social o sea de otro, de una
etnia o de otra, de una cultura o de otra, de una metafísica o de otra.... Debe
buscarlas, quizás para usted sean ver vestidos, para otro degustar platos de
fogones, para aquel un libro, para su vecino un cuadro, para… Y, quizás, esa
profunda tristeza y angustia que hoy sufre, sea una manera, para curarla un
poco, para suavizarla un poco. Paz y bien.
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (30 junio 2025 cr).
Fin artículo 4.978º:
“Sentir alegría por un libro que desconocías”.
E.
13 julio